Ya proclamado presidente, Javier Milei, pasó un frenético primer día en la Casa Rosada, con una apretada agenda que incluyó momentos de euforia pero también un fuerte hermetismo y rupturas del protocolo. Milei ingresó a la Casa Rosada a las 13:30 por la explanada de la cara norte, que da a la Avenida Rivadavia, luego de una ceremonia de asunción que ya había incluido novedades como hablar en las escalinatas del Congreso y de cara al "pueblo", realizar el trayecto en un descapotable y bajarse a saludar a la gente.
Contrario al baño de masas que buscó darse en la calle, puertas adentro el Presidente procuró estar a resguardo, rodeado de su círculo íntimo y de sus principales funcionarios. Aun así, en los momentos de exposición pública se lo vio en todo momento sonriente y en general sin soltar la banda y el bastón. No el de estilo sobrio que le hizo el orfebre Juan Carlos Pallarols, finalmente rechazado por el mandatario. Según dijeron cerca suyo, no quedó conforme y resolvió usar alguno de los otros tres que le obsequiaron.
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Un ejemplo fue cuando tuvo que pasar por el tradicional pasamanos de las delegaciones extranjeras con la presencia de los embajadores. Los mandatarios en funciones que se acercaron hasta Buenos Aires esperaron fuera del alcance de la prensa y en un lugar especial. Jair Bolsonaro, en cambio, debió conformarse con aguardar con los demás embajadores hasta ser recibido por el flamante jefe de Estado.
En cualquier caso, el plato fuerte que se llevó todas las miradas fue el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, quien se movió en todo momento escoltado por una imponente delegación de no menos de 20 personas, incluyendo varios guardias de seguridad vestidos con remeras, pantalones y botas verdes.
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Además de la que realizó con el vicecanciller británico, la reunión bilateral con Zelenski fue la única que el jefe de Estado argentino mantuvo este domingo. Se extendió más de lo previsto, lo que motivó que la jura de ministros comenzara con 50 minutos de demora, a las 18:20.
La siguiente ruptura del protocolo ocurrió precisamente en este evento, ya que no fue transmitido en vivo ni se permitió a los periodistas presenciarlo. La excusa que señalaron desde el Gobierno fue que "el Presidente dijo que la situación de la Argentina es crítica", por lo que "no hay nada que festejar" y que, en ese marco, "la jura es un evento privado para que los ministros se puedan poner a trabajar".
Fue presenciada en primera fila no solo por los jueces de la Corte Suprema sino también por los propios padres de Milei y por Fátima Florez y dejó algunos momentos curiosos.
"Algo malo tenías que tener", respondió el Presidente cuando Patricia Bullrich juró como ministra de Seguridad, luego de un comentario que la ex candidata le realizó al oído. ¿Será que la hizo sin querer jurar por "dios y la patria" aunque ella es atea?
El momento más emocionante para el flamante mandatario fue cuando tomó juramento a su hermana, Karina Milei, como secretaria General de la Presidencia ante la mirada de Norberto y Alicia y no logró contener las lágrimas. Terminó sus palabras con la voz quebrada.
La jornada continuó con la misa interreligosa en la Catedral, previa a la función de gala en el Teatro Colón. Luego, se prevé que Milei pase por la Olivos pero que no duerma allí. Por ahora, seguirá parando en el Hotel Libertador de Retiro a la espera de que finalicen las reformas en la quinta presidencial. Mañana se levantará temprano para recorrer las pocas cuadras que separan al hotel de la Casa Rosada y asistir a su primera reunión de Gabinete a las 9.
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