El próximo domingo 11 de septiembre, dentro de un mes, los vecinos de Marcos Juárez, una rica ciudad agrícola ubicada en plena Pampa Húmeda a 263 kilómetros al sudeste de la capital de Córdoba, elegirán entre dos mujeres quién sucederá al macrista Pedro Dellarossa en la Intendencia. Para el gobernador Juan Schiaretti y los dirigentes nacionales de Juntos por el Cambio, los comicios municipales de esta rica ciudad de poco más de 30 mil habitantes tiene un fuerte simbolismo: en septiembre de 2014 allí nació Cambiemos, la alianza entre el PRO y la UCR que triunfó, convirtiendo a Dellarossa en el primer intendente macrista del interior y sellando posteriormente la alianza nacional que llevó a Mauricio Macri a la Presidencia en el balotaje de 2015.
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Este viernes es el cierre de listas para disputar las elecciones del 11 de septiembre y hasta este mediodía se habían presentado sólo tres agrupaciones para competir: Juntos por Marcos Juárez, la alianza de radicales, macristas y el juecismo; Unidos por Marcos Juárez, el frente del PJ schiarettista con la Unión Vecinal local y partidos menores; y Encuentro Vecinal Córdoba.
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En la política cordobesa, Marcos Juárez es el “Kilómetros 0” de Cambiemos o Juntos por el Cambio, la alianza derechista que hoy cruje por las amenazas de Elisa Carrió, una de sus fundadoras. Para Juntos por el Cambio, retener Marcos Juárez es fundamental desde lo simbólico porque es la cuna de la coalición; pero en términos materiales, no tiene tanto peso específico, porque el intendente Dellarossa tiene una excelente relación con el gobernador Juan Schiaretti.
Para el peronismo cordobesista, Marcos Juárez es como Idaho, el estado que se anticipa a lo que sucederá en las elecciones presidenciales de EE.UU.; y en 2014, Marcos Juárez anunció la victoria de la derecha en 2015.
La candidata macrista es Sara Majorel y el primer candidato a concejal es el actual intendente Dellarossa. Las encuestas le dan al oficialismo de Marcos Juárez una derrota frente a Verónica Crescente, candidata del schiarettismo; que hasta hace pocas semanas fue la principal funcionaria de Dellarossa. El Frente de Todos decidió no participar de las elecciones municipales, es que tras la reorganización del Gabinete nacional, los dirigentes nacionales acordaron con los cordobeses no ir a una elección donde la derrota está asegurada.
Pragmatismo local
En Córdoba, donde Mauricio Macri arrasó en las elecciones de 2015 y 2019, siempre hubo una aceitada relación entre el gobernador Juan Schiaretti y el ex presidente de Boca Juniors, desde la época en que ambos compartían directorio en SOCMA, el grupo construido en plena dictadura cívico militar por Franco Macri.
Cuando Mauricio Macri decide saltar de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) hacia el interior del país con el armado del PRO, uno de los que aportó estructura fue Germán Kammerath, ex funcionario menemista y hombre fuerte de la UCeDe cordobesa que luego mutó al PRO. Kammerath fue vicegobernador del primer gobierno de José de la Sota durante seis meses –entre julio y diciembre de 1999-; cuando fue elegido intendente de la Capital provincial.
El naciente PRO también se nutrió de caciques locales que militaban en las distintas Uniones Vecinales municipales y uno de esos casos fue el de Pedro Dellarossa, hijo de un histórico intendente de Marcos Juárez, Pedro Dellarossa. Dellarossa padre llegó al gobierno local la primera vez en 1979 durante la dictadura cívico militar, y luego con la llegada de la democracia gobernó con la Unión Vecinal, aliado sucesivamente a los radicales Eduardo Angeloz y Ramón Bautista Mestre y con José de la Sota, el peronista creador del cordobesismo. A nivel nacional, Henry Dellarossa mantuvo buena relación con Raúl Alfonsín y excelente relación con Carlos Menem.
En las elecciones de 2002 volvió a ganar su sexto mandato, esta vez aliado a Juntos por Córdoba, la alianza creada por De la Sota y rebautizada Hacemos por Córdoba por Schiaretti.En 2006, Dellarossa padre apoyó la candidatura del vecinalista Eduardo Avalle, ex funcionario del gobierno de De la Sota.
