El juez Eduardo Farah pidió su “inmediato reintegro” a la sala II de la Cámara Federal porteña, tribunal que dejó en 2018 por presiones del entonces presidente Mauricio Macri. Lo planteó en un escrito que presentó este martes ante el Consejo de la Magistratura. Hizo alusión a los ataques que sufrió para dejar el cargo y citó el fallo de la Corte Suprema de Justicia del pasado 3 de noviembre que consideró que ningún traslado es definitivo. Farah había pedido su traslado para dejar Comodoro Py luego de fallar a favor de la liberación de los empresarios Cristóbal López y Fabián de Sousa, dueños del Grupo Indalo, quienes estaban detenidos. Se espera que su caso empiece a discutirse este jueves en el órgano que selecciona y sanciona jueces. La instancia revisora de Comodoro Py a la que pide volver es la misma que no quieren dejar Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi.
En su carta dirigida al presidente del consejo, Alberto Lugones, Farah solicitó que arbitre “lo conducente para mi inmediato reintegro a prestar funciones en la sala II de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal de la Capital Federal”. Resaltó que fue el cargo para el que concursó y donde fue designado por el Poder Ejecutivo con acuerdo del Senado. La mención no es azarosa: fue el único mecanismo que el martes pasado la Corte validó como nombramiento de magistrados. Cuando abordó el caso Bruglia y Bertuzzi, el Alto Tribunal sostuvo en el voto de mayoría que los trasladados deben quedarse en el cargo de forma provisoria hasta que se designe allí a un juez natural. Y que pueden presentarse en el concurso que se abra para ese puesto.
Farah explicó que el fallo supremo fue una de las causas que motivó su planteo de este martes. Actualmente, presta funciones en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°2 de San Martín. Destacó que según la resolución cortesana su traslado no satisface “los recaudos de un nombramiento acorde a lo dispuesto en la Constitución Nacional”. Dijo que no quiere “postergar en el tiempo la definición" de su situación y anticipó "que no habré de presentarme a futuros concursos”.
El magistrado cerró su escrito con las razones que motivaron su pedido de traslado, en 2018. Para eso se retrotrajo a lo que dijo ante la Comisión de Acuerdos de la Cámara Alta, el 4 de septiembre pasado, cuando acudió a una audiencia pública en el marco de un proceso de revisión de diez traslados irregulares, entre los que también se contaban los de Bruglia y Bertuzzi. Allí, tal como publicó este medio, reveló detalles de las presiones que sufrió: dio precisiones sobre el rol que jugaron la Corte Suprema de Justicia, la Asociación de Magistrados, los medios y la administración macrista en pos de que decida dejar los tribunales de Comodoro Py.
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Su caso ahora será abordado por el Consejo de la Magistratura. Según indicaron fuentes de aquel organismo a El Destape, este jueves “se empezará a discutir en la Comisión de Selección”. La encrucijada que hoy atraviesa al consejo es que el caso Farah puede sentar un precedente para que otros trasladados pidan volver a su lugar de origen. “Por eso hay que discutirlo bien”, explicó un consejero.
Actualmente, hay un concurso en trámite para ocupar dos vacantes en la sala II de la Cámara Federal porteña. Ya hay 17 postulantes para las entrevistas posteriores al examen escrito. Entre los candidatos mejor posicionados del concurso figuran: Diego Amarante, Roberto Boico, Alejo Ramos Padilla y Pablo Yadarola. Una opción que podría resolver el consejo es que Farah vuelva al tribunal revisor de Comodoro Py y quite una de las vacantes a cubrir. La sala II hoy está conformada únicamente por Martín “Doctrina” Irurzun, quien no mantiene un buen vínculo con Farah.
Las presiones
En su exposición ante la Comisión de Acuerdos del Senado –que adjuntó en su carta al consejo-, Farah dejó en evidencia cómo actuó el gobierno de Mauricio Macri. A la hora de referirse a su traslado dijo que fue motivado por “cuestiones personales”: “Desde marzo de 2008 yo era juez de la sala II de la Cámara Federal (porteña) e integrante de la sala I y firmé una resolución en la causa de Oil Combustibles por el cual definía una discrepancia que había entre dos jueces que integraban la sala I. Yo voté por confirmar el procesamiento de los imputados como ellos hacían pero modificando la calificación”. "Voté también por revocar la prisión preventiva”, agregó. Los involucrados en aquel expediente eran los empresarios Cristóbal López y Fabián De Sousa. Ese fallo molestó tanto al entonces presidente Mauricio Macri que derivó en el apartamiento de Jorge Ballestero y Farah de la cámara porteña.
“Lo peor no es si está libre o está preso (en referencia a Cristóbal López), lo peor es que me digan que cambió la carátula, eso es lo que a todos nos enloqueció”, afirmó Macri en marzo de 2018 al referirse a la decisión de la Sala I de la cámara porteña. De hecho, la AFIP macrista apeló esa resolución. “El daño se hizo, estos dos jueces se animaron a hacer lo que hicieron pensando que no iba a haber reacción, pero la hubo”, agregó el entonces jefe de Estado a la prensa en referencia a Farah y Ballestero.
“Durante aproximadamente 2 meses los medios de comunicación, por radio, por TV, los diarios por escrito, por Internet, prácticamente durante las 24 horas del día criticaron ese fallo y pusieron en tela de juicio mi honestidad. La descalificación que se hizo de mi persona fue absoluta”, narró Farah ante la comisión de Acuerdos el viernes 4 de septiembre.
“Recibí mensajes de Whatsapp, en Messenger, ofensivos hacia mi persona desde teléfonos que no conocía. En esta situación, la Asociación de Magistrados a diferencia de su histórica posición de la defensa del respeto de la dignidad de quienes trabajamos en esto, entendí que había querido guardar silencio. Y, por otro lado, fui denunciado penalmente por los delitos de abuso de autoridad, por el delito de prevaricato y por cohecho”, describió. “Funcionalmente, la Corte Suprema decidió promover una actuación ante el Consejo de la Magistratura para que se investigue mi actuación, en particular, la forma en que yo había sido llamado a intervenir en ese proceso”, indicó. “Luego de pensarlo unos cuantos días y de hablarlo con amigos y mi familia decidí pedir mi traslado”, añadió dos meses atrás.
“No renuncié porque no era cierto lo que se decía. Hacía falta que se investigara”, explicó. “Las investigaciones que se hicieron terminaron dándome la razón. En la denuncia penal que se me hizo termine con un sobreseimiento”, aclaró. El senador Oscar Parrilli pidió en aquella audiencia que el testimonio de Farah se sume a la causa en la que se investiga a la Mesa Judicial Pro por la persecución de jueces.