El radicalismo de Evolución milita y quiere que Martín Lousteau sea candidato para gobernar la Ciudad de Buenos Aires en 2023. Desde el larretismo, hoy sin un postulante definido en el distrito porteño, no ven con malos ojos la postulación e incluso especulan con un acuerdo de unidad. Actualmente, ese sector de la UCR cogobierna en la Capital Federal con el PRO y otros espacios. Por eso, desde el entorno del Jefe de Gobierno aseguran que buscarán replicar el modelo a nivel país: una coalición de gobierno en lugar de una coalición electoral, como ocurrió con el macrismo en 2015. Cada quince días hay almuerzos para charlar sobre las decisiones políticas del distrito, también hay Zoom de urgencia ante temas inminentes y consultas constantes sobre los pasos a seguir, algo que también estuvo presente durante la escandalosa desobediencia de un fallo de la Justicia federal sobre las clases presenciales.
Desde el Lousteauismo aseguran que el PRO les va a habilitar la interna porteña porque tienen al único candidato que podría llegar a frenar la avanzada del sector más duro de Cambiemos, aunque ya todos descartan que se trate de Patricia Bullrich, con más aspiraciones presidenciales que porteñas. Con ánimos conciliadores, cerca de Larreta analizan que Lousteau incluso podría ser el candidato del partido con el sello del partido..
El PRO se topó con un problema enorme para el 2023. No tiene un candidato fuerte en la Ciudad ni en la provincia de Buenos Aires. En 2019 optaron por repetir la fórmula de Horacio Rodíguez Larreta - Diego Santilli para el territorio porteño e inhabilitaron la posibilidad de que cualquiera de los dos pueda volver a postularse. La razón, un Gobierno nacional con pésima gestión condenado a la derrota electoral. Mauricio Macri fue un escollo para todos y buscaron poner todos los cañones en la boleta para garantizar una victoria en primera vuelta, sin arriesgar un balotaje. La experiencia de 2015 demostró que una segunda ronda podía complicar los resultados: Lousteau casi se quedó con la jefatura de Gobierno, algo que regodea a los de Evolución y les permite mostrar cierta fuerza dentro de la alianza: se integraron y Larreta hizo una elección histórica.
En Evolución analizan que hubo un cambio de prioridades pedido o empujado por ellos: dejar de lado las veredas para concentrarse más en salud y educación. En el Gobierno porteño coinciden en parte y dicen que la salud ya era importante pero que sí hubo una insistencia muy fuerte de los radicales con la cuestión educativa que sigue siendo un dolor de cabeza en la Ciudad por la falta de vacantes para la escuela pública, bajos salarios e infraestructura deficiente.
Otros de los ejes en los que el Lousteauismo hará foco, o ya hace foco, son la Justicia y la Seguridad. Uno de los referentes del espacio en la materia es el actual legislador Leandro Halperín, que entre febrero de 2016 y junio de 2017 se desempeñó como subsecretario de Vinculación Ciudadana con la Seguridad dentro del ministerio porteño que hoy está bajo la órbita de Diego Santilli, vicejefe de Gobierno, tras la escandalosa salida de Martín Ocampo por un fallido operativo durante un superclásico. Algo que ven como un "retroceso" desde el sector de Martín Lousteau.
Aseguran que la seguridad será central en la plataforma, algo en lo que también coinciden las otras figuras de Juntos por el Cambio por sus mensajes en redes sociales. La entienden como una cuestión que excede a los patrulleros o la policía en las calles y que es algo más integral: urbanización, luminarias, educación. Ejemplos de ello son el cannabis medicinal, la Interrupción Voluntaria del Embarazo y la Interrupción Legal del Embarazo. Por eso, no descartan una suerte de mesa interministerial de coordinación con cabeza en una Jefatura de Gabinete más fuerte. Al menos es el modelo que quieren imponer desde el radicalismo.
Internas radicales
Después de las internas en Córdoba y la provincia de Buenos Aires, el bando de Martín Lousteau está "chocho" con los resultados. Perdieron en ambas pero por menos distancia de lo pronosticado por el oficialismo que conducen el diputado Mario Negri, el presidente de la UCR bonaerense, Daniel Salvador, el gobernador de Jujuy Gerardo Morales y el resto del aparato de Juntos por el Cambio.
Ante los reproches radicales a Lousteau por haber pasado por varios espacios políticos, para su sector "no es tan loco" que haya formado parte del gobierno de Cristina Kirchner porque en ese entonces CFK prometía "un giro social demócrata". Más allá de eso, sostienen que los resultados de las internas mostraron que su voz comenzó a ser escuchada y confían en un crecimiento de la representatividad hacia adentro y afuera del partido.
Analizan que su aparición es "difícil para los macristas", en relación al radicalismo oficialista, porque tienen una impronta más rebelde, de diálogo y de un radicalismo no marginado. Con la suba de la temperatura por las internas, el sector del senador porteño acusó al oficialismo partidario de estar cómodo en lugares legislativos y aceptar una supuesta sumisión dentro de la alianza.
En ese contexto, trabajan para que Lousteau se convierta en el próximo presidente de la UCR a nivel nacional, algo que le dará más cartas para negociar un cargo en la Ciudad o, incluso, amagar con jugar a nivel nacional. De todos modos, consideran que esa silla no es necesaria para competir en 2023 y que ya están gobernando, junto al PRO, en el territorio porteño.
Sin romper nada, su plan es ampliar hacia la izquierda y no hacia la derecha, vaticinan que habrá PASO en aquéllos lugares donde no haya acuerdos pero que a veces podrá haber lista de unidad. De todos modos, hay una condición: un programa de prioridades acordado previo a las elecciones porque los comicios definen candidaturas pero no rumbos.