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En 2013, cuando Héctor “La Coneja” Baldassi se convirtió en el primer diputado nacional del PRO en Córdoba, Pedro Dellarossa quebró al vecinalismo y fichó para el macrismo. Un año después, el domingo 7 de septiembre de 2014, luego de ganar las elecciones municipales, Dellarossa anunció: “Este cambio que nació aquí, en 2015 lo debemos extender a todo el país con Mauricio Macri presidente”.
Esa vez, hace ocho años, el delasotismo jugó dividido y perdió: el ministro de Desarrollo Social, Daniel Passerini impulsó al director del hospital regional Daniel Fragazini, quien quedó segundo con 29,65%. Al candidato del PJ lo apoyó también el kirchnerismo: “El peronismo debe ir unido”, justificó el entonces diputado nacional Fabián Francioni, un hombre con llegada al vicepresidente Amado Boudou. Mientras que el vecinalismo gobernante –aliado histórico de José de la Sota- llevó al presidente del Concejo Deliberante, Horacio Latimori, que quedó tercero con 22,88%.
Gana el cordobesismo
La pelea del 11 de septiembre será entre dos mujeres que hasta hace pocas semanas respondían a Pedro Dellarossa: el 4 de julio el intendente lanzó oficialmente a Sara Majorel, presidenta del Concejo Deliberante local, como candidata a sucederlo. En el acto estuvieron el senador Luis Juez, y los diputados nacionales macristas Gustavo Santos, Soher el Sukaria, Laura Rodríguez Machado, además del radical Marcos Carasso.
“Comenzamos hace ya casi 8 años con este desafío de lograr una mejor ciudad para todos. Trabajamos mucho y dimos grandes pasos para tener hoy una ciudad pujante y creciente como todos anhelábamos”, señaló Dellarossa, quien es primer candidato a concejal. El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, envió un video apoyando la candidatura de Majorel.
Mientras que la secretaria de Gobierno de la Municipalidad, Verónica Crescente, que militó toda su vida en la Unión Vecinal, como Dellarossa, será la candidata del schiarettismo. Crescente ya había anunciado que quería suceder a Dellarossa en la Municipalidad: “Mis deseos de ser intendenta siguen intactos. He trabajado siempre por esto, no lo pude seguir en mi espacio pero creo haber seguido todos los pasos y agotado todas las instancias. Mi etapa con Pedro ya terminó”, anunció cuando renunció como la principal funcionaria dellarossista, cuando el intendente le vetó su candidatura.
El gobernador Schiaretti bajó la candidatura de Eduardo Foresi, director del hospital de Marcos Juárez, y sumó a la Unión Vecinal, al GEN de Margarita Stolbizer y al Partido Socialista para armar Unidos por Marcos Juárez. Crescente regresó a la Unión Vecinal y de allí se convirtió en candidata schiarettista, que arrancó la campaña con una ventaja de más de 20 puntos sobre la oficialista Majorel y ahora se acortó a 12%.
Guillermo Massa, de Encuentro Vecinal Córdoba, es el tercer candidato anotado en la pelea, sin chances y sólo aspira a lograr una de las nueve bancas del Concejo Deliberante.
“Pedro Dellarossa siempre trabajó con Macri y Schiaretti; y ahora las dos candidatas Crescente y Majorel responden a Dellarossa y Schiaretti; no hay una disputa de modelo; gane quién gane, gana el cordobesismo”, apuntó Fabián Francioni, ex diputado nacional y ex intendente de Leones, una ciudad que está pegada a Marcos Juárez.
Francioni, quién mantiene diálogo con la vicepresidenta Cristina Fernández, con el superministro de Economía Sergio Massa y con Carlos Zannini, procurador del Tesoro de la Nación, le dijo a El Destape que “es un error no presentar candidato propio en Marcos Juárez, el Frente de Todos hay que construirlo en la adversidad; hay que construir para prepararnos para 2023. Gane quién gane en Marcos Juárez, ya sea Schiaretti o Macri, que son lo mismo, van a salir a vender esa victoria nacionalmente para esmerilar al Gobierno nacional”.