Javier Milei volvió a aparecer como tema de conversación en una reunión de Juntos por el Cambio. La dirigencia del PRO reiteró su almuerzo informal, que ya se convirtió en una costumbre quincenal, para charlar conceptos repetidos como la unidad, la coherencia entre las propuestas de campaña y las acciones post elecciones, y la necesidad de evitar disputas internas antes de tiempo. En ese contexto, varios punteos volvieron a escribirse en las hojas del libreto macrista. Uno de ellos, para nada menor, fue la marcación del "error" cometido cuando la mesa nacional de la alianza apuntó directamente contra el libertario, acusándolo de funcional al Kirchnerismo. Otra, un poco en sintonía con ésta, giró en torno a la relación con el radicalismo y las diferencias entre ambos espacios. La tercera puso de manifiesto la lucha por la propiedad del slogan proselitista de la "transformación" de la Argentina y la cuarta, que se comentó en off, fue el interés de Mauricio Macri por mantener a Patricia Bullrich con chances concretas para el 2023 como una suerte de nombre importante frente al avance de los sectores de derecha extrema.
Apenas terminado el almuerzo en Puerto Madero, una fuente con conocimiento de la conversación advirtió que habría dos versiones del encuentro. La primera, oficial, que giraría en torno a la realidad de la Argentina y el Congreso (punto en el que se enfocaron las diferencias con la UCR) y una segunda, real pero guardada, sobre las pretensiones de Macri de mantener a Bullrich como candidata para trabajar la relación con Milei. El trabajo puede implicar dos cosas. Una, evitar la filtración de votos del núcleo duro y otra, por ahora descartada, de sumarlo a la alianza. Si bien en la comida, según se dijo, se llegó a la conclusión de que fue un error mencionarlo en el comunicado de JxC, todavía no está claro el futuro. Hay quienes prefieren dejar la puerta abierta a una incorporación, si la pidiera el libertario, y quienes rechazan que los halcones amarillos puedan romper para irse con él para armar un espacio más combativo.
Fuentes presentes en la comida negaron que se haya planteado una situación de este estilo, lo que fue advertido por quien anticipó la existencia de dos versiones. Lo cierto, más allá de esto, es que Milei se convirtió en tema recurrente. Además del "error" de mencionarlo críticamente en el comunicado de JxC, otros temas orbitaron tangencialmente sobre su aparición en la escena política. El macrismo reivindicó la necesidad de interpretar que la gente quiere cambios y que la alianza tiene que encarnarlos. Un discurso que el libertario copó como novedad.
Por eso, la línea será "más cambio que juntos", porque la unidad es importante, "pero si no entendemos que la sociedad quiere cambios, vamos a perder", dijo uno de los presentes en el almuerzo. Hace un par de semanas, antes del primer almuerzo con los líderes PRO, Macri se juntó con legisladores amarillos bonaerenses. Ante ellos planteó la preocupación por el robo del discurso del cambio, en manos de Milei. Por una cuestión lógica, JxC ya difícilmente pueda mostrarse como lo nuevo, dado que gobernó el país y, entre una cosa y la otra, todas sus fuerzas políticas centrales llevan años en la escena argentina.
En ese contexto, "unidad y cambio" serán dos ejes centrales para el macrismo. Entendiendo que, además, lo que pueda llevarse a la campaña tendrá que cumplirse en la acción gubernamental en caso de resultar victoriosos. En una especie de negociación entre halcones y palomas, se concluyó el mantenimiento de los "principios del PRO de no votar nuevos impuestos ni aumentos de los actuales y tampoco aprobar ninguna iniciativa que apunte a agrandar la estructura del Estado".
Este fue el resumen y la postura oficial de Horacio Rodríguez Larreta frente al debate en torno a la relación con la UCR. Una idea que vale para ambos temas, el del mantenimiento de las promesas de campaña y el de la unidad. Es que un sector planteó que el PRO no puede dejar que el radicalismo le marque agenda en el Congreso, por lo que pidió una diferenciación con el partido centenario. Una más, porque el espacio comandado por Gerardo Morales fue el que mostró resistencia a una incorporación de Milei y propició su nombramiento en el comunicado de JxC.
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Para un sector PRO, la UCR "va por un camino contrario a lo que nosotros marcamos", de "más gasto, más impuestos" en referencia a la actitud del partido centenario en las votaciones de cannabis industrial y nueva ley de HIV en Diputados la semana pasada.
En el caso del cannabis, como los libertarios, la Coalición Cívica votó en contra (menos Maximiliano Ferraro, que se abstuvo), el PRO también fue por la negativa (salvo 12 abstenciones) y también Ricardo López Murphy. Pero la UCR optó por ir a favor (a excepción de tres negativos bajo los nombres de Julio, Lisandro Nieri y Pamela Versay). Por el lado de la ley del HIV hubo menos rechazos, de hecho sólo dos en el bloque amarillo. Sin embargo, fue mencionado como uno de los temas en conflicto.
Esta postura de diferenciación partidaria se entendió, sin embargo, como un peligro para la unidad de la alianza por lo que se resolvió mantener los "principios" PRO de no crear ni aumentar impuestos. Conceptualmente, la idea es la misma pero sin apuntar contra la UCR.
En el almuerzo compartieron mesa cuatro posibles presidenciables, como Mauricio Macri, Rodríguez Larreta, Bullrich, y María Eugenia Vidal. Dos aspirantes a la gobernación bonaerense, Cristian Ritondo y Diego Santilli, que en realidad participan de estos eventos como armadores de la actual diputada y el jefe de Gobierno. También estuvo el comodín de Jorge Macri, válido para la provincia como para la CABA, donde ya fue medido en encuestas. Participó el jefe del bloque PRO en el Senado, Humberto Schiavoni, su par y parte de la estructura bullrichista, Federico Pinedo, el diputado y vice del partido, Federico Angelini y Fernando de Andreis, del círculo chico del ex presidente.