El Gobierno abrió un diálogo con la CGT y prometió homologar las paritarias

El Gobierno recibió por primera vez a la conducción de la CGT en la Casa Rosada y prometieron mantener un diálogo abierto. Prometieron buscar la forma de homologar las paritarias que estén por encima de la inflación, como ocurre con la de Camioneros. La conducción sindical no se mostró cerrada a discutir una reforma laboral, pero rechazó la vuelta del impuesto a las Ganancias. Hoy se reúne el consejo directivo de la CGT para discutir la movilización por el Día del Trabajador y un posible paro general para el 9 de mayo. 

11 de abril, 2024 | 00.05

El Gobierno inició ayer una estrategia de diálogo con la CGT al recibir el el Ministerio del Interior a una delegación de 11 dirigentes de la central encabezados por los cosecretarios generales Héctor Daer y Carlos Acuña. No estuvo el tercer cosecretario, Pablo Moyano, pero sí su padre Hugo. En virtud de este canal abierto, el Ejecutivo abandonaría la costumbre de no homologar las paritarias que no son de su agrado, como viene sucediendo con la de Camioneros. "Vamos a tratar de llegar a un acuerdo con ese convenio", avisó el ministro del Interior, Guillermo Francos. Los jefes sindicales no se negaron a discutir una "modernización laboral" como se incluiría en la nueva versión de la ley Bases pero se pronunciaron contra la vuelta del impuesto a las Ganancias a los trabajadores. Este jueves, se reúne el consejo directivo de la central donde seguro pasarán en limpio lo conversado con el Gobierno y resolverán sobre la movilización nacional por el Día del Trabaajador y el posible paro general, que tentativamene se barajaba para el jueves 9.

La delegación de funcionarios estuvo encabezada por Francos, quien una vez electo Javier Milei tiró algunas líneas hacia la cúpula sindical pero luego todo se cortó de manera abrupta. Ayer, el Gobierno mostró una cara bien diferente porque de la reunión participaron el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, el secretario de Trabajo, Julio Cordero, y, una gran sorpresa, el asesor estrella Santiago Caputo. Otrora gran enemigo de que el Ejecutivo entablara cualquier vínculo con la desgastada dirigencia sindical, ahora el joven gurú se mostró dispuesto a conversar. En su paso por el encuentro -como todo "monje negro" no le gusta aparecer en las fotos, así que llegó unos minutos más tarde- incluso ensayó una autocrítica por haber incluido una reforma laboral en el DNU 70/2023 sin haberlo conversado previamente con ellos. Conociendo el nivel de influencia que tiene Caputo sobre el Presidente, los sindicalistas valoraron el planteo.

La reforma del DNU fue declarada inconstitucional por la Justicia laboral y la CGT viene trabajando para reunir los votos en la Cámara de Diputados para el rechazo definitivo el decreto, algo que podría discutirse en el recinto la semana que viene. Los bloques de la oposición dialoguista le propusieron al Gobierno incluir algunos artículos de esa reforma dentro de la ley Bases que comenzará a discutirse en el Congreso en los próximos días. El acuerdo con el bloque de la UCR que preside Rodrigo de Loredo es que incorporarán esos artículos al proyecto durante el debate en comisión. Daer y Acuña, lo mismo que otros integrantes de la mesa chica que los acompañaron como Andrés Rodríguez, Gerardo Martínez y José Luis Lingeri, subrayaron que no se oponían a una modificación en las leyes que contemplen una adaptación a los nuevos tiempos.

Días atrás, cuando expusieron en la Cámara de Comercio de Estados Unidos (AmCham), Daer y Rodríguez se mostraron dispuestos a discutir una reforma, pero no una que saliera por decreto. El llamado "modelo Uocra", que establece un fondo de cese en reemplazo de la tradicional indemnización por despido, lo consideran una alternativa válida para los gremios en los que prevalece el trabajo informal o temporario como en el caso de Comercio o Gastronómicos. Pero esa opción debe ser optativa para cada gremio y no obligatoria.

Otros puntos que se muestran abiertos a conversar son las multas que pagan las empresas en los juicios por contratar en negro y la ampliación del período de prueba para los nuevos trabajadores. En Gobierno parecen decididos a olvidarse de los tramos más controvertidos de la reforma como la limitación del derecho a huelga, la cuota solidaria para los gremios o el fin de la ultraactividad. La reunión fue larga, duró más de dos horas, así que hubo un repaso por muchos temas. Por ejemplo, Rodríguez planteó su queja por los despidos de miles de trabajadores estatales. También se habló de la crisis de las obras sociales.

La CGT había tomado una posición pública un rato antes, al recibir en la sede de Azopardo al bloque de senadores de Unión por la Patria y presentar el documento "Agenda para un Nuevo Contrato Social". En ese escrito plantearon una amplia agenda de discusión de 17 puntos como trabajo, educación, salud, política industrial, seguridad social, política internacional, defensa, energía, medio ambiente, entre otros. Allí también manifestaron su disposición a discutir cambios acotados a la legislación para tener un régimen laboral moderno", que no "lesione los derechos conquistados por los trabajadores argentinos". El compromiso con el bloque de legisladores fue frenar todas las iniciativas de Milei que vayan contra los trabajadores, también la reimplantación del impuesto a las Ganancias.

Para este jueves está prevista la reunión del consejo directivo de la CGT, con muchas expectativas previas porque deberá tomar decisiones importantes. Es casi un hecho que se convocará a una gran movilización en todo el paísn el por el Día del Trabajador. Podría ser el mismo 1° de Mayo o en la fecha que calculen que se podrá tratar la ley Bases en Diputados. Habrá que ver si el canal de diálogo abierto con el Gobierno alcanza para modificar la idea de convocar también a un nuevo paro general, como reclaman desde los sectores más combativos. La fecha tentativa que se barajaba era el jueves 9 de mayo. 

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