El presidente Javier Milei no sorprendió en su primer discurso como mandatario y prometió un fuerte ajuste que recaerá sobre los sectores populares. Desde las escalinatas del Congreso, apeló a la teoría de la motosierra como única solución y advirtió por la venida de una híperinflación si su plan no se lleva a cabo. Su exposición no marcó precisiones sobre las medidas, que mañana dará a conocer el ministro de Economía Luis Caputo en conferencia de prensa, pero sí hubo un repaso de datos inexactos para explicar su postura.
Casi de forma inédita para la experiencia política argentina, afirmó que "de corto plazo la situación empeorará" pero expresó que, "luego, veremos los frutos de nuestro esfuerzo habiendo cambiado las bases de un sistema sólido". Fundamentó el sombrío panorama al sostener que "ningún gobierno ha recibido una herencia peor que la que estamos recibiendo nosotros".
Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.
Tras señalar que "el kirchnerismo, que en sus inicios se jactaba de tener superávits gemelos, fiscal y externo, hoy nos deja déficits gemelos por 17% del PBI", el mandatario dijo que "la solución implica, por un lado, un ajuste fiscal en el sector público nacional, que a diferencia del pasado caerá casi totalmente sobre el Estado y no sobre el sector privado". En ese sentido, advirtió que "aún cuando hoy dejemos de emitir dinero seguiremos pagando los desmadres del gobierno saliente" y afirmó que "haber emitido por 20 puntos del PBI no es gratis, lo vamos a pagar en inflación".
De acuerdo a los últimos datos difundidos por el Banco Central, la base monetaria se encuentra en niveles que rozan mínimos históricos en relación al PBI y la tendencia del último año fue a la baja, pero no hubo resultados en el ritmo de precios que muestra la economía. Bajo la teoría de Milei, el efecto debería ser inverso.
La magnitud del recorte propuesto por Milei -habló de un 15% del PBI- hace pensar en cierto desconocimiento de la estructura fiscal. El nuevo mandatario aclaró que el ajuste de 15 puntos contemplaba 10 puntos correspondientes al stock de Leliq y Pases, un error técnico, dado que no implica necesariamente que el Banco Central está incurriendo en un déficit cuasi fiscal de la misma magnitud.
Cerrada la posibilidad, por decisión política, de recurrir a financiamiento monetario por parte del BCRA y asumiendo un limitado acceso a los mercados de deuda, podría ser necesario equilibrar el resultado financiero. Esto exigiría un recorte del gasto primario para poder cubrir el pago de intereses por 2,1% del PBI previstos para 2024. Sin considerar subas de impuestos, esto demandará un ajuste del gasto primario equivalente a 4,4 puntos del PBI.
Estanflación o la híper
En otro pasaje de su discurso, afirmó que la administración saliente deja una "inflación plantada de 15 mil por ciento anual" por la cual luchará "con uñas y dientes para erradicarla". El mandatario señaló que esa cifra "implica una inflación del 52% mensual" y advirtió sobre la posibilidad de una "hiperinflación" por la que será su "máxima prioridad hacer todos los esfuerzos posibles para evitar semejante catástrofe que llevaría la pobreza por encima del 90% y la indigencia por encima del 50%", tras lo cual reiteró que "no hay solución alternativa al ajuste".
Sin explicaciones sobre esa proyección tremendista, el jefe de Estado ya anticipó una inflación que podría oscilar "entre 20% y 40%" para febrero. En una entrevista a El Observador, había adelantado que su gobierno "liberará todos los precios que sean posibles". Las listas de precios que llegaron a los comercios esta semana se anticiparon al discurso de este mediodía.
"El populismo nos está dejando 45 por ciento de pobres y 10 por ciento de indigentes. El cuadro de situación parece irremontable, por eso no hay alternativa posible al ajuste y no hay posibilidad de un gradualismo porque todos los gradualismo terminaron mal", analizó Milei. Las cifras disponibles en la base de datos de Indec aún no puede dar cuenta de la situación actual, por lo que Milei eligió anclarse en mediciones privadas y no oficiales.
A pesar de la ausencia de promesas de medidas de refuerzo de ingresos, las miles de personas presentes corearon el ajuste propuesto en varias oportunidades. Con la legitimidad popular obtenida en el balotaje, reiteró que el recorte que pondrá en marcha "impactará de modo negativo sobre el nivel de actividad, empleo, salarios reales y cantidad de pobres e indigentes".
MÁS INFO
"Habrá estanflación, pero no es algo muy distinto a lo que pasó en los últimos 12 años, cuando el PBI per cápita cayó 15% en un contexto donde acumulamos 5 mil por ciento de inflación", dijo, pero aclaró que se tratará del "último mal trago para comenzar la reconstrucción de Argentina". Sobre este punto, Milei eligió desconocer que la actividad económica creció en 2021 y 2022, lo cual desmiente la idea de estanflación continuada.
"No va a ser fácil: 100 años de fracaso no se deshacen en un día pero hoy es ese día; terminamos el camino de la decadencia y comenzamos a transitar el camino de la prosperidad. Tenemos la resiliencia para salir adelante", afirmó el flamante mandatario y propuso un "nuevo contrato social en el que el Estado no dirija nuestras vidas sino que vele por nuestros derechos" y en el que advirtió que, "quien corta las calles, no recibirá asistencia de la sociedad: el que corta no cobra".
El remate final fue en busca de justificar la motosierra que empieza a afilarse: "No buscamos ni deseamos las duras decisiones que habrá que tomar en las próximas semanas, pero lamentablemente no nos han dejado opción; vamos a tomar todas las decisiones necesarias para arreglar el problema que causaron 100 años de despilfarro de la clase política, aún cuando sea duro".