A diferencia de lo sucedido con el primer y fracasado proyecto de ley Omnibus, esta vez el Ejecutivo tuvo en cuenta algunos de los requerimientos de los gobernadores. No todos. Sin embargo, alcanzó para modificar la voluntad de algunos de estos mandatarios y facilitar, a través de sus legisladores, la aprobación de esta versión acotada de la ley Bases en general. Incluso, en ciertos casos, para sumar apoyos a algún capítulo en particular.
La vuelta de un impuesto coparticipable como Ganancias -resistido por los mandatarios patagónicos, avalado silenciosamente por los norteños- servirá para mejorar sus cuentas. Un caso llamativo fue el de los seis diputados de Unión por la Patria -tres de Catamarca, tres de San Juan- que votaron a favor del controvertido RIGI, el régimen para las grandes inversiones. El dato es significativo para imaginar lo que puede suceder con el proyecto en el Senado.
Las diferencias entre un tratamiento y otro fueron notorios. Esta vez, el ministro del Interior, Guillermo Francos, tuvo un papel real en las negociaciones previas y no jugó un mero rol de escucha sin poder de decisión. Ayer estuvo presente en el recinto y hasta último momento siguió recibiendo mensajes de gobernadores y legisladores. Desde la Casa Rosada no atacaron a los jefes provinciales, ni elaboraron listas negras con los rebeldes para subir a las redes: toda una lección acelerada de educación cívica para conseguir resultados. Hace apenas un par de meses, para el presidente Javier Milei una negociación con un gobernador era un "toma y daca" corrupto. Ahora, mientras vocinglera contra la casta, bajo cuerda habilita todas las negociaciones que antes no.
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El cordobés Martín Llaryora y el santafesino Maximiliano Pullaro, a quienes Milei puso en febrero a la cabeza de su lista de indeseables, esta vez apoyaron el proyecto. "La ley de Bases entra después de un gran debate, que viene de muchos meses, donde muchas de las cuestiones en las cuales nosotros teníamos discrepancia, han sido sacadas y hoy quedan las partes más consensuadas", argumentó Llaryora. "Es diferente a la anterior y tuvo correcciones en función del diálogo", acompañó Pullaro. Sin embargo, sentado al lado del ministro del Interior en la apertura de un encuentro de intendentes, advirtió que para suscribir el Pacto de Mayo había que incluir una discusión en torno al sistema productivo, algo que no figura en el cuadro de preocupaciones de Milei.
Más interesante es observar el comportamiento de la bancada de Innovación Federal que representan a cuatro fuerzas provinciales -las que gobiernan Misiones, Salta, Neuquén y Río Negro- que pueden resultar determinantes para lo que ocurra en el Senado. Votaron afirmativamente e incluso el gobernador salteño Gustao Sáenz festejó la inclusión en el recinto de la regulación del tabaco por la que había reclamado públicamente. "Una muestra de que los consensos no son una mala palabra; sirven para beneficiar al país, dejando de lado mezquindades, intereses e ideologías", celebró. El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, mandó a votar a favor en general pero en contra de la restitución del impuesto a las Ganancias, que pega más en la Patagonia.
Como a todos, el Ejecutivo les dio algo para festejar. A Weretilneck y al resto de los patagónicos les habilitó mantener el Fondo Fiduciario que subsidia el gasto de gas residencial por un 50% de la factura. Además, el proyecto ratificó para las provincias la propiedad del gas y el petróleo, algo que decían que quedaba en duda con la anterior redacción de la ley. En el caso del gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal, que venía muy enojado con las actitudes del Ejecutivo, le concedieron que Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT) salga de la lista de empresas a privatizar y quede en las habilitadas a incorporar capital privado, manteniendo mayoría de participación estatal.
El ministro Francos, que siguió el desenlace de la sesión desde un palco junto a Karina Milei, se mostró convencido de que estos frágiles acuerdos tejidos con algunos gobernadores habilitarán la sanción de la ley en el Senado. Elogió a algunos que podrían resultar decisivos como al santacruceño Vidal, el catamarqueño Raúl Jalil y el santiagueño Gerardo Zamora. “Zamora es un gobernador que maneja su provincia con los mismos argumentos que Javier Milei plantea para la Nación. La tiene ordenada, tiene déficit cero, es muy cuidadoso con sus números”, comparó. De Jalil dijo que habían conversado mucho. "El tema de la minería para él es fundamental. El régimen de incentivos para las inversiones es muy importante”, planteó el ministro.
Sin embargo, el Ejecutivo tiene que trabajar con un marco muy estrecho, por eso busca seducir a gobernadores de Unión por la Patria. Si los 33 senadores del interbloque de UP se mantienen en la negativa necesitarán apenas otros cuatro para el rechazo entre los senadores de fuerzas provinciales y algún radical díscolo como Martín Lousteau, a quien Milei agrede permanentemente. No siempre estos senadores responden a las directivas del gobernador por lo que el resultado es incierto. El gobernador bonaerense Axel Kicillof y el riojano Ricardo Quintela -dos de los más claros opositores a la gestión libertaria- salieron rápidamente a reclamar el rechazo de la Cámara alta. "Es una lye que institucionaliza la deserción del Estado nacional de sus obligaciones más elementales", advirtió Kicillof adelantándose a la posibilidad de posibles fugas en UP.