Al terminar su participación en la cumbre del G7 en Munich, Alemania, el presidente Alberto Fernández se declaró "satisfecho y preocupado" y destacó que cumplió con los objetivos que se planteó. "Pude traer la voz del continente, la voz de los que no siempre se escuchan", aseguró el también presidente pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
El mandatario argentino explicó que los ejes de sus intervenciones en las últimas 48 horas fueron la guerra en Ucrania, la pobreza, la necesidad de una reforma del sistema financiero global y el compromiso de su Gobierno con "el tema climático" y la lucha contra la discriminación de género.
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"Manifesté el compromiso de la Argentina con el tema climático, lo injusto que es cómo se plantea ese problema en el mundo central; la importancia de igualar los géneros y terminar con cualquier tipo de discriminación", enumeró el mandatario y agregó que dejó en claro su pedido de "un diálogo" para terminar con las hostilidades entre Rusia y Ucrania y abogó "por la construcción de una nueva arquitectura financiera internacional que incluya a las periferias del mundo". Uno de los ejemplos que puso fue el actual debate sobre "impuestos que corrijan la concentración del ingreso".
Fernández llegó el domingo a Munich para participar de la cumbre de presidentes del G7, el foro de las potencias occidentales y sus aliados más poderosos: Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Italia, Francia, Japón y Canadá. Además, incluye a la Unión Europea. Ayer mantuvo su primera reunión bilateral con su par indio, Narendra Modi, y luego hoy lunes continuó con otros encuentros, entre ellos con su par británico, el primer ministro Boris Johnson, y la sesión central de la cumbre.
El primer balance de la cumbre
De acuerdo al mandatario, el encuentro internacional tuvo algunos avances auspiciosos, dado que se propició entre los mandatarios un intercambio de posiciones en lo que respecta al conflicto de Rusia y Ucrania, sobre todo en lo relacionado al impacto económico de la guerra. "Yo diría que todos estamos conscientes de la necesidad de acelerar el proceso para que la paz se recupere cuanto antes", subrayó.
Al ser consultado por los medios argentinos sobre su balance sobre las reuniones bilaterales que mantuvo en el marco de la cumbre, prefirió identificar a cada uno de los encuentros cara a cara porque "las relaciones bilaterales son distintas de acuerdo a cada país". Así, explicó que con Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, hablaron de la posibilidad de que el año que viene se realice una reunión entre la Celac y la Unión Europea, aprovechando que la va a presidir España, un tema que ya había sido abordado en su momento con el presidente Pedro Sánchez. Por otro lado, calificó de "extraordinaria" a la reunión que mantuvo con Narendra Modi, el primer ministro de la India. "Quedamos en trabajar en trabajar juntos. India es una economía de 1.400 millones de personas", afirmó.
Siguiendo con su repaso de los días en Munich, Fernández aseguró que la reunión que mantuvo con Mario Dragui, el primer ministro italiano, fue "muy buena" porque él "siempre expresa su apoyo a la Argentina en las cuestiones que siguen pendientes en el Fondo Monetario Internacional. En ese sentido, resaltó que fundamentalmente abordaron la cuestión de "los sobrecargos".
"Como dije en el discurso de hoy, ese es un tema que el FMI debe tratar y resolver y que el G20 que se realizó en Roma ya le había recomendado que resolviera. Hablamos también de la posibilidad de que Italia invierta en los proyectos que existen para instalar plantas de licuación de gas, que es un proyecto que tenemos que acelerar para que podamos sacar el gas excedente de Vaca Muerta y exportarlo. Se mostró muy predispuesto", amplió. También destacó que el encuentro que mantuvo con Olaf Scholz, el canciller alemán, se desarrolló también en el mismo sentido. "Me dijo que pongamos los equipos técnicos a trabajar", concluyó.