"Preocupa que se le siga pidiendo ajuste a las provincias", plantó bandera el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, antes de sumarse a la reunión que los mandatarios provinciales mantuvieron con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el ministro de Economía, Luis Caputo, luego de que el presidente Javier Milei les reclamara un ajuste de nada menos que 60 mil millones de dólares durante la presentación del Presupuesto 2025. Francos y Caputo les aseguraron que ese número no era correcto y les aclararon algunos puntos de lo anunciado que no habían quedado claros, hablaron de la continuidad de la obra pública y de las deudas con las cajas previsionales. "Fue una buena reunión", aseguró después el propio Pullaro, dando cuenta del cambio de perspectiva que ofrecieron los funcionarios después de la desmesura presidencial.
Pullaro, que es radical y mantiene un buen diálogo con el Gobierno, representó el sentimiento que prevalecía entre los gobernadores colaboradores luego de escuchar la presentación de Milei, donde no sólo les exigía más ajuste sino que tiró una cifra fuera de toda dimensión. “A los gobernadores les digo: cumplir el compromiso de bajar el gasto público consolidado a 25 puntos del PBI requiere que las provincias en su conjunto hagan un ajuste adicional de 60 mil millones de dólares”, lanzó el Presidente. De acuerdo al cálculo de El Destape, esa cifra representa el 57% del gasto total de las provincias. Casi significaría paralizar todas las administraciones.
En el revoleo de números del oficialismo, el presidente de la comisión de Presupuesto de Diputados, José Luis Espert, difundió luego otro cálculo que redondeaba el recorte que se exigía en unos 20 mil millones de dólares, un tercio de lo expresado por Milei. “Acá lo que tiene que venir es una gran ajuste de empleo público en provincias y municipios", deslizó, sin poner plazos para el recorte que deben llevar adelante los gobernadores. Luego, en la reunión encabezada por Francos y Caputo, de la que participaron dos gobernadores de manera presencial y 18 en forma virtual, no se especificaron cifras, pero se dio a entender que lo de Milei había sido un error. "Se aclaró que no era cifra", reveló un gobernador.
Fue luego de una intervención del gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, que comentó que no había encontrado en el proyecto enviado al Congreso el recorte planteado por el Presidente. Añadió que, además, le parecía de imposible cumplimiento porque se trataba de más de la mitad de los recursos coparticipables. "Es una meta a alcanzar a largo plazo", le respondió Caputo. El Presidente ya había hecho algún cálculo "a eternidad", como cuando aseguró que aumentarle 17 mil pesos de mínima a los jubilados representaria una deuda para el Estado de 370 mil millones de dólares. Habría utilizado parámetros similares.
En estos nueve meses y pico de gestión, Milei les quitó a las provincias el Fondo de Incentivo Docente, el Fondo Compensador del Transporte, disminuyó a una mínima expresión las transferencias discrecionales y busca traspasarle toda la obra pública que venía realizando el Ejecutivo nacional. Además, la ley de Movilidad Jubilatoria que vetó, incluía un reconocimiento de las deudas que el Estado mantiene con las cajas previsionales que quedaron en manos de 13 provincias. Por eso, los gobernadores intercambiaron mensajes de incredulidad en su chat luego de escuchar al Presidente en el Congreso. "Ya estamos todos con las obras públicas paradas y con las cajas jubilatorias en rojo. ¿Qué más quieren hacer?", planteaban cerca de uno de los mandatarios dialoguistas.
Sólo los gobernadores de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, y de Misiones, Hugo Passalaqua, participaron de manera presencial de la reunión dado que se encontraban en Buenos Aires. El resto lo hizo vía zoom -en los casos que el gobernador se encontraba de viaje lo reemplazó el vice o su ministro de Hacienda-, a excepción de cuatro mandatarios de Unión por la Patria -Axel Kicillof (Buenos Aires), Ricardo Quintela (La Rioja), Gildo Insfrán (Formosa) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego)- enrolados entre los opositores más duros con la Casa Rosada.
El oficialismo necesita de la ayuda de los gobernadores dialoguistas para la aprobación del Presupuesto en el Congreso, que no pinta nada fácil. Al término del encuentro, Pullaro insistió sobre la necesidad de que Nación salde las deudas con las provincias. "Nos dijeron que están intentando equilibrar con las provincias que le deben a Nación y la deuda de Nación con ellas, y sobre las demás se les va a pagar", dijo Pullaro a El Litoral. Otro reclamo tuvo que ver con las deudas que Nación mantiene con las empresas constructoras de obra pública que son traspasadas a las provincias. Los gobernadores aceptan hacerse cargo de las obras, pero no de las deudas nacionales.
En Unión por la Patria adelantaron que no están dispuestos a hacerle caso a Milei. "Este ajuste es totalmente inútil e innecesario", sostuvo el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco. "Nosotros, desde acá de la Provincia, le decimos a Milei que no vamos a hacer ese ajuste", completó uno de los funcionarios más cercanos al gobernador Kicillof. Obviamente que los recortes son para todas las provincias, pero dada la magnitud de lo planteado por la Casa Rosada impacta en especial en Buenos Aires, que debería concentrar la mayor parte de los 60 mil millones de dólares de los que habló el Presidente. Bianco planteó que la Provincia, en verdad, quería ir en la dirección opuesta, porque los bonaerenses había reelegido a Kicillof para que fortalezca el Estado y asegurarles más derechos.
Algo similar sostuvo el riojano Quintela, quien calificó de "invivible" la Argentina bajo un nuevo ajuste como el que se plantea. "Lo que busca, el tan ansiado déficit cero, es una cosa absurda. Someter y matar de hambre a 50 millones de argentinos por ese famoso déficit cero no es el criterio que tiene que tener un gobernante", agregó. Muchos gobernadores explicaron que sus provincias no tenían déficit, por lo que no tenía sentido el ajuste. Fue el caso del pampeano Ziliotto, que recordó que su provincia tiene las cuentas equilibradas desde hace tiempo. "Si la Nación no nos quita nuestros recursos, funcionamos bien", advirtieron desde la gobernación.