¿Cómo fue la carga y descarga de las municiones que el gobierno de Mauricio Macri envió a Bolivia para apoyar a quienes derrocaron a Evo Morales? Dos gendarmes del escuadrón Alacrán que viajaron con las 70.000 balas antitumulto y más de 500 granadas en el avión Hércules C-130 brindaron detalles del operativo. En las testimoniales que prestaron en la causa por contrabando, donde están imputados Macri, Marcos Peña, Patricia Bullrich y otros altos funcionarios de la gestión cambiemita, relataron de dónde salieron y cómo se cargaron las armas que se entregaron a los golpistas en noviembre de 2019. También indicaron cómo se descargaron en el aeropuerto de La Paz. Los testimonios se complementan con las pruebas contundentes que cuenta la investigación.
El 3 de mayo pasado declaró el sargento Diego Villalba en la justicia en lo penal económico, donde se investiga si Macri e integrantes de su gobierno cometieron el delito de contrabando. Tres días más tarde, el 6 de mayo, prestó testimonio el suboficial de la Gendarmería, Antonio Brito. Ambos agentes fueron parte del escuadrón Alacrán que la administración cambiemita envió a La Paz para proteger la embajada argentina en pleno golpe contra Morales. En el mismo vuelo en que se trasladó a los uniformados se llevaron las municiones para apoyar a los golpistas.
En esta causa en la que están declarando los gendarmes están imputados el expresidente Macri, la exministra de Seguridad Patricia Bullrich, el exjefe de Gabinete Marcos Peña, el exministro de Defensa Oscar Aguad, el excanciller Jorge Faurie, el exSecretario de Asuntos Estratégicos Fulvio Pompeo, el exembajador en Bolivia Normando Álvarez García e integrantes de la Gendarmería, como el exjefe de la fuerza, Gerardo Otero. Es una causa de alto impacto político. En Bolivia, a la par, se investiga el tráfico ilegal de armas y ya fueron imputados quienes eran los jefes de la Fuerza Aérea y de la Policía local al momento de los hechos, Jorge Terceros Lara y Yuri Calderón, respectivamente.
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“Serían unas 30, 40 cajas”
El 3 de mayo pasado, el integrante del escuadrón Alacrán, Diego Villalba, fue consultado por la justicia cómo fue el operativo de carga y descarga del avión en que se llevaron las municiones para los golpistas.
El gendarme relató que la comisión del escuadrón Alacrán partió desde Gendarmería rumbo al aeropuerto de El Palomar en dos vehículos. Y que junto a las armas que llevó cada gendarme estaban unas “cajas de municiones que había ahí". Dijo que la primera vez que vio esas cajas fue cuando salieron de la agrupación. Es decir, que las municiones partieron desde la fuera de seguridad que respondía a la entonces ministra Patricia Bullrich. Quizás por eso en cada testimonial de los gendarmes que viajaron con las armas se hace presente el abogado de la exfuncionaria nacional, Julián Curi.
¿Cómo se trasladaron las cajas con las municiones para los golpistas? “En la Iveco Daily. Yo iba en un vehículo donde no iban las cajas”, señaló Villalba, quien vio cómo se cargaban en la camioneta y presenció la descarga de las mismas en el aeropuerto de El Palomar. ¿Cuántas cajas eran? “Serían más o menos unas 30, 40 cajas”, dijo el alacrán, lo que da cuenta de la cantidad de municiones que se transportaron.
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Las cajas se dejaron en un depósito de la Fuerza Aérea, que fue la que cargó el material en el avión Hércules C-130, algo en lo que coinciden diversos testimonios. La FA dependía del ministro de Defensa de aquel entonces, Oscar Aguad.
En otro pasaje de su testimonial, Villalba contó que hubo control aduanero respecto a las armas que tenía cada uno de los alacranes. “Controlaron el armamento que teníamos nosotros provisto. Numero por número. Nos hicieron sacar todo y revisaron les números, no hicieron una observación”, afirmó.
El vuelo partió en la noche del 12 de noviembre de 2019, el mismo día que asumía la presidenta de facto Jeanine Áñez en Bolivia. El Hércules C-130 arribó a La Paz en la madrugada del 13 de noviembre.
Al llegar, relató Villalba, “descendimos, bajamos nuestro equipamiento provisto y lo subimos a los vehículos que nos iban a trasladar hasta la Embajada”. Esos vehículos eran “un colectivo, tipo minibus, dos camionetas con cúpula”. Los bolsos y armamento personal de los gendarmes se cargó allí. Las camionetas eran de la Policía de Bolivia. “Nos trasladamos hacia La Paz luego de hacer Migraciones”, continuó el gendarme. Ese testimonio coincide con el que dieron agentes de la policía en Bolivia.
