La mesa judicial PRO se reunía de forma quincenal en el despacho del exjefe de Gabinete, Marcos Peña, y con la presencia del entonces presidente Mauricio Macri, que no asistió a todos los encuentros pero su participación merecía una línea en los avisos que los integrantes de ese espacio recibían para confirmar la asistencia. Tan importante era la figura de la mano derecha del líder PRO que en algún momento debieron suspender los debates por sus vacaciones. También se conformó un espacio de coordinación de seguridad con representantes de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI).
Como contó Luciana Bertoia en El Destape, los correos iban a distintas casillas. Entre otras, las de Gustavo Arribas en la AFI, desde donde se reconstruyeron estas reuniones. Entre los destinatarios estaban José Torello, Pablo Clusellas y el entonces ministro de Justicia, Germán Garavano. En las reuniones había al menos ocho participantes y, en general, los correos recibían las confirmaciones de las secretarias de cada uno de los funcionarios, lo que da cuenta de la institucionalización de la mesa.
"Hay reunión de coordinación de Justicia en el despacho de Marcos Peña", cita uno de los correos electrónicos que la intervención de la Agencia Federal de Inteligencia encontró en las oficinas del organismo. "Esta reunión fue suspendida por varios motivos. Vuelve a ser semanal". Lo que demuestra que los encuentros eran asiduos y tenían el objetivo de promover a ciertos jueces y fiscales y desgastar a otros, pero también definir quién iba preso y quién no.
Los correos electrónicos llegaban con una periodicidad llamativa y siempre pedían confirmación. El semanario después se convirtió en reuniones "cada dos jueves". El día elegido para tomar las definiciones. Siempre en Casa Rosada. En una ocasión, de hecho, se modificó el día y se aclaró que "por única vez" pasaría al miércoles.
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La presencia de Peña, quien convocaba a los encuentros ya que uno de los correos electrónicos partió de su propia casilla, era tan importante que a comienzos de 2019 se debió suspender la reunión por sus vacaciones y se programó una nueva para su retorno, "a la hora de siempre". Las agujas apuntan a las doce del mediodía.
Las direcciones de correo electrónicos son de lo más variadas. Hay algunas dependientes del gobierno, otras que son Gmail, como en el caso de Peña, y otras que aún utilizan el ya casi abandonado sistema de Hotmail, por parte de Gustavo Arribas.
Los mensajes son cortos, comienzan con cierta formalidad ("Estimados") para luego informar la fecha y lugar del encuentro, siempre los mismos, o su cancelación por problemas de agenda. Sin embargo, las firmas suelen ser bastante cercanas e informales, con el nombre corto del emisor, una suerte de apodo, por decirlo de alguna manera. Incluso saludos por las fiestas de fin de año, con signos de admiración.
Bertoia reveló que los intercambios serían entre 18 y 20, iniciados el 15 de noviembre de 2017 con continuidad, al menos, hasta el 28 de enero de 2019. En esos mensajes, la concurrencia de Mauricio Macri era destacable ya que no ocurría todo el tiempo. En este caso, el encuentro también fue un jueves pero con modificación horaria. En vez de a las 12, tuvo lugar a las 17"con la participación del Presidente".
No sólo había una coordinación judicial sino que también se entabló una mesa de Seguridad con presencia de Patricia Bullrich, representantes de Jefatura de Gabinete, Ministerio de Defensa, la AFI y Cancillería. El día elegido era el martes a las 16, también en el despacho de Peña.
Como informó Franco Mizrahi, Peña fue imputado en la causa de la mesa judicial PRO. La decisión la tomó el fiscal Ramiro González luego de recibirla serie de mails que se encontraron en la AFI y lo involucran en la convocatoria a las reuniones de esa espacio macrista.