La ampliación de denuncia que realizó este jueves el Gobierno nacional revela al detalle cómo se gestó el envío de armamento a Bolivia. Una serie de reuniones en la Casa Rosada que se realizaron el 12 de noviembre de 2019 complican a Mauricio Macri, Marcos Peña y a varios exfuncionarios. La hipótesis central es que aquel día que asumió la dictadora Jeanine Áñez en Bolivia se terminó de cerrar la maniobra. Pocas horas después de esos encuentros en Casa de Gobierno, con autorizaciones hechas a las apuradas, 70.000 municiones y más de 500 granadas argentinas se transportaron de contrabando en un avión Hércules C-130 al país vecino y terminaron en manos de los golpistas que habían derrocado a Evo Morales. Se enviaron junto a una tropa de elite de la Gendarmería que iba a custodiar la embajada argentina.
A continuación, el rol de cada uno de los acusados y las pruebas que dan cuenta del contrabando agravado que se investiga en el fuero Penal Económico. El escándalo también se investiga en Bolivia, donde se suman elementos probatorios de peso como el hallazgo de las municiones en depósitos de la policía local y el testimonio de los agentes que las recibieron.
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Los acusados
La plana mayor del gobierno macrista quedó involucrada en el contrabando de armas que recibieron la Policía y la Fuerza Aérea boliviana. No es para menos. Es impensable un apoyo armamentístico a una dictadura de un país vecino sin el visto bueno de las altas esferas gubernamentales.
En la denuncia que realizó el gobierno nacional y que lleva las firmas de los ministros Martín Soria y Sabina Frederic y la titular de la AFIP Mercedes Marcó del Pont, se precisó el rol que cumplió cada uno de los acusados.
La denuncia apunta al expresidente, su mano derecha y sus principales ministros además de integrantes de fuerzas de Seguridad:
- Mauricio Macri, Presidente al momento de los hechos. Se lo acusa de ser “quien ordenó y organizó en forma directa la maniobra de contrabando”, según se desprende de la ampliación de denuncia realizada este jueves.
- Marcos Peña, jefe de Gabinete. Fue el anfitrión de la reunión clave del 12 de noviembre de 2019 en la Casa Rosada de la que participó la cúpula del ministerio de Seguridad y los jefes de las cuatro fuerzas de Seguridad. Se lo acusa de ser uno de los coordinadores del envío ilegal de armas. También intervino directamente en el trámite “mediante el cual se gestionó el traslado de los gendarmes a Bolivia, ocultando la verdadera finalidad de ese viaje”.
- Patricia Bullrich, ministra de Seguridad. “Aportó el material represivo objeto de contrabando, con el apoyo de sus funcionarios de Gendarmería Nacional”, de acuerdo a la reconstrucción que hicieron los denunciantes.
- Oscar Aguad, ministro de Defensa. “Puso a disposición el avión Hércules C-130 que sirvió de medio de transporte” del armamento.
- Jorge Faurie, canciller. “Generó la coartada necesaria para engañar al servicio aduanero”. Pidió la "protección de la Embajada" en una nota "mediante la cual se ocultó que la verdadera finalidad de una parte del material enviado era, en realidad, (para) fortalecer (a) las fuerzas golpistas de Bolivia”.
- Fulvio Pompeo, secretario de Asuntos Estratégicos y mano derecha de Peña en asuntos internacionales. “Colaboró con Peña en la coordinación de la maniobra e intervino en la tramitación de los viáticos de los gendarmes utilizados como ‘pantalla’ del envío”, de acuerdo a la ampliación de denuncia.
- Gerardo Otero, Jefe de la Gendarmería (GNA). Era quien comandaba la fuerza que entregó las municiones. Estuvo en la reunión del 12 de noviembre de 2019 en la Casa Rosada. Fue su único ingreso a Casa de Gobierno aquel año. En ese encuentro también estuvo Ramón Domínguez, ayudante de Órdenes del jefe de Gendarmería.
- Rubén Yavorsky, Director de Logística de la GNA. “Firmó las notas mediante la cual solicitaba autorización a la ANMaC para enviar a Bolivia la ‘carga extra’ de 70.000 municiones 12/70 AT, sprays de gas pimienta y más de 600 granadas”. La nota fue enviada con copia a Otero el 12 de noviembre. El día anterior había firmado la nota con el pedido “oficial” para que la tropa de elite de la GNA viajase a Bolivia.
- Fabián Salas, Jefe de la Agrupación Fuerzas Especiales “ALACRAN” de la Gendarmería que viajó a Bolivia. En un fax informó a la Fuerza Aérea Argentina que además del equipamiento informado el día anterior, se incluirían las 70.000 municiones, spray de gas lacrimógeno y alrededor de 500 granadas, es decir, el armamento que viajó de contrabando.
