La Agencia Federal de Inteligencia guió distintas operaciones de la banda del espía ilegal Marcelo D’Alessio. Así se desprende de la imputación que el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, le leyó a Pablo Pinamonti en la indagatoria que le tomó el 3 de julio pasado. Pinamonti fue un agente jerárquico del organismo de inteligencia durante el gobierno de Mauricio Macri.
Para el juez, Pinamonti “tuvo conocimiento, le reportaron, dispuso y/o coordinó distintas maniobras de inteligencia ilegales realizadas materialmente por los otros miembros de la organización delictiva”, es decir, por la banda de D'Alessio. Su contacto era el expolicía y exAFI, Ricardo Bogoliuk, quien aparece como jefe operativo del falso abogado.
Pinamonti había sido jefe de Bogoliuk en el proyecto AMBA, iniciativa por la que la AFI desplegó diversas bases en la provincia de Buenos Aires. El expolicía bonaerense se había desempeñado como Jefe de la base de Ezeiza entre el 31 de febrero de 2017 y el 1 de enero de 2018. En esa jurisdicción, “en ese período, se desarrollaron numerosas operaciones de inteligencia y espionaje ilegales que respondían a intereses políticos y judiciales”, remarcó el magistrado de Dolores en la indagatoria del 3 de julio.
Con la partida de Bogoliuk de la agencia, los procedimientos siguieron. “Se hallaron documentos que daban cuenta de que las operaciones de inteligencia y espionaje ilegales continuaron, se proyectaban otras que fueron realizadas durante el año 2018 y que les eran reportadas” a Pinamonti, indicó Ramos Padilla. Es más: en 2019 “y hasta el momento de la detención de Marcelo D´Alessio”, Pinamonti “continuó coordinando, dirigiendo las actividades del grupo y participando de forma directa en las operaciones”. Por ejemplo, el magistrado indicó que “se le reportaba información –en el mes de noviembre de 2018- acerca de las afiliaciones ideológicas de periodistas del programa ‘Animales Sueltos’ transmitido por el canal América TV y conducido por el Sr. Alejandro Fantino y sobre las reuniones que mantuvo uno de ellos con la ex Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner”.
Entre otras cosas, Ramos Padilla le imputó a Pinamonti dar las directivas en las acciones ilegales de inteligencia que se practicaron contra el empresario Pedro Etchebest y el ejecutivo de PDVSA, Gonzalo Brusa Dovat. En ambas tuvo participación el fiscal federal Carlos Stornelli, procesado en el marco de esta causa.
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El rol de la AFI queda al descubierto en el D’Alessiogate, por ejemplo, cuando el juez revela que Pinamonti “impartía directivas –también a través de Bogoliuk- acerca del contenido de lo que era importante destacar en las apariciones públicas de Brusa Dovat en los medios de comunicación”. Una de esas "apariciones" se dio en el diario Clarín a través del periodista Daniel Santoro, otro de los procesados en este expediente.
La acusación contra Pinamonti involucra directamente a la AFI que condujeron Gustavo Arribas y Silvia Majdalani en las actividades de inteligencia ilegal que realizó la banda de D’Alessio.
Caso Etchebest
El 3 de julio, al tomarle declaración indagatoria, Ramos Padilla le leyó a Pinamonti: “Se le imputa haber dispuesto y coordinado las acciones que perjudicaron a Pedro Etchebest y que materialmente desarrollaron Marcelo Sebastián D´Alessio junto con –al menos- Ricardo Bogoliuk, Aníbal Degastaldi, Eduardo Ariel Menchi y Mariano Díaz Strunz y la connivencia del fiscal federal Carlos Ernesto Stornelli, de manera informal y paralela a las investigaciones judiciales”.
La banda de D'Alessio "buscaba, en lo particular, reunir información acerca de la posible participación de Pedro Etchebest en maniobras ilícitas que pudieran hallarse vinculadas con el imputado-colaborador Juan Manuel Campillo –en la causa CFP 9608/2018 denominada ‘cuadernos’- o Julio De Vido o a los fines de encontrar información acerca de la denominada ‘ruta inversa del dinero k’”, señaló Ramos Padilla. “La operación buscaba influir en el curso y resultados de una causa penal de enorme relevancia institucional”, añadió el magistrado.
El juez recordó que la organización de los espías ilegales extorsionó a Etchebest para que no quedara involucrado en la causa de las fotocopias de los cuadernos y que la víctima llegó a pagar sumas parciales del dinero que le fue exigido. También destacó que el falso abogado le ofreció a Etchebest que “una vez solucionada su situación en la mencionada causa judicial y con el fiscal Stornelli, se presentara a declarar como colaborador o ‘arrepentido’ para incriminar y perjudicar a Juan Manuel Campillo”.
