La investigación en torno a una red de espionaje ilegal durante el macrismo convulsionó a todos los sectores sociales, políticos, judiciales y periodísticos de la Argentina. La diputada nacional del Frente de Todos Blanca Osuna pidió "justicia como brújula cotidiana que aporte a la realidad".
En un comunicado, la legisladora que integra la Comisión Bicameral de Inteligencia aseguró que la participación del organismo de seguimiento "posibilita tener una dimensión cabal de todo este entramado perverso e ilegal y promover que salga de la oscuridad y sea juzgado con todas las garantías constitucionales". Sobre el proceso judicial, aseguró que los avances de las investigaciones están en etapa definitoria y afectan "a referentes políticos, sociales, gremiales, sindicales, religiosos" espiados durante la gestión de Mauricio Macri.
La diputada manifestó que "la gravedad del delito que supone la construcción de un aparato de persecución, espionaje, armado de causas y coacciones en el corazón del Estado nacional no tiene antecedentes en la historia democrática de la Argentina". Además, remarcó: "Si avanzamos sobre las razones que motivaron las decisiones de Macri se encontraba el odio por destruir toda oposición que podía limitar al entonces presidente su afán de negocio, enriquecimiento, endeudamiento del país, fuga y blanqueo".
A diferencia de lo ocurrido durante el Gobierno de Cambiemos, Osuna aclaró que la investigación no está guiada por "el odio o la venganza ni el show de detenciones en la madrugada".
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Para tener un Poder Judicial que actúe "como brújula cotidiana que aporte a la realidad", es clave "el rol de la administración de justicia, de los medios de comunicación y de la responsabilidad para definir claras políticas que sean superadoras del funcionamiento ilegal de estructuras del estado que están para preservar la seguridad y la soberanía", analizó.
La diputada entrerriana recordó que la Ley de Inteligencia "fue modificada sustancialmente en el 2015, por iniciativa de Cristina Kirchner, donde se incorporaron, como condiciones del desarrollo de actividades de inteligencia, el respeto a las garantías individuales, a los Derechos Humanos y a todo convenio que la Argentina en esa materia firme con otros países".
Y puntualizó que "el caso más emblemático de la persecución es Cristina Fernández de Kirchner, como síntesis colectiva de proyectos nacionales y populares y como la resistencia opositora más contundente a los cuatro años de ajuste, hambre y endeudamiento del macrismo". Por eso, pidió: "Nunca más la inteligencia y el oscurantismo como prácticas políticas de persecución y amedrentamiento a opositores, propios y extraños. Ese es el desafío que vamos a construir".