Un secretario judicial que está siendo investigado por el presunto armado de una causa contra un sindicalista durante el macrismo fue propuesto para ser juez federal. Se trata de Pablo Wilk, quien está a cargo de la secretaría Nº 2 del juzgado federal de Quilmes, donde tramitó la única causa federal que avanzó contra el gremialista Juan Pablo “Pata” Medina y en la que el referente de La UOCRA-La Plata fue detenido. Wilk está involucrado en el caso Gestapo antisindical y fue propuesto como juez del Tribunal Oral en los Criminal Federal Nº 1 de La Plata. El 5 de julio está pautado que el Senado trate su pliego, que se había elevado en noviembre del año pasado cuando el caso Gestapo no había estallado. Lo más probable, con esta nueva información de su participación en el lawfare, es que no se apruebe su postulación.
Este miércoles se publicaron en el Boletín Oficial los 48 pedidos del Poder Ejecutivo al Senado para que preste su acuerdo para la designación de más de 50 jueces. Entre las solicitudes se destaca el Mensaje Nº 124/21 en el que se solicita acuerdo para designar como juez, integrante del” Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 1 de La Plata, Provincia de Buenos Aires, al Dr. Pablo Ezequiel Wilk”. Es decir, si la Cámara Alta aprueba su pliego el próximo 5 de julio, Wilk será juez federal. Como ahora se conoce su rol en el caso Gestapo es de esperar que el Senado no apruebe su designación.
¿Quién es Wilk? Es actualmente el secretario del juzgado federal de Quilmes a cargo de Luis Armella. Ambos, Wilk y Armella, están siendo investigados por su rol en el caso Gestapo antisindical. La única causa federal que avanzó contra el sindicalista Juan Pablo “Pata” Medina estuvo radicada en la secretaría de Wilk y se inició con un anónimo que todo indica armó la AFI macrista. Wilk mantuvo contactos telefónicos con funcionarios de María Eugenia Vidal y directivos de la exSIDE en plena avanzada contra el gremialista y su entorno.
Para el abogado Mariano Cuneo Libarona, representante legal de Juan Horacio Homs en el caso Gestapo (es querellante), Wilk es “el cerebro” del Juzgado de Quilmes “y ‘artesano’ (ideólogo) de la causa” que se armó contra el Pata Medina y su entorno. Así lo dejó asentado en presentaciones que realizó ante el juez Ernesto Kreplak, donde también apuntó contra Armella.
Para llegar al punto de quedar a un paso de ser nombrado juez, Wilk quedó en el podio del orden de mérito en el concurso para el cargo en el TOF 1 que realizó el Consejo de la Magistratura. Y el Poder Ejecutivo, por su parte, lo eligió a él de la terna que le fue elevada. En el Gobierno explican que los pliegos que pronto serán tratados en la Cámara Alta fueron elevados en noviembre de 2021 cuando todavía el caso Gestapo no había estallado y no había pruebas de los vínculos que mantuvieron desde el macrismo con el juzgado a cargo de Armella. La denuncia del caso Gestapo es de diciembre del año pasado. Y el rol de Wilk quedó en el centro de la escena judicial este año.
El involucramiento de Wilk en el caso Gestapo debiera transformarse en un obstáculo para su nombramiento. Incluso, con sus antecedentes es de esperar que se presenten observaciones en su contra. El plazo para realizarlas se abre el 17 de junio y culmina seis días después, tal como se informó en la publicación de este miércoles en el Boletín Oficial.
Wilk, además de estar involucrado en el caso Gestapo M, integra la agrupación Compromiso Judicial, la corriente más macrista de la conservadora Asociación de Magistrados. Compromiso Judicial es un espacio en que se referencian, por ejemplo, los jueces Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi –quienes fueron puestos a dedo en la Cámara Federal porteña por Macri- y el consejero de la magistratura Juan Manuel Culotta. De acuerdo al sitio web de Compromiso Judicial, Wilk es Coordinador de la Escuela de Capacitación Judicial.
Wilk y el caso Gestapo
El actual secretario del juzgado de Quilmes, Pablo Wilk, tuvo un rol preponderante en la causa federal que se le armó a Medina y que fue analizada en el caso Gestapo M, donde el juez Kreplak investiga el armado de expedientes que tramaron funcionarios de Vidal y agentes de la AFI contra el referente de La UOCRA- La Plata:
- Wilk estuvo involucrado en la recepción de la denuncia anónima que se presentó contra el Pata Medina y su entorno, el 31 de julio de 2017 en el juzgado federal de Quilmes. Con esa denuncia, que tenía el sello de la AFI, se abrió la única causa que prosperó contra Medina en la justicia federal. El abogado Cuneo Libarona, querellante en el caso Gestapo, lo dejó asentado en una de sus presentaciones ante Kreplak: “La denuncia anónima fue recibida en mesa de entradas o entregada previamente al Secretario Pablo Ezequiel Wilk que la esperaba y, conforme lo convenido por los imputados con el Juez y Secretario, se lanzó la caza judicial y el plan de armar la causa”.
