El fiscal Franco Picardi apeló el archivo de la causa en la que se investigaba si el traslado a dedo del juez Pablo Bertuzzi a la Cámara Federal de Comodoro Py fue un acuerdo con Mauricio Macri a cambio de la condena contra Amado Boudou. La causa comenzó con una denuncia del ex vicepresidente, en la que reclamó que se investigue si Bertuzzi, que integraba el tribunal que lo condenó a 5 años y 10 meses de prisión por el caso Ciccone gracias al testimonio pago de Alejandro Vandenbroele, negoció ese fallo a cambio de un cargo en el cuál fue designado a dedo por Macri. Y en el cuál, vale agregar, continúa gracias a la complicidad de la Corte Suprema.
La cronología que desarrolla el fiscal Picardi es la siguiente:
- El 7 de agosto de 2018 Boudou fue condenado con prisión inmediata. Hay que agregar que Boudou fue a la cárcel pese a que su fallo fue confirmado un año más tarde por la Cámara de Casación y 2 años y medio más tarde por la Corte, que ni siquiera se tomó el trabajo de justificar su decisión.
- El 13 de septiembre de 2018, poco más de un mes de la condena, el Consejo de la Magistratura dominado por el macrismo dispuso el traslado de Bertuzzi a la estratégica Cámara Federal de Comodoro Py
- El 18 de septiembre de 2018, a los 3 días, Macri firmó el decreto 835 para confirmar el pase a todas luces ilegal, ya que Bertuzzi nunca concursó para ese cargo.
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Le falta un dato, revelado por El Destape: el 24 de agosto, entre la condena y el traslado de Bertuzzi, el operador a cargo de Vandenbroele como testigo protegido envió una nota a sus superiores. Pidió $1.500.000 para un proyecto laboral para Vandenbroele: un hotel boutique que aún conserva. En la nota figura una información clave: “Cabe destacar que el día 07 de Agosto pasado fue condenado a prisión con cumplimiento efectivo por más de 5 años el Ex Vicepresidente de la República Argentina el Sr. Amado Boudou”. Es evidente que desde el gobierno de Macri seguían el caso Boudou y definieron pagarle al testimonio clave una vez que lograron la condena.
Esta causa se desprendió de otra mayor, en la que se investigan las maniobras de la Mesa Judicial del macrismo desde la cual se apretaba a o se coordinaba con jueces y fiscales para el armado de causas y el dictado de sentencias contra opositores políticos. El mismo fiscal Picardi pidió que la denuncia de Boudou respecto de la relación espúrea entre Macri y Bertuzzi se analizara aparte, le hicieron caso, fue a sorteo y recayó en el juzgado de Lijo.
El archivo del expediente lo dispuso el juez Lijo el pasado 8 de julio. Dijo que no hubo delito, que no había relación entre una resolución judicial (la condena a Boudou) y un trámite administrativo (el traslado de Bertuzzi). “Existieron dos procesos temporalmente paralelos (uno administrativo y otro judicial) en los cuales no se observan elementos objetivos que permitan validar la hipótesis del denunciante; pues no se verifica en los hechos ninguna interferencia indebida en la actuación funcional del magistrado por parte de funcionarios de gobierno de ese momento”, escribió Lijo. Fue todo pura casualidad. Pero no llama la atención: el juez Lijo también protege a Macri en el caso Correo, en el que pasaron más de 5 años y ni siquiera lo citó a indagatoria.
En su apelación a la decisión de Lijo, el fiscal Picardi recordó que “se encuentra pendiente la producción probatoria de medidas indispensables para el adecuado conocimiento del caso”. También destacó que pidió 3 medidas de prueba de las cuales se hicieron 2: se pidieron los trámites administrativos de la designación a dedo de Bertuzzi y las copias de la causa Ciccone.
¿Qué prueba no se hizo? Una clave. El fiscal Picardi había pedido que se revisaran los contenidos del celular de Darío Nieto, secretario privado de Macri, para buscar referencias a Bertuzzi, Boudou o de los demás jueces que firmaron esa condena, Néstor Costabel y María López Iñíguez. ¿Por qué el fiscal Picardi pidió esto? Porque, tal como reveló El Destape (y cita en el dictamen), el secretario privado de Macri tenía agendado hablar con jueces respecto de causas que le interesaban al entonces presidente. Por ejemplo, tenia anotado en su teléfono celular “Hablar con Borinsky. Tema denuncia, administrativo y penal”. Se refiere a Mariano Borinsky, el juez de la Cámara de Casación que estuvo al menos 16 veces con Macri en la quinta de Olivos, tal como también reveló El Destape. Nieto también anotó: “Recordar tema concurso CL a MM”. “CL” es Cristobal López; “MM” es Mauricio Macri.
Las anotaciones de Nieto revelan que Macri seguía las causas judiciales que le interesaban y obviamente la de Boudou era una de ellas. Se trataba ni más ni menos que el vicepresidente de CFK. Y no era sólo Macri: Boudou tenía fila de enemigos desde que se le ocurrió y ejecutó la estatización de las AFJP. Tal como lo definió CFK, esa decisión fue “la medida más importante de mi primer gobierno” en lo “simbólico, económico y político”.
¿Por qué el juez Lijo no quiso incorporar los archivos del celular del secretario de Macri? ¿Temerá aparecer? Desde febrero de 2017 tiene en sus manos la causa penal por el caso Correo Argentino, en la que debería investigar cómo Macri, siendo Presidente, le quiso condonar la deuda con el Estado a su familia. Pasaron más de 5 años y Lijo no lo citó a Macri ni siquiera a indagatoria para preguntarle si lo hizo. ¿Pensará Lijo que figura en las anotaciones del secretario privado de Macri?
“La hipótesis establecida en relación a los nexos o acuerdos espurios que se habrían producido desde el Poder Ejecutivo Nacional, en miras a la disposición de traslado del juez Pablo Bertuzzi, podría haber incluido, razonablemente, comunicaciones y/o mensajes afines, o canalizados por intermedio del entonces secretario privado del Ing. Mauricio Macri, Dario Nieto, tal como surge de las denuncias de este caso y de las noticias periodísticas referenciadas”, sostuvo el fiscal Picardi, en insistió en que le pidan esos archivos al juez Marcelo Martínez Di Giorgi.
Será el juez Lijo quien defina si acepta o no la apelación de Picardi. De aceptarla el expediente irá a la Cámara Federal. La misma que integra Bertuzzi a dedo. Se presume que en ese caso se excusará de intervenir, pero en Comodoro Py nunca se sabe.