No podían salir más sonrientes el ministro del Interior, Guillermo Francos, y el gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, en la foto que retrató el encuentro que tuvieron en la Casa Rosada. "Le manifesté al ministro del Interior el acompañamiento de nuestra provincia en este contexto en el que debemos estar todos juntos”, sostuvo a la salida Llaryora, que dijo coincidir en la lógica de ajuste del gasto público de la gestión nacional. El cordobesismo puso un alfil en el gabinete con Osvaldo Giordano al frente del Anses y fue parte del acuerdo que Victoria Villarruel tejió esta semana contra el kirchnerismo en el Senado. "¿Qué otra cosa pueden hacer si Milei sacó casi el 75% de los votos en Córdoba?", se preguntaban en Gobierno. Con todo, el gobernador aseguró que en el encuentro recordó algunas de las promesas que el ahora presidente hizo durante la campaña como la baja de las retenciones, todo lo contrario a lo dispuesto por el ministro Luis "Toto" Caputo, quien le arrebató a Francos el manejo de la relación económica con las provincias.
Francos se había reunido con varios gobernadores antes de asumir -el bonaerense Axel Kicillof fue uno de ellos-, pero Llaryora fue al primero que le abrió formalmente las puertas de su despacho en la planta baja de la Casa de Gobierno. El cordobés llegó con dos ministros, Manuel Calvo y Daniel Pastore, mientras que Francos estuvo solo. "La provincia de Córdoba se encuentra en la misma sintonía que el gobierno nacional", pudo decir luego Francos, atento a arrancar con un gobernador que no le saliera con un rosario de quejas.
Llaryora y sus ministros comentaron que volvieron a la carga con reclamos históricos de la provincia como los incumplimientos de la Anses con la Caja de Jubilaciones y los subsidios nacionales para el transporte público. Caputo presentó esta semana casi como un acto de justicia que se eliminaran los subsidios al transporte del AMBA. Pronto no habrá más inequidades y todos los argentinos padecerán un transporte público carísimo, parecería el mensaje.
Llaryora dio la nota cuando ganó las elecciones cordobesas en junio pasado y le dedicó su triunfo a "los pituquitos de la Recoleta", en referencia a los dirigentes de Juntos por el Cambio que habían ido a apoyar a su rival Luis Juez. Allí dio indicios de querer volver a relacionar al peronismo cordobés con el nacional, luego de los años de aislamiento que propició Juan Schiaretti. Sin embargo, en la campaña se limitó a apoyar primer la candidatura de Schiaretti y luego mantuvo prudente silencio respecto al balotaje.
Milei ganó las tres elecciones nacionales en Córdoba, pero en la segunda vuelta consiguió un resultado aplastante. “Le transmitimos al ministro Francos que habrá un acompañamiento del gobierno de Córdoba en este reinicio de la relación institucional con la Nación. No es momento para especulaciones individuales”, señalaron los funcionarios cordobeses ayer a la salida.
Francos, el ministro "político" de la nueva gestión, busca retomar el protagonismo que había tenido en la etapa post balotaje, dañado luego por la poda de atribuciones que sufrió en el decreto que determinó la jurisdicción de cada ministerio. Caputo se quedó con la relación económica con las provincias. Aún disminuidos, los fondos discrecionales que el Ejecutivo puede enviar a cada provincia -que tradicionalmente manejó Interior- siempre funcionaron como una buena herramienta para conseguir la atención de los gobernadores. "No tiene nada que ver, los criterios los definirá el ministerio del Interior. Además, los ATN ahora van a ser mínimos, así que sólo serán para las provincias que realmente estén en una urgencia", relativizaban en Interior.
Francos se propone como el hombre de diálogo del Gobierno, con llegada a todos los sectores. Esta semana, por ejemplo, estuvo con el secretario de ATE Capital, Daniel Catalano, y ayer compartió con el titular del Grupo Techint, Paolo Rocca, el cierre de un seminario Pymes. “El camino es quitarle al sector privado el peso del Estado de encima”, profetizó en clave libertaria. Un discurso acorde para cada escucha. El único político experimentado del entorno de Milei, Francos se propuso desde un principio como el gestor de la "gobernabilidad" de la gestión. Pero Mauricio Macri llevó la voz de alarma acerca de que lo veía muy inclinado a sumar peronistas y sus acciones bajaron. Por ejemplo, fracasó su intención de colocar a Florencio Randazzo como presidente de la Cámara de Diputados.
Sin billetera disponible, Francos busca ganar centralidad también impulsando una reforma electoral. La eliminación de las PASO -propuesta el año pasado por los gobernadores del peronismo- entraría en las propuestas que se enviarán en los próximos días al Congreso. A eso, Francos le sumó esta semana en su visita a la Cámara Electoral el objetivo de ir a las próximas elecciones a un sistema de boleta única. Es una propuesta repetida de los sectores no peronistas, que sufren en los comicios la falta de una estructura para fiscalizar todas las mesas. Ahora, obviamente, será una prioridad para La Libertad Avanza que debió acudir a la ayuda de Juntos por el Cambio para que lo ayuden a controlar el balotaje. "Igual, es una idea para 2024, no para ahora", aclaraban en Interior.