En el primer año de gobierno de Javier Milei, los aumentos en las tarifas de servicios públicos, como la luz y el gas, fueron significativos, reflejando la necesidad de ajustar los precios frente a la situación económica del país. Según un informe del Observatorio de Tarifas y Subsidios del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de UBA-Conicet, el costo de la canasta básica de servicios, que incluye energía, gas, agua y transporte, experimentó un aumento alarmante en los últimos meses.
Este ajuste tarifario afectó gravemente a los hogares promedio, especialmente en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), donde el impacto de los tarifazos ha sido más notorio.
El incremento de tarifas en los primeros meses de 2024 ha sido especialmente pronunciado, lo que ha generado una mayor presión sobre las familias argentinas. El informe señala que, en octubre, un hogar promedio del AMBA sin subsidios gastó $134.414 para cubrir la canasta básica de servicios, un aumento del 369% respecto a diciembre de 2023.
Este aumento generó preocupación, ya que muchos hogares se ven obligados a destinar una parte considerable de su salario solo para cubrir estos servicios esenciales. Además, la distribución del gasto cambió, con el transporte representando la mayor parte del gasto en la canasta, lo que agrava la situación.
En este contexto, la carga sobre los sectores más vulnerables de la población es cada vez mayor, ya que los aumentos en las tarifas de luz y gas no han sido proporcionales al aumento de los ingresos. A medida que los hogares destinan más dinero para cubrir los costos de estos servicios, el impacto en su poder adquisitivo es cada vez más fuerte. La creciente desigualdad en el acceso a estos servicios esenciales se ha convertido en una preocupación central del gobierno y de la sociedad en general.
Aumento de tarifas: luz, gas y transporte en cifras
En cuanto a los aumentos específicos de la luz y el gas, el informe del IIEP destaca que la canasta básica de servicios que incluye estos dos elementos ha subido de manera considerable, especialmente para los hogares sin subsidios. A partir de los ajustes tarifarios implementados por el gobierno de Milei, el costo de la energía y el gas ha incrementado sustancialmente. Si bien el aumento exacto para cada servicio varía según el consumo, los hogares en el AMBA han experimentado una presión económica significativa debido al alza en estos rubros.
En este contexto, el gasto en transporte, que representa la mayor parte del aumento de la canasta básica de servicios, alcanzó los $56.228, lo que refleja un incremento del 601% con respecto a diciembre de 2023. Este aumento ha sido impulsado por los ajustes en el precio de los combustibles y el transporte público, lo que ha agravado aún más la situación de los hogares, que ya enfrentaban altos costos por los aumentos en los servicios de luz y gas. El peso proporcional de este gasto en relación con el salario promedio registrado alcanzó el 42%, un número significativamente alto comparado con el 6% en diciembre de 2023.
El impacto en el poder adquisitivo y las políticas de subsidios
El fuerte aumento en los costos de la canasta básica de servicios ha generado un fuerte impacto en el poder adquisitivo de los argentinos, especialmente aquellos que ya enfrentaban dificultades económicas. Para muchos hogares, los aumentos en los servicios de luz y gas, junto con el incremento en el transporte, han significado un recorte en el consumo de otros bienes y servicios esenciales. Esta situación ha afectado más a los sectores más vulnerables, que dependen en mayor medida de los subsidios para poder afrontar estos aumentos.
El gobierno de Javier Milei enfrenta el desafío de equilibrar las políticas de subsidios con la necesidad de reducir el déficit fiscal. En este sentido, los aumentos en las tarifas de luz y gas buscan una gradual eliminación de los subsidios que benefician a los hogares de mayores ingresos, aunque las medidas también han afectado a sectores de la clase media y baja.
Este ajuste tarifario está en línea con los objetivos del gobierno de reducir el gasto público, pero su impacto en el bienestar de los argentinos es un tema de debate y preocupación. Las políticas de subsidios seguirán siendo un tema clave en la agenda económica del país.
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