Caso Brusa Dovat
A su vez, Ramos Padilla le imputó a Pinamonti “haber participado en las actividades que perjudicaron al ex directivo de PDVSA Argentina Gonzalo Brusa Dovat, a quien a partir de diversas tareas de inteligencia ilegales, intimidaciones, amenazas y engaños se le exigió que prestara declaraciones en contra de su voluntad ante la prensa y en la Fiscalía Federal Nº 4”, a cargo de Stornelli. Brusa Dovat debía denunciar “una serie de presuntos hechos delictivos” cometidos en la empresa PDVSA Argentina o en firmas vinculadas.
A través de la declaración de Bursa Dovat, resaltó Ramos Padilla en la imputación, “se implementó un mecanismo con objetivos judiciales y de política nacional e internacional, con la participación de distintos miembros de la organización, a través del que se obtuvo que una persona prestara un ‘testimonio relevante’ para una causa judicial y su utilización en los medios masivos de comunicación para influir en la opinión pública”.
El magistrado de Dolores describió que esa operación la realizaron D’Alessio, Bogoliuk – contacto de Pinamonti-, el ex policía Aníbal Degastaldi y el fiscal procesado Carlos Stornelli, entre otros. Y que Pinamonti, desde la AFI, “coordinó la maniobra desde un primer momento”. A su vez, “le era reportada información” de los avances del procedimiento ilegal “por intermedio de Bogoliuk”.
Ramos Padilla también señaló que Pinamonti “impartía directivas –también a través de Bogoliuk- acerca del contenido de lo que era importante destacar en las apariciones públicas de Brusa Dovat en los medios de comunicación, tales como la supuesta presencia de los servicios de inteligencia venezolanos en el país y la relación con Uruguay de las maniobras denunciadas por Brusa Dovat, lo que justificaría el apoyo de este país, por la utilidad que esos dichos en la prensa podían generarle a la Agencia Federal de Inteligencia”.
Para el magistrado, Pinamonti “conocía al menos desde el día 30 de enero la maniobra desarrollada respecto de Brusa Dovat –a quien D´Alessio lo identificaba como ‘arrepentido’ o el ‘Centeno de PDVSA’- mediante intercambio de comunicaciones con Bogoliuk –quien le reportaba las comunicaciones que recibía, por su parte, de D´Alessio”.
La AFI
“Entre los distintos planes delictivos de la asociación ilícita investigada que dan cuenta de que la organización delictiva respondía a los intereses de la Agencia Federal de Inteligencia” se destacan aquellas detalladas en los documentos hallados en poder de D’Alessio: “Síntesis de investigaciones actuales” y “Síntesis afi”. En esos documentos se describe el desarrollo de distintas operaciones. También figuran “los nuevos planes ilegales que se proyectaban para el futuro y que, en gran medida, se llevaron adelante. En todos ellos se observa un marcado interés político y judicial”, sostuvo Ramos Padilla.
Quién es Pinamonti
Este agente orgánico de la AFI macrista es un personaje relevante en el oscuro entramado de la inteligencia ilegal que desplegaron Arribas y Majdalani. Se lo vincula, por ejemplo, con Daniel “Tano” Angelici, operador judicial con muchos contactos en la ex SIDE durante el gobierno de Cambiemos. Antes de desembarcar en el organismo de inteligencia, Pinamonti pasó por Asuntos Internos de la Policía Metropolitana.
Pinamonti cumplió diferentes funciones en la AFI: ingresó el 27 de mayo de 2016 y revistó en el gabinete de asesores de Arribas, donde estuvo hasta el 5 de mayo de 2017. Luego fue director del proyecto AMBA, iniciativa por la que desembarcaron bases de la AFI en la provincia de Buenos Aires. Debió levantarse porque terminó en escándalo cuando trascendió que desde esas bases espiaron hasta a dirigentes del entonces oficialismo (lo que visto en retrospectiva, ya no parece tan raro). Finalmente, tras el cierre del proyecto AMBA, Pinamonti se desempeñó como Jefe del Departamento de Coordinación y Soporte en el Análisis de Casos.
El 3 de julio fue indagado en el D’Alessiogate por sus vínculos con la banda dedicada a hacer tareas de inteligencia ilegal. Todo indica que era el vínculo orgánico de la AFI con esa organización delictiva.