- Adolfo Caliba, agregado de la GNA en la embajada argentina en Bolivia. Es sindicado como quien gestionó la entrega de parte del armamento a la Policía de Bolivia.
- Normando Álvarez García, embajador argentino en Bolivia en funciones al momento de los hechos. Fue el destinatario de la carta que envió el Comandante de la Fuerza Aérea de Bolivia, Jorge Terceros Lara (hoy detenido), en la que se agradeció el envío del material contrabandeado (y se detalló cuál fue el armamento recibido). La misiva está fechada el 13 de noviembre de 2019. Álvarez García estaba en el aeropuerto cuando llegó el Hércules C-130 a Bolivia.
Entre los acusados también figuran Jorge Dávila (ex Director General de Aduanas), Eugenio Cozzi (ex Director Ejecutivo de la ANMaC) y Carlos Miguel Recalde (ex Director de la Dirección de Operaciones de la Gendarmería Nacional Argentina). Los tres fueron incluidos en la primera denuncia que hizo el gobierno nacional.
Hasta el momento fueron imputados por la justicia en lo penal económico: Macri, Bullrich, Aguad, Álvarez García, Otero, Yavorski, Recalde y Caliba. La causa aún no tiene un juez definitivo: se trabó un conflicto de competencia entre el magistrado Javier López Biscayart y su colega Alejandro Catania.
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La cronología
La secuencia cronológica, que con el pasar de los días se completa cada vez más, permite ver cómo el gobierno de Macri armó el envío de armas para apoyar el derrocamiento de Evo Morales.
El punto de partida que tomaron los denunciantes para su relato es el día que Evo Morales se ve obligado a dejar el gobierno.
- 10 de noviembre de 2019
Evo Morales es derrocado por la Policía Boliviana y por las Fuerzas Armadas de ese país.
- 11 de noviembre de 2019
La Gendarmería, a través de Yavorsky, Director de Logística, solicita a la ANMaC una primera autorización para sacar del país el armamento para proteger la Embajada de Bolivia.
La ANMaC autoriza la salida del país del material solicitado.
Álvarez García, embajador argentino en Bolivia, solicita al canciller de Evo Morales autorización para que ingresen a ese país un grupo de gendarmes con su respectivo armamento. Hasta aquí, nada raro. Todo se precipita al día siguiente.
- 12 de noviembre de 2019
9:50. Ingresa a Casa Rosada Mauricio Macri. Tal como reconstruyeron los denunciantes, “minutos antes, habían ingresado Marcos Peña y Fulvio Pompeo”.
10:42. Jorge Faurie ingresa al despacho de Macri. Se retira a las 11:29. En el transcurso de ese día, Faurie firma una “nota coartada”, solicitándole a Bullrich y Aguad el envío de gendarmes a Bolivia. Pero ese envío ya se había terminado de gestionar el día anterior. La nota la firmó de puño y letra y no circuló por “el sistema electrónico y obligatorio de comunicaciones oficiales”. “La orden de escribir esa nota-coartada, está claro, fue dada personalmente por Macri a Faurie”, sostuvieron los denunciantes. ¿La razón? Poder sumar al viaje, en un segundo pedido a la ANMaC, las municiones que se enviaron de contrabando.
11:39. Ingresa a Casa Rosada, con destino al despacho de Marcos Peña, la Ministra de Seguridad Patricia Bullrich. Media hora después ingresa su jefe de gabinete, Gerardo Milman.
12:25. Ingresa al despacho de Peña, en un margen de 10 minutos, la plana mayor del Ministerio de Seguridad. Entran el “viceministro” de Bullrich, Eugenio Burzaco (Secretario de Seguridad), y la mano derecha de Burzaco, Darío Oroquieta (Subsecretario de Políticas de Seguridad e Intervención Federal). También ingresa el jefe de la Gendarmería, Gerardo Otero. Y los jefes de las otras tres fuerzas federales dependientes de ese Ministerio: Néstor Roncaglia (Jefe de la Policía Federal), Eduardo Scarzello (Prefecto Nacional Naval) y Alejandro Itzcovich Griot (Director de la Policía de Seguridad Aeroportuaria). La hipótesis central es que allí se terminó de confeccionar el contrabando.
12:51. “Veinte minutos después de comenzada la reunión, ingresa a ese mismo despacho Cte. Principal Ramón Domínguez, el Ayudante de Órdenes del Director Nacional de Gendarmería, Cte. Gral. Gerardo Otero”, se indicó en la ampliación de denuncia.
13:06. Rubén Yavorsky, de Gendarmería, firma una nota dirigida a la ANMaC solicitando ampliar la autorización de salida del país del armamento otorgada el día anterior. El nuevo material solicitado coincide con el que luego sería recibido por la Policía y por la Fuerza Aérea Boliviana. “Las notas en las que Yavorski pidió autorización para sacar del país el material represivo que finalmente fue entregado a las fuerzas bolivianas, fueron firmadas a las 13:06 y a las 13:07. En ese momento, su jefe, Gerardo Otero, Director Nacional de Gendarmería, estaba en la reunión de Casa Rosada. Y apenas 15 minutos antes, Otero había convocado a su Ayudante de Órdenes a esa reunión”, señalaron Soria, Frederic y Marcó del Pont.