- Tal como consta en la causa, Wilk también mantuvo contactos telefónicos con agentes de la AFI y funcionarios de Vidal involucrados en la preparación de la causa.
El juez Kreplak hizo más de una referencia al secretario de Armella en la resolución del 28 de abril pasado en la que dictó los procesamientos de los ex directivos de la AFI Juan Sebastián “Enano” De Stéfano, Diego Dalmau Pereyra y Dario Biorci y de los ex funcionarios bonaerenses Marcelo Villegas y Adrián Grassi. La medida también incluyó al intendente de La Plata Julio Garro y al senador de Cambiemos Juan Pablo Allan. Todos participaron de la reunión en la sede porteña del Banco Provincia donde se habló de una Gestapo antisindical y se planeó el amado de causas contra el Pata Medina. El procesamiento fue por dos delitos centrales: la violación de la Ley Nacional de Inteligencia y ser partícipes necesarios del delito de prevaricato, maniobra que solo puede ejecutar uno o varios funcionarios judiciales. La causa por ahora no tiene jueces o secretarios imputados.
Está más que claro que la causa principal que tuvo Medina en su contra fue la que tramitó justamente en el juzgado federal de Quilmes.
Escribió Kreplak en su resolución del 28 de abril pasado: “La decisión de mantener las actuaciones en el Juzgado Federal de Quilmes se fundó en datos falsos, que se habían incluido deliberadamente en la denuncia inicial por quienes tuvieron intervención en la estrategia de judicialización, con el claro objeto de forzar la competencia para que entendiera dicho Juzgado”. Así, quienes armaron el anónimo lograron saltear la intervención del juzgado de La Plata. En Quilmes el macrismo tenía todo aceitado.
Kreplak resaltó los contactos que muchos de los procesados –funcionarios de Vidal y de la AFI- mantuvieron con Armella y Wilk: “Se han acreditado en autos numerosos contactos entre funcionarios del gobierno provincial y de la AFI que participaron -con rol preponderante- en la estrategia de judicialización, con el Juez a cargo del proceso y con su Secretario de actuación”. Esos contactos se dieron poco antes de tomar decisiones de peso para el futuro del expediente que tenía a Medina como objetivo.
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Tal como se desprende de la pesquisa, Wilk mantuvo llamadas con:
- Adrián Grassi, el subsecretario de Justicia de Vidal, procesado en el caso Gestapo antisindical. Grassi y Wilk se contactaron telefónicamente el 30 de agosto de 2017.
- El espía de la AFI macrista Juan Sebastián “Enano” De Stéfano. Wilk se contactó con él al día siguiente de hablar con Grassi, el 31 de agosto.
Al respecto, escribió Kreplak: “Resulta por demás relevante destacar que, del listado de llamadas correspondiente al abonado utilizado por De Stéfano, se desprende que cuando éste se comunicó con el Secretario Wilk, a las 11:02 del 31/8/17, por escasos 10 segundos, su línea impactó en celdas de una antena de telefonía móvil ubicada en inmediaciones del Juzgado Federal de Quilmes, y luego a las 11:41 horas de ese día, otra comunicación que mantuvo el imputado impactó en esa misma antena, lo que hace presumir que el funcionario de la AFI se habría hecho presente en ese órgano judicial y cuanto menos permaneció en el lugar durante ese lapso”.
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Ese mismo 31 de agosto, Armella “citó a declarar a algunos de los empresarios que figuraban como firmantes de las notas incluidas en el expediente administrativo que había remitido el Ministerio de Trabajo”, recordó Kreplak en su resolución. Esas notas fueron el producto de lo hablado entre los empresarios, los funcionarios de Vidal y los espías de la AFI en la reunión del 15 de junio en la sede porteña del Banco Provincia. En esas notas se apuntaba contra Medina.
Al día siguiente, el 1 de septiembre, Wilk volvería a hablar con Grassi. El 2 de Justicia de Vidal se defendió ante Kreplak con una excusa endeble. Dijo que hablaron para “coordinar el día y horarios en que las personas damnificadas podrían presentarse en el juzgado”. Esas personas “damnificadas” eran los empresarios que habían sido parte de la reunión de la Gestapo.
“No parece verosímil que el Subsecretario de Justicia de la provincia de Buenos Aires se haya comunicado con el Secretario del Juzgado de Quilmes al sólo efecto de conocer las fechas de las audiencias que luego serían formalmente notificadas a los empresarios”, consideró el juez Kreplak a la hora de procesar a Grassi y otros funcionarios bonaerenses así como espías de la AFI.
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El juez Kreplak aún no avanzó con otros acusados que tiene el caso. Entre los apuntados sin dudas están Armella y Wilk. A la hora de dictar los primeros procesamientos del caso Gestapo antisindical, Kreplak resaltó que “se advierte la necesidad de profundizar la investigación respecto de las autoridades judiciales y del ministerio público fiscal cuyo obrar ha sido considerado relevante en cuanto precede”. Por eso, el juez federal de La Plata continúa con su investigación y el macrismo fuerza por trasladar la causa a los tribunales de Comodoro Py.
Con este mar de fondo, lo más probable -y esperable- es que el Senado no apruebe el pliego de Wilk.