Juan Curutchet, presidente del Banco Provincia (BAPRO) durante el gobierno bonaerense de María Eugenia Vidal, no se presentó en el Congreso. Había sido convocado por la Comisión Bicameral de Fiscalización de los Organismos de Inteligencia en el marco de la investigación parlamentaria sobre el caso “Gestapo antisindical”. Este miércoles Curutchet envió un escrito en el que afirmó que el “ámbito natural” para brindar su testimonio es la causa judicial que se abrió sobre el tema y que actualmente instruye el juez federal de La Plata Ernesto Kreplak. Informó al Parlamento que le comunicó al magistrado platense su voluntad de declarar cuando aquel lo considere oportuno.
La comisión bicameral de inteligencia (CBI) que preside el diputado nacional Leopoldo Moreau había citado para este miércoles a las 15 al expresidente del BAPRO por el rol que tuvo en el caso Gestapo antisindical. Como no es agente de inteligencia, Curutchet podía evadir el convite. Y fue lo que hizo. Básicamente, en la sede porteña de la entidad bancaria que presidía Curutchet se dio la "reunión Gestapo antisindical", a la que concurrieron espías de la AFI, funcionarios bonaerenses y empresarios para coordinar el armado de causas contra el sindicalista Juan Pablo “Pata” Medina.
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En un correo electrónico enviado a la bicameral parlamentaria, el exfuncionario de Vidal comunicó: “Por intermedio del presente le hago saber que no concurriré a la audiencia a la que he sido citado para el día de la fecha”. Indicó que los hechos por los que fue citado están siendo investigado por el juzgado federal Nº 3 de La Plata. “Por ello, teniendo en cuenta el avanzado estado de la investigación judicial señalada considero apropiado que, si mi testimonio puede ser de interés para aquella, el ámbito natural para brindarlo es el tribunal interviniente”.
En esa línea, el expresidente del Banco Provincia aseguró que el martes hizo una presentación ante Kreplak “a los fines de informarle la decisión que tomé en relación a la citación realizada por la comisión” y le comunicó su “voluntad de declarar en el momento en que se estime oportuno”.
Curutchet fue designado por María Eugenia Vidal y comenzó su gestión el 1º de enero de 2016. El 15 de junio de 2017 cuando se realizó la reunión del escándalo en el BAPRO él estaba al frente de la institución. Dejó el cargo con la partida del macrismo del gobierno provincial. Una de las preguntas centrales que los legisladores le querían realizar es si tenía conocimiento de la existencia de esa reunión. Sobre todo porque una serie de mails internos del banco lo comprometen.
El encuentro en el BAPRO fue grabado por la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). El video de ese encuentro fue hallado en el organismo por la actual intervención y presentado en la justicia federal platense. Kreplak investigó el hecho y dictó el procesamiento de los tres jerarcas de la AFI que fueron parte de la maniobra así como de la mayoría de los funcionarios bonaerenses involucrados. No así de los empresarios que participaron del cónclave. El magistrado continúa con la pesquisa porque considera que la cadena de responsabilidades excede a las personas hasta ahora procesadas.
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El rol de Curutchet siempre estuvo bajo análisis de los investigadores porque tal como quedó corroborado, el banco habilitó el ingreso de agentes “técnicos” de la AFI el 14 de junio de 2017 –que ingresaron sin dejar sus nombres- para colocar las cámaras con las que se grabaría la reunión del día siguiente. También les permitió entrar el 16 de junio a retirarlas. En la reunión del 15 de junio tampoco hubo registro de ingreso de los participantes del cónclave. Es decir, se dejó la “zona libre”.
La reserva del Salón de Usos Múltiples (SUM) de la sede porteña del BAPRO por parte de los involucrados también ubica a Curutchet en un rol comprometedor. El SUM estaba reservado para otras reuniones aquel 15 de junio de 2017 que debieron levantarse de urgencia. Fue por un pedido de la Gobernación, tal como surge de la causa Gestapo antisindical.
“Me acaba de llamar Guillermo Squillari para reservar hoy y mañana el sum de 9 a 13 horas por indicación de Emilia Jaime. Viene gente de la Gobernación”, se lee en uno de los correos internos del BAPRO que se acumularon al expediente y a los que accedió El Destape. Emilia Jaime fue sindicada como secretaria privada de Curutchet. Ese mail está fechado el 14 de junio de 2017. Es decir, que el banco por decisión de su dirección, estaba reservando para la gobernación la sala de la reunión de la Gestapo un día antes del evento. El día de la colocación de las cámaras de la AFI.
Todo indica que Jaime recibió el pedido de parte de Soledad Borsani, la coordinadora general de la Unidad Gobernador. Borsani llegó a ese puesto por ser una persona de confianza de la entonces gobernadora María Eugenia Vidal: era su amiga de la infancia.
La citación de Curutchet se dio a la par de que Cambiemos impulsa tres denuncias penales en Comodoro Py contra Moreau, presidente de la CBI. Tal como publicó este medio, el fiscal procesado Carlos Stornelli avanzó con la operación macrista en pos de imputar en uno de esos expedientes al legislador nacional. No logró su cometido porque aún no está zanjado quiénes serán los investigadores a cargo de esas pesquisas. Las tres causas se podrían acumular en el juzgado federal N° 12 que hoy subroga el fiscal Ariel Lijo, en el que está de turno otra fiscalía, la que comanda Ramiro González.
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El caso ARA San Juan, bajo análisis de la CBI
Mientras esto sucede, la comisión no detiene su actividad. Este miércoles comenzaron a analizarse nuevas líneas investigativas –siempre en el ámbito parlamentario- en torno al espionaje ilegal a los familiares de la tripulación del ARA San Juan. Se trata de un expediente sensible para el mundo de la política: no solo compromete a la cúpula de la exSIDE durante el macrismo sino que en esa causa está procesado el expresidente Mauricio Macri.
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Tras los avances en el caso Gestapo antisindical no se debe perder de vista que las tareas ilegales de inteligencia que se hicieron contra los familiares de la tripulación del submarino hundido se llevaron adelante desde la base Mar del Plata de la AFI, es decir, en territorio bonaerense.