"Acá es donde está Milei", decían los transeúntes que pasaban frente al hotel Libertador, lugar que el presidente electo usó como hospedaje, sala de reuniones, de entrevistas y bunker en los últimos días. Allí se dieron las frenéticas conversaciones para armar el gabinete, en las que el miniarquista tuvo que surfear la presión de los aliados para ocupar lugares en el gobierno que va a asumir.
Las dudas en los ravioles del organigrama de Javier Milei estaban en los socios: el PRO de Mauricio Macri y el peronismo cordobés del gobernador Juan Schiaretti.
Cerca de las 16, circuló la versión de que el ex ministro de finanzas Luís "Toto" Caputo era el elegido para ser el ministro de Economía de Milei. A esto le siguió la declinación de Emilio Ocampo, presunto experto en dolarización a ser titular del Banco Central, cargo en el que sería reemplazado por Damián Reidel, otro ex funcionario del gobierno de Cambiemos. Los dos que ingresarían, lo harían a instancias de Macri, que tutela al líder de LLA desde las elecciones de octubre.
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El corrimiento de Ocampo se puede leer en clave del rechazo que tenía el PRO al plan de dolarización y la mentada destrucción del Banco Central. Las tensiones se hicieron evidentes en la entrevista que dio el economista de La Libertad Avanza (LLA), Carlos Rodríguez, a La Nación Más.
La confusión del cuarto dia de Milei como presidente electo escaló más cuando circuló el rumor de que Carolina Píparo no iría a la Anses, algo que había sido confirmado por el propio líder de LLA. Incluso, la diputada nacional, a través de su cuenta de Twitter, había informado que el lunes tenía pactada una reunión con la actual titular del organismo previsional, Fernanda Raverta. Quién se perfila para conducir la Anses es el ministro de Hacienda de Córdoba, Osvaldo Giordano. Esta tarde, referentes de LLA se debatían si confirmar o no la baja de Píparo.
La aparición de un funcionario schiarettista no fue un hecho novedoso en la jornada, ya que en la reunión de transición de las carteras que absorberá el ministerio de Infraestructura, estuvo el titular de Transporte de Córdoba, Franco Mogetta.
Sin embargo, el hecho político de la tarde fue el anuncio de que la ex candidata a presidenta, Patricia Bullrich, volverá al ministerio de Seguridad. El anuncio fue confirmado por miembros de LLA. Desde el PRO se comentaba que, por un lado, había negociaciones en conjunto, pero que a la vez Bullrrich llevaba conversaciones por su cuenta. La postura del partido amarillo es que el PRO entre en bloque al gabinete.
Los nombres que el candidato libertario eligió para ocupar el Estado habían sido una incógnita hasta hoy. También hubo idas y vueltas sobre el viaje a Estados Unidos de Milei, que finalmente fue confirmado. Se esperaba que los nombramientos se oficialicen en la cuenta de Twitter Oficina del Presidente Electo de la Argentina a las 18, pero nunca hubo un parte.
Durante la tarde, el dirigente Santiago Caputo entró y salió del hotel, sin tener contacto con la prensa. El diputado electo Martín Menem y el community manager de Milei, Iñaki Gutierrez, tampoco hicieron declaraciones. Se sabe que en las reuniones estuvo la jefa de campaña, Karina Milei. En el correr de la tarde pasaron por el edificio el futuro ministro de Interior Guillermo Francos y el legislador porteño Ramiro Marra.
Un episodio curioso en el medio de la confusión: frente a la sede multiuso del Hotel Libertador hay una dependencia de la Anses. De ese edificio salió Fernanda Raverta, que entre sonrisas de desconcierto omitía consultas sobre la anunciada reunión del lunes con Píparo.
El ambicioso crossover de LLA y el PRO, al que ahora se sumó el peronismo cordobés, deja, no solo a Píparo y Ocampo sin lugar, sino también le saca Seguridad a la vicepresidenta electa, la defensora de genocidas Victoria Villarruel, que tenía lotería para esa cartera, al igual que para Defensa. Hasta hoy no se sabe qué rol ocupará Marra, uno de los históricos del espacio.
Según había trascendido, se pactó una mesa LLA-PRO para el sábado. Más allá de capear la negociación con sus socios de lo que Milei denomina "la casta", los traspiés en la confección del gabinete pueden también dar lugar también a chispazos internos.
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