El bloque de diputados de Unión por la Patria viene acumulando tensiones internas en las últimas semanas que quedaron de manifiesto en la reunión de este martes en la que no pudieron ponerse de acuerdo respecto a qué votar en la elección de autoridades de la Cámara baja. En principio, ganó la postura de la abstención para rechazar cualquier versión de pacto con el oficialismo. Dado que, con 99 integrantes, se trata del bloque más numeroso, dejó en veremos el objetivo de la Casa Rosada de renovarle mandato a Martín Menem. Otra opción era no dar quórum, pero creían que entre el oficialismo y los aliados conseguirían el número.
Desde la puja interna que terminó con Cristina Kirchner como nueva presidenta del PJ Nacional, en un sector del bloque de diputados de UP permanece una sensación de malestar. No sólo por las impugnaciones que terminaron con la no oficialización de la lista del gobernador riojano Ricardo Quintela sino también por las acusaciones que volaron entonces desde el entorno de la ex presidenta respecto a los "Poncio Pilatos" y los "Judas". En ese entonces, varios consideraron un error de Cristina ubicar como vicepresidentes en su lista a los jefes de los bloques legislativos, el senador José Mayans y el diputado Germán Martínez, dado que ellos representan al conjunto y no a un sector, por mayoritario que sea.
Aunque nadie critica la labor de Germán Martínez como jefe de la bancada -mantiene una importante actividad diaria asistiendo a casi todas las comisiones y atento a todos los temas en discusión-, las últimas reuniones de bloque mostraron muchas ausencias como señal de descontento. Además, por primera vez, hubo votaciones claves con varios diputados del interior ausentes. Algunos de ellos se repiten, como los de Catamarca y Santiago del Estero, mostrando ya una estrategia diferenciada del resto, buscando acuerdos propios con el Ejecutivo. Más confusión todavía generó que en medio de estos movimientos Cristina fuera a festejar el día del militante peronista a Santiago del Estero y pusiera al gobernador de origen radical Gerardo Zamora como un ejemplo a seguir, dado que firmó el Pacto de Mayo y realiza estos periódicos guiños al gobierno de Javier Milei.
Con estos antecendentes, es lógico que la reunión de bloque de este martes a la noche no haya transcurrido en un buen clima. Algunos diputados manifestaron su enojo porque se hablara de la existencia de un "pacto" con el oficialismo por el que supuestamente se habría acordado votar a Martín Menem a cambio de que se hiciera caer la sesión por el proyecto de Ficha Limpia de la semana pasada. Hubo un recordatorio de todos los atropellos institucionales que sufrió la Cámara baja durante su mandato durante este año, incluyendo una represión policial que varios diputados del bloque quedaron afectados. También que quedara sin sanción la visita de diputados libertarios a genocidas que cumplen condena en la cárcel. Lo más reciente, la decisión intempestiva de no tratar la ley de presupuesto y las dudas acerca de que finalmente se incluya en extraordinarias.
Algunos diputados del bloque, disgustados con el estado de las cosas, leían lo sucedido en la reunión de este martes como una derrota del esquema de conducción que encabeza Martínez junto a la massista Cecilia Moreau y la camporista Paula Penacca. Igual que se critica a nivel nacional, les adjudican un sistema de toma decisiones cerrado, donde las cuestiones ya llegan resueltas y no se discuten. En rigor, hay que decir que Martínez no había dicho que el bloque votaría a Menem por un nuevo período. "Da toda la sensación que quiere obstruir el funcionamiento de la provincia de La Rioja", sostuvo, incluso, en una entrevista en estos días. Es un reclamo que le hacen al titular de la Cámara baja los diputados que responden a Quintela. Menem apunta a ser gobernador en 2027 y todo lo que pueda hacer para complicar a Quintela, lo va a hacer.
En definitiva, de acuerdo al poroteo, esperarán a primera hora del miércoles para resolver qué harán en la sesión preparatoria convocada para este miércoles a las 14. Si entendían que el oficialismo conseguiría reunir el quórum, el bloque de Unión por la Patria ingresará para abstenerse. Una vez más, correrá por cuenta de la oposición dialoguista responder de nuevo a los deseos de un oficialismo al que viven complaciendo a cambio de casi nada.