El PRO espera por la cumbre entre Macri y Milei para pulir los detalles del acuerdo

Sin una reunión prevista de su mesa de conducción y con el regreso de Javier Milei al país, en el PRO están expectantes por un posible encuentro entre Mauricio Macri y el Presidente para avanzar en un entendimiento que le aporte volumen político a un Gobierno que arrancó con un fracaso legislativo. Macri y Milei hablan casi a diario, pero el mano a mano recién será la semana que viene cuando el exPresidente regrese a Buenos Aires y rompa el silencio con declaraciones periodísticas. Pese a que no hay nada cerrado, en el futuro inmediato muestra más solidez la idea de un acuerdo parlamentario que un potencial cogobierno, mientras de fondo se da la puja entre Macri y Patricia Bullrich por el rumbo del partido.

El diputado Diego Santilli aseguró que "la decisión de ayudar al Gobierno ya está tomada", pero los alcances de ese auxilio los dejó sujeto a dos reuniones clave: una del partido y otra entre Milei y Macri. Los feriados de carnaval dejaron poco margen para un encuentro de la mesa de conducción del PRO, que se dará la semana que viene cuando Macri arribe a Buenos Aires el lunes, luego de su prolongado descanso en el sur del país. Descanso que no implicó desconectarse del celular ya que mantiene varios contactos a la semana con Milei en los que analizan la coyuntura y las consecuencias de la caída de la “ley ómnibus”.

Si bien nada se descarta, no son pocos los dirigentes con peso dentro del PRO que creen que el cogobierno puede desperfilar la identidad del partido. “No creo que sea por ahí que debamos ir. El PRO tiene su identidad e historia”, evaluó una de sus figuras de diálogo constante con Macri.

La prioridad en el PRO es mantener la unidad y la idea generalizada es la de “ayudar” a un Gobierno con el que coinciden en ideas y en los cambios pero que ven su inexperiencia lo llevará a mayores conflictos y fracasos en el Congreso. Por eso, es el Poder Legislativo el ámbito que ven sobre el que se pueda avanzar en lo inmediato en un interbloque que podría tener 75 miembros en Diputados y 13 en el Senado.

Sería formalizar un entendimiento que ya existe en la práctica. Un guiño en ese sentido llegó por parte del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, cuando dijo que "hay confluencia de ideas" entre La Libertad Avanza y el PRO y proyectó que "se puede trabajar a nivel parlamentario de manera conjunta".

La discusión pasará por el lugar que cada uno ocupe. Según pudo confirmar El Destape, Cristian Ritondo no acepta comandar ese interbloque en la Cámara baja porque no quiere conducir a sus pares libertarios, algunos de los cuales muestran descontento con la conducción de Oscar Zago. “Es hacer lo que hace, pero con 38 novatos más”, ironizaron en el bloque amarillo.

En cambio, ve con buenos ojos el lugar de Menem, objeto de varias críticas por parte de distintos bloques por su forma de conducir la maratónica sesión que se extendió por varios días. Eso sí, un dirigente de la cúpula del partido advirtió a este medio respecto a estar pendiente de una decisión que es exclusiva de Milei: “No vamos a cometer el error de diciembre”.

Hasta acá, Ritondo consiguió suturar heridas producto de una virulenta interna presidencial entre Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta y logró que todo el bloque votara a favor de la “ley ómnibus”. Unidad sujeta a la discusión interna por el liderazgo del partido y que no está exenta de alguna tensión como la que ocurrió en la última reunión de bloque. La vicepresidencia tercera de la cámara le corresponde al PRO y el nombre que está sobre la mesa es el de Silvia Lospennato, pero el acuerdo quedó empantanado en una interna santafesina. Cinco de los seis que integran el bloque (Gabriel Chumpitaz, Alejandro Bongiovanni, Luciano Laspina, José Núñez y Verónica Razzini) no dieron su aprobación a la bonaerense porque pretenden hacer valer su representación y que ese lugar sea para alguno de ellos. En paralelo, hicieron saber su malestar con Germana Figueroa Casas por acordar la vicepresidencia de la comisión de Presupuesto. "Nos traicionó por un cargo para ella y una mejor oficina", denunciaron. Ritondo no se arriesga a una ruptura del bloque y quiere que haya unanimidad detrás de ese nombramiento aún pendiente.

El rumbo que tome el PRO es una discusión que se da puertas adentro del partido, especialmente por la motivación de esa eventual fusión. Entre sus filas está la creencia de que “tarde o temprano va a ocurrir” y que lo que hoy se da es una lucha entre Macri y Bullrich por definir qué rol tendrá cada uno en relación a Milei.

“El PRO no tiene muchas opciones de supervivencia así como está hoy porque no hay espacio para ser opositores”, se sinceró un larretista que ante El Destape se mostró elogioso de Bullrich por lo que evalúa como una intención “más genuina” de encontrar una salida de la crisis. “Macri es un club de amigos que apuesta a que a Milei le vaya mal para que lo llamen a él”, lanzó.

Si bien hay amplio consenso para que sea Macri quien pase a presidir el PRO después de marzo, como contó este medio en la semana, Horacio Rodríguez Larreta no comparte el lugar hacia el que quieren llevar el partido Macri y Bullrich, al tiempo que impulsa una renovación dirigencial y no ve con malos ojos que sea un dirigente con responsabilidad de gestión el que esté al frente. Si bien son varios los que coinciden en que debe haber un aire nuevo, entre quienes estuvieron en la mesa política del derrotado precandidato presidencial no hay intenciones de irse del partido si es Macri el que vuelva a tomar las riendas.

Tras el traspié en el Congreso, en medio de una guerra con gobernadores por fondos y a horas de que se conozca que la inflación de enero girará en torno al 20%, Casa Rosada recalcula su estrategia política. “Por ahora no hay nada”, contestaron referentes del PRO sobre el estado de las conversaciones por los alcances de un potencial acuerdo. Las versiones abundan como las posturas sobre la conveniencia de formalizar una alianza. Las conjeturas se terminarán cuando se produzca la cumbre Milei-Macri.