Con el manual de las ultraderechas, el gobierno de Javier Milei entiende que en este momento de dificultades sólo le queda redoblar la apuesta. Ante lo que se presume será una nueva marcha multitudinaria de protesta por el financimiento universitario, el Ejecutivo salió a ratificar el veto a la ley y hasta volvió a sus críticas al manejo de las universidades. "Falta saber en qué se utilizaron los recursos que se enviaron", lanzó el vocero presidencial, Manuel Adorni. No fue el único funcionario que le apuntó a la marcha convocada por universidades, docentes, no docentes y estudiantes, a la que adhirieron partidos políticos, centrales obreras, organizaciones sociales y de derechos humanos, que apuestan a repetir aquella postal de abril pasado, hasta ahora la mayor movilización contra las políticas oficiales. Otro golpe al Gobierno en un tramo de la gestión en la que exhibe un desgaste muy veloz.
Adorni comenzó diciendo que compartían las preocupaciones de las universidades, pero que los legisladores no habían explicado de dónde sacarían los fondos para el financiamiento. Dio a entender que no quedaba otro camino que el veto, que podría publicarse hoy mismo. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, se lo aseguró a los empresarios convocados por la Cámara de Comercio de Estados Unidos. "Sancione lo que sancione el Congreso, no nos vamos a mover un centímetro del déficit cero que hemos planeado como política", prometió a los hombres de negocios, principales destinarios de toda medida oficial.
Adorni luego siguió con provocaciones al asegurar que el aumento ofrecido a los docentes y no docentes del 6,8% estaba "por encima de la inflación" -los universitarios hablan de una pérdida del 60% en estos meses- y volvió sobre la operación que buscó montar el Ejecutivo en los últimos días acerca de que en las universidades figuran registrados más alumnos que los que asisten a las aulas en realidad. Otro provocador, el secretario de Políticas Universitarias, Alejandro Alvarez, habló de la "politización" de la convocatoria a marchar.
Como en el mensaje del sábado en el Parque Lezama -de tono violento e insultos a los críticos-, Milei apuesta a afirmarse en su narrativa de campaña y recuperar el entusiasmo en su núcleo duro, que viene en caída según indican las encuestas. En esa lógica, sólo le quedaba avanzar contra la ley de financiamiento educativo y no mostrarse dando el brazo a torcer. Sin embargo, de acuerdo a la información que circula en el Congreso y en la propia Casa Rosada, el Gobierno no contaría con los votos necesarios para evitar que el Parlamento rechace el veto. En el Senado saben que les resultará imposible conseguir el tercio salvador y en Diputados, esta vez, tampoco podrían reunir a los "87 héroes" que avalaron el veto a los jubilados. Sería una fuga hacia adelante de patas muy cortas para el Gobierno.
Para que eso se confirme, resulta fundamental que la marcha de esta tarde sea contundente. Como en la ocasión anterior, el peso de la convocatoria lo llevaron los rectores, los gremios de docentes y no docentes, y los estudiantes. De esa manera, quedó claramente establecido que el eje de la movilización pasará por la defensa de la universidad pública, un reclamo que toca la fibra sensible de la sociedad argentina. A ellos se sumaron luego partidos políticos como el peronismo, la UCR, el FIT y la Coalición Cívica, lo mismo que la CGT, las dos CTA y la UTEP, junto con las organizaciones de derechos humanos. La mayoría de las agrupaciones convocaron a sus militantes para después del mediodía para desembocar en la Plaza de los Dos Congresos a las 17.
"La universidad no es un problema, es parte de la solución", es uno de los lemas motorizados desde la comunidad educativa. "Hay que encontrar un camino para salir de esta situación y no desprestigiar a las universidades públicas", apuntó el co secretario general de la CGT, Héctor Daer, al anunciar el respaldo de la central a la movilización. En pleno proceso de diálogo con el Ejecutivo, la conducción cegetista decidió sumarse a esta protesta en la que los gremios docentes son los principales apuntados por la Casa Rosada. El bloque de diputados de Unión por la Patria realizó una conferencia de prensa previa a la sesión de este lunes para hacer explícito el acompañamiento a la marcha y adelantar que militarán por el rechazo al veto presidencial a la ley de financiamiento universitario que impulsaron.
El radicalismo -principalmente el porteño, que se referencia en Martín Lousteau y el vicerrector de la UBA, Emiliano Yacobitti- se mostró muy activo en los últimos días en apoyo a la movilización. Prepararon una serie de videos de egresado de la universidad pública contando cómo ese paso por los claustros les había cambiado la vida. Este lunes se sumó Elisa Carrió contando su pasado como profesora universitaria y convocando a la gente a estar de alguna manera acompañando la marcha. "Un veto a la educación es un veto al futuro", concluyó. Lo dicho: una gran manifestación, como se prevé, sellará la suerte de ese veto en el Congreso, con lo que la derrota del Gobierno se multiplicará.