El gobierno del ultraderechista Javier Milei tendrá entre sus filas a María Eleonora Urrutia, esposa del último ministro de Hacienda del dictador chileno Augusto Pinochet, el Chicago boy Hernán Büchi. Ambos están señalados en la trama de lavado de dinero de los Panamá Papers y, desde 2016, dividen sus vidas entre Argentina y Suiza. Urrutia, una antifeminista, ultraliberal -con cargos durante el menemismo- y férrea defensora del Estado subsidiario, participa de la actual transición de Gobierno, a cargo del área de Educación, según confirmaron a El Destape fuentes cercanas.
"Tienen claro quienes vayan a gobierno que los caminos son dos: o se pacta con ellos a lo (ex presidente de Chile, Sebastián) Piñera o se cumple con las tareas del Estado -incluyendo la seguridad- y al salir esperan las causas de DDHH. La izquierda violenta no perdona y aplica escarmiento para amedrentar", escribió en Twitter y arrobó al ahora presidente electo Milei, a tan sólo horas de que se abrieran los comicios el pasado 19 de noviembre. La arenga de la abogada mendocina por la Universidad de Cuyo en ese posteo se refirió a la posición que tomó el entonces presidente de Chile que durante el estallido social, al cabo de un mes de estado de sitio, ejército en las calles y en medio de fuertes denuncias por violaciones a los derechos humanos, decidió pactar con las élites políticas para poder terminar su mandato.
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Urrutia, que es también magister en Economía y Ciencia Política por la Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas (Eseade), definió su retorno al país en 2016, luego del escándalo desatado del otro lado de la Cordillera en torno a los Panamá Papers. Mientras que Büchi decidió mantener su domicilio en Suiza.
A fines de julio de este año, Urrutia activó sus redes sociales, sobre todo Instagram y TikTok, con un perfil más político, ya sin fotos de su familia ni de los viajes entre los tres países que suele frecuentar. El 26 de julio subió su primer video en el que contó que tuvo que dejar su anterior profesión habitual en Argentina -sin especificar cuál ni por qué- y que en "otro país" la invitaron a formar parte de un proyecto de medios de comunicación -"en una plataforma online de transmisión de noticias", definió, sin decir cuál, pero se entiende que sería en El Líbero-. Entonces, tomó la decisión de contar "otra narrativa" diferente a la de los medios tradicionales a los que catalogó como "grupos de poder" que responden a una "agenda predeterminada". En su ejemplo puso bajo cuestionamiento el cambio climático.
Desde entonces, su feed se llenó de videos: "Gobiernos de izquierda, derecha y Milei"; "¿Cuánto se parece (Milei) a Trump, Bolsonaro y el resto de los gobiernos de derecha?" O "¿Milei acabará con los derechos sociales?" Son algunos de los títulos que se pueden ver, en los que explica que el "liberalismo" del presidente ultraderechista electo en materia económica significa la "desconfianza" sobre los Gobiernos y entrega de la confianza a las personas, en pos de la construcción de un Estado subsidiario para "las personas que no estén todavía capacitadas para cuidar su salud, alimentación, vivienda, etcétera", así dejar en manos del Estado sólo las cuestiones de Seguridad, Defensa y Justicia. En uno de ellos, por ejemplo, sostuvo que el ex presidente brasileño Jair Bolsonaro es "Evo Morales, al lado de Milei".
Pero no sólo eso, la encargada de Educación -área que debe aplicar la ley de Educación Sexual Integral-, se ganó un retuit por parte de Milei en las últimas semanas cuando salió a defender la idea de que no existe la brecha de género entre varones y mujeres, un tema que fue mencionado en los debates presidenciales. "Ellas (por quienes adhieren al feminismo) quieren desigualdad ante la ley, apalancarse en el Estado y obtener privilegios, ventajas y prebendas, que por mérito propio, estudios o currículum no conseguirían", se la escucha decir en un video en el que habla sobre el "feminismo extremo".
"Las mujeres no somos víctimas ni necesitamos la tutela del Estado", cerró.
Urrutia es, además, investigadora asociada de Faro UDD, un centro interdisciplinario de humanidades y ciencias sociales creado por la Universidad del Desarrollo -donde Büchi es presidente del directorio-; es integrante del Consejo Directivo de la Fundación para el Progreso, vinculado con funcionarios del segundo gobierno de Sebastián Piñera; columnista del portal Infobae y del medio El Líbero creado por Büchi, en 2014, en donde escribió una fuerte apología a la dictadura argentina. Fue mano derecha de Jorge Rodríguez, jefe de Gabinete durante la segunda presidencia de Carlos Menem y formó parte de los equipos que trabajaron en "la segunda reforma del Estado", en Argentina. En 1997, cuando se privatizó el Banco Hipotecario Nacional, ella fue designada directora (decreto 924/97). Desde 2008, fue asesora de Jefatura de Gabinete en la provincia de Buenos Aires (decreto 2311/08) y su cargo fue renovado en 2012 (decreto 929/11).