13:48. Bullrich, Otero y el resto de los “visitantes” se retiran de Casa Rosada. “Las pruebas demuestran que el único objeto posible de esta reunión fue la organización del contrabando”, sostuvieron los acusadores.
14:48. Fabián Salas, jefe del grupo Alacrán de Gendarmería, envía un fax a la Fuerza Aérea informando de la carga extra que viajará con ellos: 70.000 municiones, granadas de mano y spray gas pimienta. El material que se cedió a los golpistas.
23:40 Parte rumbo a Bolivia el Hércules C-130 de la Fuerza Aérea Argentina con el material contrabandeado. La carga extra no figura en el embarque de la aeronave.
El mismo 12 de noviembre asume la presidenta de facto Jeanine Añez en Bolivia.
“No hacen falta mayores esfuerzos para comprender lo que estas reuniones evidencian: la decisión de enviar material represivo a Bolivia para apoyar el golpe de estado se tomó en la Casa Rosada”, afirmaron los denunciantes este jueves en su nueva presentación.
- El 13 de noviembre de 2019
Por la madrugada llegan las municiones a La Paz y se entregan a la Policía Boliviana y a la Fuerza Aérea Boliviana. Hay tres documentos firmados el mismo 13 de noviembre en Bolivia que confirman esa recepción:
1. Uno de la Policía Boliviana, donde consta el depósito del armamento a modo de inventario. El documento fue hallado con el material bélico enviado por la Argentina.
2. Un remito de la Fuerza Aérea Boliviana donde también consta el depósito de armamento. Es un acta de recepción que coincide con tipo y cantidades de municiones mencionados en la carta de agradecimiento de Terceros Lara al embajador argentino.
3. La mentada nota de agradecimiento de Terceros Lara al embajador Álvarez García por el envío del material bélico.
A esos documentos se suma un informe con las declaraciones de los Policías de Bolivia que recibieron el armamento. Por ejemplo, el sargento primero Juan Mario Serrano Avila, encargado de la Sección Almacén de agentes químicos del Departamento Nacional de Armamento y Equipo, dijo que tras descender del avión “los uniformados argentinos dejaron en la camioneta de la Policía Boliviana, perteneciente al Departamento Nacional de Transportes, agentes químicos y munición no letal”. Entre la carga estaban las 26.900 municiones antitumulto. Se encontraban en “269 cajas de color celeste y verde agua, embaladas en plástico transparente”.
El material fue hallado por la Policía en sus depósitos. El gobierno de Bolivia brindó una conferencia de prensa en la que mostró el material encontrado.
El mismo 13 de noviembre de 2019 se suceden diversas reuniones en la Quinta de Olivos. Ingresan Faurie, Bullrich, Pompeo y hasta Noah Mamet, exembajador estadounidense en la Argentina. Cinco días antes, el 8 de noviembre de 2019, quien había estado en Olivos con Macri fue el embajador vigente de los EE.UU, Edward Prado. En Bolivia apuntaron a EE.UU como el impulsor del golpe de Estado.
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- El 15 y 19 de noviembre de 2019
Se producen las masacres de Sacaba y Senkata. Se investiga si allí se utilizaron municiones enviadas por el gobierno de Macri.
- El 29 de noviembre de 2019
Se realiza un agasajo en la embajada argentina en Bolivia con el Alto Mando militar y el ministro de Defensa golpista Fernando López Julio. Es la despedida del agregado de defensa argentino, Miguel Alonso, quien estuvo en el aeropuerto el día de la entrega de las municiones y cuyo rol en la operación aún no está claro. Fueron parte del agasajo, militares estadounidenses, brasileños y ecuatorianos, tal como publicó este medio. En las imágenes del evento que publicó El Destape se ve al embajador argentino y a Alonso conversando de forma muy amable con el ministro golpista hoy prófugo.
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- Julio de 2020
Al regresar el Grupo Alacrán a la Argentina, desde la Gendarmería se informa que se gastaron todas las municiones en entrenamientos durante la estadía en Bolivia. Miguel Recalde, Comandante Mayor Director de la Dirección de Operaciones, firmó una nota en la que se indica que, para "mantener y acrecentar las capacidades, se realizaron ejercicios de entrenamiento y prácticas de tiro con el armamento que fuera llevado en la comisión. En dichas instrucciones se emplearon la cantidad de SETENTA MIL (70.000) cartuchos calibre 12,70 MM". Fue el intento por terminar de esconder de la maniobra. Pero todo salió a la luz. Y cada vez se conocen nuevos documentos que comprometen a los acusados.