La nueva ley Bases debía comenzar a tratarse hoy en comisión, pero ya se habla de una postergación para la próxima semana. A medida que avanza en conversaciones con la oposición dialoguista, el Gobierno se encuentra con nuevas diferencias respecto al texto del "borrador" que repartió días atrás y el escenario se empieza a parecer mucho al que sufrió en enero: un aprobación en general pero con rechazos en particular, con varios artículos en riesgo. Como podría reaccionar el presidente Javier Milei frente a otra decepción es un tema complejo. El ministro del Interior, Guillermo Francos, salió ayer de gira a la caza de apoyos en encuentros con gobernadores a los que invariablemente les asegura que atenderán sus reclamos, con soluciones que luego nunca aparecen. El tic toc de la ley, del capítulo fiscal que va en paralelo y del consecuente Pacto de Mayo sigue adelante y los plazos ya se ven apretados.
Los gobernadores de la región centro -el cordobesista Martín Llaryora, el radical santafesino Maximiliano Pullaro y el macrista entrerriano Rodolfo Frigerio- puede resultar claves para el trámite parlamentario de los proyectos del Ejecutivo. Por los legisladores que le responden, pero también por la influencia que pueden ejercer sobre el resto. En estos meses tuvieron un diálogo complicado con la Casa Rosada. Especialmente luego del fracaso de la ley Omnibus original, cuando el presidente Javier Milei colocó a Llaryora y a Pullaro al tope de la lista de indeseables. A partir de ahí hubo reconciliaciones y distanciamientos pero, en la previa de la llegada de Francos al encuentro de la Región Centro, el gobernador cordobés salió a mostrarse convencido de la aprobación de la nueva Bases y del Pacto de Mayo, que se celebrará en su provincia.
Sin embargo, en el escenario del encuentro de ayer, Llaryora avisó que necesitaban un modelo con rumbo productivo. "No queremos una economía estabilizada con empresas cerradas y trabajadores en la calle", advirtió. Pullaro también habló de la región centro como el corazón productivo del país. "No estamos en la timba financiera", acompañó. Los tres gobernadores mantuvieron un breve encuentro a puertas cerradas con Francos, en los que el ministro hizo una habitual promesa acerca de normalizar el envío de recursos en cuanto el Ejecutivo haga algo de caja. "La realidad es la realidad", avisó.
Con todo, los gobernadores le reconocen al Ejecutivo haber bajado varios capítulos del proyecto original que les resultaban indigeribles como el aumento a las retenciones. Además. ahora está acompañado de un paquete fiscal que al menos hace algún guiño a las necesidades de las provincias, aunque la reincorporación del coparticipable impuesto a las Ganancias a la cuarta categoría cosecha apoyos y rechazos. La reforma laboral que promueve el radicalismo se convirtió en un lío. La sensación que queda, tanto en funcionarios como en gobernadores, que ningún acuerdo termina de cerrarse.
Eso quedó muy patente en el encuentro que Francos mantuvo por la mañana en su despacho con el gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal, que se ubica entre los más desencantados con el Gobierno. En la conversación, Vidal volvió a plantearle las cuestiones que le preocupan. Por ejemplo, su desacuerdo con que Yacimiento Carboníferos Río Turbio (YCRT) integre la lista de empresas a privatizar, los despidos masivos en las paralizadas represas Kirchner y Cepernic, la venta de YPF de sus pozos maduros y de los tarifazos de luz y de gas, que impactarán el doble en su provincia.
Francos escribió luego en las redes una versión muy optimista del encuentro. "Conversamos sobre los distintos aspectos que hacen al gas, la minería y el petróleo en la provincia y la necesidad de avanzar en el tratamiento de la ley Bases", consideró el ministro del Interior. Vidal se vio obligado a dar su propia versión de lo conversado, en la que las diferencias fueron mucho más marcadas que las coincidencias. "Siempre es lo mismo con Francos, atiende y dice que va a resolver los problemas y después no pasa nada", comentaban en el entorno del gobernador santacruceño. Por ahora, no hay cambios: los legisladores santacruceños votarán contra la ley Bases, así como alzarán la mano por el rechazo al DNU en caso de convocarse a sesión especial.
Desde Paraná, sede del encuentro de la Región Centro, el ministro del Interior siguió viaje a Santiago del Estero donde lo esperaba Gerardo Zamora. De origen radical, Zamora viene moviéndose desde hace años junto al kirchnerismo e integra Unión por la Patria, por lo que podría considerarse el contacto más valioso de Francos de ayer. "Pude expresarle todas las cuestiones que nos preocupan desde nuestra visión federal", sostuvo Zamora. Francos contó a la salida que hablaron acerca de lo que la Nación podía hacer para que avancen las obras públicas que quedaron paralizadas. De nuevo en la zona de promesas de las que luego se verificada poco y nada.
Todo sigue su rumbo, pero probablemente no en la dirección exacta que quiere Milei. El gobernador de Chubut, Ignacio Torres, otro de los dialoguistas críticos, consideró anoche que el Gobierno tuvo "una curva de aprendizaje" de enero a esta parte, por lo que comprendió que si quiere sacar leyes tiene que conversar. "Es posible que la ley Bases salga por amplia mayoría", consideró, sin entrar en detalles del tratamiento en particular. Pero añadió que el Pacto de Mayo debería tener también un componente federal que todavía le falta si quiere la aprobación de la mayoría de los gobernadores. Más tarea para Francos.