Según el portal chileno ExAnte, conoció a Milei en la Eseade y la cercanía con el presidente electo está mediada por "la mutua admiración hacia Alberto Benegas Lynch hijo". Él, de hecho, fue quien creó esa universidad. Urrutia, además, fue de las invitadas del mandatario electo al último debate presidencial.
El historial de Büchi
Büchi es uno de los conocidos Chicago boys de Chile, un grupo de economistas egresados de la Universidad de Chicago que colaboraron con el régimen pinochetista para implementar las políticas neoliberales que se derramaron en la región durante la década de 1990. Ese legado sigue vigente en el país transandino: el sistema subsidiario del Estado está atado en la Constitución elaborada por el pinochetismo.
Sentado sobre la base de ideas de Hayek y Friedman -dos economistas que Milei elogia y menciona-, los Chicago boys se ocuparon de asegurar el pleno desarrollo de las libertades económicas en Chile, lo que significó la entrega de derechos al manejo de los privados para que el Estado sólo interviniera lo mínimo posible en cuestiones como educación, salud, pensiones y jubilaciones, por poner algunos ejemplos. De Chile, de hecho, Milei quiere importar el modelo de vouchers en educación, para el que Büchi y sus compañeros sentaron las bases.
Büchi, afiliado a la Unión Democrática Independiente (UDI) -partido creado por Jaime Guzmán, el colaborador más cercano de Pinochet- fue candidato a la Presidencia ni bien se restituyó la democracia, en 1989; y perdió ante Patricio Alwyn, del partido Demócrata Cristiano. Luego, se dedicó a los negocios. Fundó el Instituto Libertad y Desarrollo y trabajó junto a directorios de diversas empresas de su país, como P&S, Fallabella, Copesa, Parque Arauco y Metalpar. Fue elegido como miembro del directorio del Banco de Chile, en 2019, y su cargo fue renovado en marzo de 2023.
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En 2017, anunció que se iba de Chile bajo el argumento de que en su país estaba "incómodo", sentó su residencia en Suiza, de donde tiene nacionalidad por parte paterna: "He tenido mucha lealtad a Chile, pero tomé la decisión de centrar mis intereses fuera, principalmente, porque cuando veo que las leyes se hacen difíciles de cumplir, porque las cambian o las reinterpretan, porque un día son una cosa y otro día son otra y no hay seguridad jurídica, me siento incómodo y me dan ganas de partir", reseñó en ese entonces el diario La Tercera.
Panamá Papers
Por esos años en los que la familia Büchi-Urrutia decidió dejar el país del otro lado de la Cordillera, el Centro de Investigación Periodística (Ciper)-Chile había hecho pública una investigación que los vinculaba directamente con la trama de corrupción y lavado de dinero que se hizo conocida a nivel mundial: los Panamá Papers.
En ese momento el bufete panameño de abogados Mossack Fonseca pasó al centro de la escena mundial por ser utilizado por clientes de más de 200 países y territorios para crear sociedades pantalla en paraísos fiscales y jurisdicciones con sistemas tributarios blandos. Allí, apareció activa una sociedad offshore vinculada al matrimonio.
“En los registros del bufete panameño, Hernán Büchi aparece como accionista de la sociedad Compton Investment Inc., registrada en Seychelles en enero de 2011" cuya directora es nada menos que su esposa, María Eleonora Urrutia, escribió en ese momento la periodista Mónica González en Ciper. Y agregó: “La sociedad se abrió a través de las oficinas de Mossack Fonseca en Montevideo, Uruguay, y según los registros aún se mantiene activa” para ese entonces.
También puntualizaron que, entre los 11,5 millones de registros que pertenecen al bufete panameño y a los que tuvo acceso Ciper, los apellidos Büchi y Urrutia se mencionan en "al menos una docena de documentos que acreditan" lo anteriormente dicho, tal como se puede ver en el certificado emitido por la oficina de Mossack Fonseca en Seychelles.
Más nexos de Milei con la extrema derecha chilena
En 2019, tras el estallido político y social en Chile, Milei dio una conferencia en el Auditorio de Libertad y Desarrollo (LyD), en una actividad organizada por el Centro de Estudios Libertarios (CEL). Por esos días, dio una entrevista a Vanessa Kaiser, hermana del diputado Johannes Kaiser por el Partido Republicano (PR). Una familia que, al igual que Milei, se declara seguidora de la escuela austríaca.
Con el líder del PR, José Antonio Kast, ex candidato a presidente, comparten pertenencia en el Foro de Madrid, la plataforma que aglutina a toda la extrema derecha internacional, junto con Vox (España), Alternativa para Alemania (Afd), entre otras fuerzas. Como se ve, el presidente electo desde hace años cultiva sus vínculos con los líderes de la extrema derecha chilena artífice de sostener y radicalizar el desligue del Estado y la predominancia del mercado.