En medio de una entrega de premios a efectivos de la Policía Federal Argentina (PFA), el presidente Javier Milei volvió a atacar a las universidades al afirmar que en los últimos años hubo una "penetración de la izquierda" en esa y otras instituciones, lo cual provocó que el Estado "abandone" la función de ejercer "el monopolio de la fuerza" y así "convertir al país en un baño de sangre".
"Debido a la penetración de la izquierda en las instituciones, las universidades, la dirigencia policial, empresarial y los medios de comunicación, lentamente fueron abandonando esta función indelegable del Estado hasta que convirtieron al país en un baño de sangre, pero la sociedad les dijo basta. Estamos cumpliendo el compromiso que asumimos y volviendo a llamar a las cosas por su nombre", planteó Milei durante un acto en la Escuela de Cadetes de la PFA, en el barrio porteño de Villa Lugano. Además de Bullrich y la plana mayor de la PFA, también participó la vicepresidenta Victoria Villarruel.
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El Presidente, que disertó luego de entregar premios a distintos efectivos por su labor durante el año, pidió disculpas a las autoridades policiales por "los años de escarnio" que sufrió la fuerza y cuestionó a los anteriores gobiernos por "denostar a sus fueras de seguridad". "Llegaron incluso al absurdo de liberar presos o castigar policías honorables. Ellos se pasaron dos décadas defendiendo lo indefendible y tratando de hacernos creer que las fuerzas de seguridad eran los victimarios. Se escudaban en el garantismo para promover el abolicionismo", explicó.
Milei resaltó que al arribar a la Presidencia aplicó "un giro de 180 grados" en materia de seguridad, la cual -afirmó- es "indispensable para la recuperación" del país. "Los buenos son los de azul, los malos son los que delinquen, roban y matan", aseguró.
En esa línea, cuestionó a "los políticos caranchos" que tienen "seguridad privada" y que "en lugar de respaldar" a los integrantes de la Policía deciden "desfilar por las calles y la televisión" para "agitar sus propias banderas políticas". "En esta Argentina no hay lugar para semejante degeneración. Las leyes están para cumplirse", sostuvo.
Además del Presidente y Bullrich, también participó del acto la plana mayor de la PFA; el vocero presidencial, Manuel Adorni; el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem; y la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien se mostró junto a Milei luego de más de un mes, y en medio de una interna a fuego lento.
Bullrich, al comenzar su breve discurso, le hizo un guiño a la Justicia y saludó expresamente al juez Mariano Borinsky, miembro de la sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal. "Un honor que nos acompañe", le dijo Bullrich al magistrado, uno de los tres jueces que decidirán si se confirma o no la condena de la exmandataria Fernández de Kirchner.
"Debe ser la primera vez que en la historia argentina que tantos miembros del Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial acuden a acompañar a la PFA en su acto. Durante muchos años venir a estos actos era algo que dejaban para segundas o tercera líneas", indicó Bullrich, y agregó que "es un orgullo" y que es "algo inédito en la historia".
Bullrich destacó la política en materia de seguridad de la gestión de Milei y aseguró que "después de 25 años de desorden" la Policía y las fuerzas de seguridad "llevan con orgullo la tarea de brindarle orden público a 46 millones de argentinos". "El paradigma es el apoyo total y absoluto a las fuerzas de seguridad en el cumplimiento de su deber. Los delincuentes, cuando las hacen, las pagan", señaló.