El presidente Javier Milei pasó la previa a su cumpleaños en Olivos cenando con los gobernadores de origen peronista más cercanos, con los que busca cerrar un acuerdo para garantizar sus próximos objetivos legislativos: la aprobación del Presupuesto 2025 y evitar que la oposición modifique la ley de DNU. Osvaldo Jaldo (Tucumán), Raúl Jalil (Catamarca), Gustavo Sáenz (Salta) y Hugo Passalacqua (Misiones), llegaron a Buenos Aires con el objetivo de cobrar los favores otorgados en el Congreso y obtener un trato preferencial con el Ejecutivo en épocas de malaria generalizada. Un desafío para el Partido Justicialista -Cristina Kirchner lo planteó en algunos de sus últimos mensajes y también este lunes el ministro de gobierno bonaerense Carlos Bianco- es qué hacer con los gobernadores y diputados electos en boletas del peronismo que ahora se muestran como alegres libertarios. Más pragmáticos, los partidos provinciales suelen practicar el oficialismo continuo.
"Nosotros venimos dando gobernabilidad desde el primer momento porque entendemos que debe ser así, la gente lo votó", resumió Sáenz antes de ingresar a Olivos. Más temprano, el gobernador salteño -que hasta hace unos meses se jactaba de pasar las fiestas de fin de año cantando canciones folclóricas junto a Sergio Massa- se preocupó en aclarar que no eran "héroes" ni irian a un "festejo" con el Presidente, para evitar el mal paso de aquellos 87 diputados que fueron a un asado festivo luego del veto a la movilidad jubilatoria. Sáenz adelantó su predisposición a votar el Presupuesto siempre y cuando incluyeran el financiamiento para las obras que les traspasaron a las provincias. Por último, se pronunció a favor de la jubilación de CFK. "Ya tuvo su oportunidad, cumplió un ciclo, podrían renovar el Partido Justicialista, como todos los otros partidos. Cambio, gente nueva, es lo que votó la gente", cerró.
La comida en Olivos surgió la semana pasada, cuando los gobernadores llegaron hasta el despacho del ministro de Economía, Luis Caputo. "Excelente reunión de trabajo", se entusiasmó Toto por las coincidencias con los mandatarios amigos. El tucumano Jaldo fue quien hizo punta en la colaboración con la Casa Rosada. Elegido en las listas del peronismo, no tuvo problemas en pegar el salto a la primera oportunidad y ordernarle a sus tres diputados que conformaran el bloque Independencia, separados de la bancada de Unión por la Patria. Jalil, en cambio, se acercó a partir del tratamiento de la ley Bases, cuando apoyó el abusivo RIGI, esperando inversiones en minería para su provincia. A partir de ahí, sus diputados mantuvieron una actitud oscilante. Su pareja, Silvana Ginocchio, se mantiene muy activa trabajando y votando con la bancada de Unión por la Patria, En cambio, Fernanda Avila fue una de las ausencias estratégicas que facilitó la validación del veto al financiamiento universitario.
En su campaña para alcanzar la presidencia del PJ, Cristina Kirchner los puso de ejemplo del peronismo que se torció y que hay que enderezar. Sumó a ellos al diputado Alberto Arrúa, que pertenece al PJ de Misiones pero que integra la bancada Innovación Federal junto a los legisladores de Sáenz y Passalacqua, los otros dos comensales de Olivos. Este lunes, en su habitual rueda de prensa, el ministro Bianco, mano derecha del gobernador Axel Kicillof, condenó este juego de los gobernadores. "Para nosotros es doloroso que compañeros que se autoperciben peronistas puedan dar su apoyo a este tipo de medidas", sentenció. Un dirigente al tanto de los tejes y manejes de la interna peronista, marcaba que en la lista de CFK llevaba a los ex gobernadores Juan Manzur y Lucía Corpacci, a cargo de los peronismos de Tucumán y Catamarca, respectivamente. Si quisieran, podrían accionar contra los gobernadores. Es más, el Día de la Lealtad Jalil y Corpacci compartieron un acto para celebrar "el legado de Perón".
A Milei le viene funcionando la estrategia de dividir a las fuerzas políticas opositoras. De movida, desestabilizó al PRO a sumar a Patricia Bullrich como ministra de Seguridad. La UCR seguramente resolverá esta semana el quiebre de su bloque de diputados por la permanencia de los cinco radicales "con peluca", que le vienen votando todas las últimas medidas al Ejecutivo e integraron el lote de los 87 "héroes" que recortaron el aumento a jubilados. En ese contexto, Unión por la Patria fue quien hasta el momento se mantuvo más unido, pero las diferencias también comenzaron a generar tensión.