En un acto con las FFAA, Villarruel parafraseó al genocida Antonio Bussi: “Trapo rojo"

La vicepresidente de la Nación, Victoria Villarruel participó del acto por el 50 aniversario del ataque del ERP contra la unidad de Ejército local. “En pleno gobierno democrático pretendieron que los argentinos tuviéramos cambiadas nuestras costumbres, nuestras tradiciones e, incluso, nuestra bandera, siendo cambiada por un trapo rojo”, dijo, citando al genocida Antonio Bussi.

22 de enero, 2024 | 17.05

La vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel participó del acto por el 50 aniversario del ataque del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) contra la unidad de Ejército local en el distrito bonaerense de Azul y, sin nombrarlo, citó una frase que hasta el día de hoy recuerda al genocida Antonio Bussi: “En pleno gobierno democrático pretendieron que los argentinos tuviéramos cambiadas nuestras costumbres, nuestras tradiciones e, incluso, nuestra bandera, siendo cambiada por un trapo rojo.”

En 1976, en pleno Operativo Independencia, con el que la dictadura cívico-militar dijo perseguir a las guerrillas y terminó provocando masacres indiscriminadas en Tucumán, el entonces gobernador de facto, el general Bussi, se regocijó, en un acto, por el avance de la represión: "Estamos viviendo una pequeña muestra de lo que podemos hacer pueblo y Ejército reunidos, ya que es mucho lo que esperamos de ustedes para terminar de una vez y para siempre con esos delincuentes subversivos que quisieron una vez reemplazar nuestra bandera por un trapo sucio con una estrella roja en el medio."

Casi 50 años después, Villarruel lo parafraseó: “Hace cincuenta años atrás, un sábado a la noche, terroristas del Ejército Revolucionario del Pueblo, decidieron atacar esta unidad militar. Atacar a traición; atacar a familias; a hombres de armas que estaban en situación de descanso y, en pleno gobierno democrático, pretendieron que los argentinos, tuviéramos cambiadas nuestras costumbres, nuestras tradiciones e, incluso, nuestra bandera, siendo cambiada por un trapo rojo.

"Hoy es el primer paso de muchos para reconstruir la verdad histórica y para darle a cada cosa su lugar", agregó la Vicepresidenta. Junto con el ministro de Defensa nacional, Luis Petri, encabezaron el viernes pasado el acto en la guarnición militar Azul por el 50° aniversario del asalto ocurrido el 19 de enero de 1974, por integrantes del ERP al regimiento de esta ciudad.

En su discurso, Villarruel volvió a defender la teoría de los dos demonios, negó que haya habido "justicia" y defendió -solamente- la figura de los militares durante la dictadura. “Hoy es el primer paso de muchos. El primer paso para reconstruir la verdad histórica y para darle a cada cosa su lugar. Hoy la Justicia es para todos; la memoria es para todos; la verdad es para todos. Los derechos humanos son para todos, por eso quiero brindar nuevamente mis condolencias, mi apoyo y mi esfuerzo a los familiares de quienes fueron asesinados 50 años atrás y en otros hechos luctuosos que ocurrieron en la década del '70, en nombre de una revolución que nadie les pidió”, aseguró la Vicepresidenta que se niega a hablar de terrorismo de Estado para los crímenes cometidos por la dictadura cívico-militar y los equipara con los de las guerrillas. 

 

Luis Petri presenció el acto

La Vicepresidenta desplegó todo su arsenal negacionista frente a otro miembro del Gobierno, el ministro de Defensa de la Nación, Luis Petri, quien acompañó con un discurso igual de elogioso para las Fuerzas Armadas que eligió poner en esa institución la "defensa de la democracia": "El ataque de Azul, en aquel enero de 1974, fue mucho más que un ataque a una guarnición militar. Fue un ataque a un gobierno democrático, elegido por la voluntad popular, que había asumido el compromiso de buscar la reconciliación y prosperidad para el país".

Para Petri, "el 19 de enero de 1974 es importante detenerse en la secuencia. Minutos antes de la medianoche, un centenar de terroristas, de miembros del llamado Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), llegaron en camiones, camuflados, vestidos con uniformes de combate. Asaltaron a traición y comenzaron el ataque a la guarnición militar. El ataque afortunadamente fracasó. Fracasó porque artilleros combatieron heroicamente, contando con el apoyo de Infantería de Marina del Arsenal Naval Azopardo, y del personal de otras guarniciones".