G7: Alberto Fernández reclamó el diálogo entre Rusia y Ucrania para terminar la guerra

E Presidente expuso las consecuencias de la guerra y volvió a pedir por el cese de hostilidades. En el plano económico, pidió mayor asistencia a los países en desarrollo, un nuevo tratamiento de la deuda y revisar los sobrecargos del FMI.

27 de junio, 2022 | 08.41

El presidente Alberto Fernández reclamó en la cumbre del G7 el inicio de un proceso de diálogo entre Rusia y Ucrania que ponga fin a la guerra. En ese sentido, volvió a condenar la invasión que lleva adelante el gobierno ruso y expuso las consecuencias económicas que afectan al mundo. Reclamó una “nueva arquitectura financiera” que incluya un incremento de la emisión de los Derechos Especiales de Giro (DEG) para los países, un nuevo tratamiento de la deuda soberana y revisar los sobrecargos del Fondo Monetario Internacional (FMI). “La guerra es una tragedia”, exclamó.

El Presidente llegó alrededor de las 12 en helicóptero junto a la comitiva de Senegal, otro país invitado. Todos los jefes de Estado y Gobierno lucieron ambos con camisa, pero no corbatas debido a las altas temperaturas y a que el hotel no cuenta con refrigeración. Al primer plenario, Fernández entró acompañado por el canciller Santiago Cafiero y un traductor, y fue el quinto mandatario en hablar.

Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.

SUSCRIBITE A EL DESTAPE

Al comienzo, propuso una mesa de diálogo entre los mandatarios ruso y ucraniano, Vladimir Putin y Volodímir Zelenski. “Desde un comienzo reclamamos el cese de las hostilidades. Ahora necesitamos impulsar el diálogo entre las partes involucradas. La historia da cuenta de que cada conflicto terminó, con acuerdos logrados sobre la base de iniciativas concretas. Tomemos ya la iniciativa en procura de la paz”, planteó y advirtió: “Hagámoslo antes que sea demasiado tarde”.

Tal como había adelantado El Destape, Fernández mantuvo la línea conceptual de sus discursos de la semana pasada ante los BRICS, de principio de junio en la cumbre de Las Américas, y de octubre pasado ante el G20. Además, se alzó como portavoz de América Latina por su rol como presidente de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y expuso las consecuencias que desató el conflicto bélico: “Los flujos comerciales y la logística, ya seriamente dañados durante la pandemia, llegaron a un punto crítico. Los mares están militarizados. La guerra promueve el gasto en armamentos en detrimento de la inversión en proteínas, salud o educación que tanto necesita la humanidad”.

Frente a esto, utilizó el Plan Marshall como ejemplo de una herramienta que ayudó a Europa a salir de la Segunda Guerra Mundial para reclamar “un nuevo orden internacional”. Fernández apuntó: “La asistencia a los pueblos necesitados y el acuerdo en torno del respeto al derecho internacional fueron el origen del orden de la posguerra”.

El presidente Alberto Fernández terminó su discurso ante el G7 esta mañana.

Tras destacar que los efectos negativos que las crisis del presente (climáticas, sanitarias, financieras, energéticas y alimentarias) “llueven ácidamente sobre todo el planeta”, propuso: “Quiero alzar mi voz en esta Cumbre para abogar por la construcción de una nueva arquitectura financiera internacional que incluya a las periferias del mundo”.

Allí bregó porque se incrementen los Derechos Especiales de Giro emitidos por el FMI “incluyendo a los países de renta media” ya que “constituyen una oportunidad para mejorar las condiciones sociales” y reclamó que no se destinen a “engrosar las reservas de bancos centrales que no los necesitan''. Otro de los puntos que marcó fue “revisar” la política de sobrecargos cobrados por el FMI. “Constituyen una penalización inadmisible en las circunstancias dramáticas que hoy vivimos”, afirmó. Y sumó: “Los derechos fiscales para las grandes corporaciones multinacionales, especialmente en la economía digital; el impuesto mínimo global como medio de implementación de protección climática; y un nuevo marco de tratamiento de las deudas soberanas también requieren una urgente implementación”.

Para cerrar, hizo hincapié en el cambio climático, uno de los temas del foro que perdió fuerza de febrero para acá ya que el corte del suministro de gas por parte de Rusia hizo que Europa se aboque al carbón. “Es un auténtico escándalo que no nos perdonarán las futuras generaciones, el hecho de que se esté incrementando el presupuesto mundial en armamentos destructivos, mientras aún no se han cumplido los aportes mundiales para el Fondo Verde del Clima”, llamó a la reflexión. “Construir una paz sustentable supone también construir una paz climática”, reflexionó. 

Por último, afirmó que tras la pandemia y en medio de esta crisis desatada por la guerra “es hora de cambiar este presente y empezar a construir en paz una humanidad más justa”. Y cerró: “El problema no es la pobreza. El problema a resolver es el sistema económico que la genera y permite que la riqueza se acumule en unos pocos”.

Fernández terminó de pulir los detalles de su discurso esta mañana, acompañado de Cafiero y Sergio Massa en la habitación del hotel donde se hospeda en Múnich, minutos antes de partir al castillo de Elmau donde lo esperaban los líderes de las principales potencias mundiales: Joe Biden (Estados Unidos), Olaf Scholz (Alemania), Emmanuel Macron (Francia), Mario Draghi (Italia), Justin Trudeau (Canadá), Boris Johnson (Reino Unido) y Fumio Kishida (Japón). También estuvieron los mandatarios de los otros países invitados: India, Islandia, Camerún y Sudáfrica.