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En la embajada, cada gendarme tenía sus armas. No había un lugar de depósito, explicó el alacrán. Y ratificó que “no se entrenó, ni se practicó nada”, en referencia a ejercicios de tiro o entrenamiento. Es que para blanquear el faltante de las 70.000 balas antitumulto, cuando terminó la misión de protección de la embajada, a mediados de julio de 2020, en Gendarmería se informó que usaron para práctica de tiro y entrenamiento.
La carga y descarga de las municiones
El 6 de mayo declaró el gendarme Antonio Brito, también integrante del escuadrón Alacrán. Y dio detalles de cómo fue la carga y descarga de las cajas con municiones que se entregaron a los golpistas bolivianos.
Brito narró que se trasladaron al aeropuerto de El Palomar en dos vehículos. “En uno iba el personal y en el otro el equipamiento. Eran unos furgones verdes, Iveco”, indicó. La justicia le preguntó por el armamento que llevaban. “La cantidad de armamento no recuerdo. Llevábamos la dotación propia. Arma primaria y secundaria. Cascos y chalecos. Eso es lo que yo recuerdo. Cada uno estaba abocado a una tarea, yo me dediqué al control del equipamiento nuestro. Del control del resto se ocuparon otros”. El “resto” eran las cajas destinadas a los golpistas.
Consultado en su testimonial por esas cajas, respondió: “Era un grupo de cajas que yo vi, afuera de la Agrupación. Tenemos un lugar como del tamaño de un gimnasio, se sacó el armamento que íbamos a llevar. Yo me ocupé del control del armamento de la dotación del equipo. Pero había además unas cajas.” Eran unas cajas “pequeñas, de 30 x 20” de “colores claros”.
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Ya en el aeropuerto, la carga pasó a manos de la Fuerza Aérea. “Cuando armaron la carga en el Palomar, cuando llevaron a ese lugar para armarla, lo armó gente de Fuerza Aérea, lo armaron en un palet”, indicó. Luego agentes de la Fuera Aérea cargaron esas cajas en el Hércules C-130. Al hacer se “le colocó una red. No vi más que el color de las cajas, eso estaba al lado de nuestro equipamiento y yo me ocupé de este último”, añadió Brito.
Parte de los alacranes participaron de la carga de esas cajas cuando partieron de Gendarmería y en la descarga en El Palomar, según la versión de Brito. La justicia le preguntó al gendarme qué sucedió con esas cajas una vez descargadas. “Cuando las veo ya estaban arriba de un palet acomodadas con la red que se pone arriba de la carga. A una distancia de 15 metros estaba esa carga. Nuestro armamento lo tuvimos nosotros”, especificó. Esas cajas viajaron con ellos en el avión.
¿Qué sucedió al llegar a Bolivia? “Cuando llegó el avión sacamos nuestro equipamiento hacia un costado. Nosotros llevábamos nuestro equipamiento y fuimos a hacer Migraciones. Había un vehículo cercano tipo Clark que se acercó al avión mientras nosotros nos dirigimos con nuestro equipamiento a hacer Migraciones”, narró Brito.
Luego se trasladaron hacia la embajada escoltados por la Policía local.
Según la reconstrucción de los hechos, una parte de las municiones (40.000) se dejaron en el hangar de la Fuerza Aérea de Bolivia (FAB) y otra parte (al menos 26.9000) se cargó en una de esas camionetas de la Policía Boliviana que mencionan los testigos. Estas últimas fueron halladas en depósitos de la fuerza de seguridad del país vecino. Aún no hay precisiones sobre lo que sucedió con el material entregado a la FAB, algo que se está investigando en la Justicia de Bolivia.
Los testimonios de Villalba y Brito se suman a los que ya brindaron otros dos alacranes el 26 y 28 de abril, Omar Sande y Roberto Gómez. Las declaraciones corroboran que hubo una coordinación por parte de distintas esferas del gobierno de Cambiemos para dar apoyo al régimen de Añez.
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“Las declaraciones de los gendarmes a los que seguramente Macri, Bullrich y compañía pronto comenzaran a acusar también de ‘cuentapropistas’, confirman lo evidente, que el contrabando de armamento para apoyar el golpe de estado en Bolivia, fue una decisión ordenada por las máximas autoridades del gobierno anterior. Sólo una orden presidencial puede generar semejante coordinación en una maniobra ilegal que comprometió a la Gendarmería, la Fuerza Aérea, la Cancillería y varios Ministerios”, aseguró el ministro de Justicia de la Nación, Martín Soria, a El Destape cuando fue consultado por las primeras dos declaraciones de los alacranes.
Durante todo el mes de mayo continuarán declarando ante la Justicia los gendarmes que fueron parte del grupo de alacranes que viajó a Bolivia con las armas que envió el macrismo a los golpistas. Por lo que se esperan más revelaciones.