La expulsión de Nicolás Posse del gabinete de Javier Milei se dio de manera escandalosa y con acusaciones informales de espionaje interno que involucraron a Karina Milei como responsable de la decisión. Pero en la psiquis del Presidente no es solo su hermana la que influye sino también Santiago Caputo, el asesor presidencial que con el reciente recambio busca ganar terreno en puestos clave.
Versiones periodísticas se hicieron eco del enojo que trascendió por parte de Karina Milei por un supuesto espionaje ilegal que Posse ordenó sobre ella y que tuvo como antecedente versiones en el mismo sentido sobre la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello. Fuentes libertarias de acceso diario a los despachos del primer piso de Casa Rosada ponen también el foco en Caputo, el "Peaky Blinder argentino" e integrante del triunvirato de poder que define el destino del país. “Se nota su huella por todos lados”, confió a El Destape un funcionario que conoció los detalles de esas charlas.
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La acusación que trascendió “desde arriba” como refieren al entorno presidencial se hizo extensiva a Silvestre Sívori, el renunciado titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). El “Señor 5” se fue al mismo tiempo que Posse, a quien respondía, pese a quienes le aconsejaban que no se apresure. Según supo este medio, los dos habían presentado al menos dos veces su renuncia en los últimos tres meses ante versiones de espionaje y nunca se las aceptaron. La revisión que comentó Milei o alguna ambición personal adelantaron la eyección.
Fue uno de una veintena de puestos estratégicos en el gabinete que rápidamente Posse supo ocupar para tener influencia directa en una gestión estructuralmente frágil de raíz. Entre ellos se puede mencionar, además de la AFI, al secretario Legal y Técnico, Javier Herrera Bravo; el procurador del Tesoro, Rodolfo Barra; además de directores en empresas estatales. Era tal el despliegue que en Casa Rosada se advertía con ironía que “si renunciaban todos los que puso Nicolás, se caía el Gobierno”.
La influencia de Sívori fue clave en varias designaciones. Si bien Posse llegó a ese cargo por su histórica amistad con Milei desde los tiempos de Corporación América, lo cierto es que era inexperto en términos de gestión pública. Mientras que Sívori tenía experiencia tras su paso por el Ministerio de Transporte en tiempos de Mauricio Macri como director de Asuntos Jurídicos de Guillermo Dietrich. De esa época se sumaron como directores en Jefatura de gabinete Juan Manuel Gallo y Mariano Fantoni. Uno de los pocos propios que Posse designó fue José Rolandi como su vicejefe, quien ahora quedó bajo las órdenes de Guillermo Francos y que seguirá en el Gabinete. Es uno de los funcionarios más involucrado en la negociación por la Ley Bases y el paquete fiscal.
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Karina Milei se reunió con Sívori el domingo y el lunes con Posse. Una fuente que tiene acceso a ambos niega que, de existir, esa información haya salido de AFI. De hecho, recuerda que cuando hubo una queja pública por parte de la senadora peronista Juliana di Tullio de esa índole por una probable “pinchadura de teléfono”, enseguida la AFI presentó una denuncia para que se investigue el hecho y la misma quedó radicada en el juzgado de Sebastián Ramos.
Los informes de situaciones de ese organismo, bajo intervención del Poder Ejecutivo desde la gestión de Alberto Fernández y prorrogada por Milei, llegan a diario al despacho presidencial. Los mismos pretenden ser un insumo clave para la toma de decisiones a partir de la producción de información creíble y verosímil. Ese despacho como otros donde se maneja información sensible, por protocolo, son revisados periódicamente con valijas especiales que incluyen instrumentos capaces de detectar frecuencias ante la posible instalación de micrófonos y cámaras.
La AFI no es el único organismo estatal capaz de hacer inteligencia. También están las direcciones nacionales de Inteligencia Criminal (DNIC) del Ministerio de Seguridad, a cargo de Patricia Bullrich; y de Estratégica Militar (DINIEM) del Ministerio de Defensa, que depende de Luis Petri. Estas oficinas articulan con las fuerzas de seguridad y armadas, según corresponda, y hay un proyecto para mudarlas al mismo edificio aunque los celos y sospechas entre agentes vuelve dificultosa esa posibilidad. En base a su expertiz, también hacen inteligencia organismos como la AFIP y la UIF. Y desde ya también existe la inteligencia privada compuesta por ex agentes llamados en la jerga como “mano de obra desocupada”.
Si bien “El Jefe” tomó la decisión de desplazar a Posse, nunca hubo una versión oficial sobre la renuncia. Quien respondió acerca del rumor sobre espionaje fue el ahora jefe de Gabinete, Guillermo Francos. En su primera conferencia de prensa dijo que no se guía “por versiones” y que “si alguien tiene algo que decir que lo diga donde corresponda”. En diálogo con TN, mantuvo la línea y amplió: “No tengo ninguna prueba de eso. Son rumores, pero no me guío por rumores. Si hay alguien que tiene que formular alguna denuncia sobre eso, la formulará. Eso es un delito, pero no creo que haya ningún ministro del Gabinete que tenga en la cabeza que lo estaban espiando".
Lo cierto es que la película no lo beneficia a Posse porque está el antecedente de otro supuesto espionaje interno a la ministra Pettovello cuando le achacó que había sacado un pasaje para viajar a Uruguay para vacacionar ni bien comenzó la gestión. El comentario fue en una reunión de Gabinete y quienes conocen al ex gerente de Corporación América aseguran que se enteró “de casualidad” y que “pecó de novato” al advertirlo frente al resto de los ministros en un momento en el que la bajada de línea era que nadie se podía ir de vacaciones.
Desde su nuevo cargo, Francos avanzará con el desmembramiento de funciones que aglutinó Posse y como en política no existen espacios vacíos el interesado en avanzar sobre ellos es Caputo, quien ya tiene personas de su confianza como ocurre en YPF con su socio Guillermo Garat. De hecho ya ocurre porque el influyente asesor se reservó la AFI para una persona de su confianza y el nombre que más resuena por estas horas es Sergio Neiffert, actual representante del Poder Ejecutivo Nacional ante la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR). También se espera que avance sobre áreas que dependen de Jefatura como ENACOM, la Agencia de Discapacidad, la Agencia de Bienes del Estado, Conicet, el Banco Nacional de Datos Genéticos y empresas estatales que el Gobierno quiere desguazar y hasta privatizar como es el caso de Télam, Corredores Viales y Aysa, entre otras. Quienes queden al mando será la evidencia del nuevo esquema de poder.
Un dato del que no se habla en medio de estos movimientos es sobre la reestructuración de la AFI, materia pendiente ya desde hace varias gestiones como también el manejo de los recursos reservados que nunca desaparecieron. Ese presupuesto, que según el Informe de gestión de Gabinete que Posse presentó en el Senado no llega al 10% de los $19.355.781.584 para la AFI en abril, ahora quedarán bajo el manejo político de Santiago Caputo.