Con el cierre de listas a la vuelta de la esquina, empezaron los movimientos concretos en las fuerzas políticas. El PRO de Mauricio Macri está en stand by, esperando el momento justo para tener un segundo aire mientras fideliza lo que queda de su núcleo duro. La UCR quiere, después de una performance muy criticada en la Legislatura porteña, un recambio generacional para terminar con los mismos de siempre. El bullrichismo se abraza a la construcción con Javier Milei y tiene los motores encendidos hace rato.
El PRO de Macri no pudo encontrarle la vuelta a la forma de vincularse con Milei. Su mejor opción, por ahora, es blindarse, evitar un desgaste mayor y volver a enamorar al votante duro del partido amarillo con consignas como la ficha limpia, la defensa y respeto por las instituciones y las formas, entre otros puntos. Podrían aspirar a fidelizar entre un 10 y un 15%, convirtiéndose en la llave para ganar o perder una elección.
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Como varios, apuntarán a recuperar la identidad con la esperanza de que el gobierno se equivoque, se asuste o tenga un problema que haga aparecer al PRO como una buena propuesta política. Sobre todo porque le garantizaron el acompañamiento al oficialismo, a cambio de nada. Quieren que los libertarios entiendan que es necesario formar un espacio más amplio, pero las condiciones de la propuesta (si es que llega) pueden dinamitar cualquier acercamiento.
La UCR también quiere empezar a ordenar posiciones. Martín Lousteau, presidente del Comité, y Agustín Rombolá, ex cabeza de la Juventud Radical de la CABA, viajaron a China invitados por el Partido Comunista de aquel país. En el aire centenario flota la sensación generalizada de la necesidad de un cambio generacional en la próxima conformación del partido porteño.
La lectura llega justo después de que el radicalismo no haya podido garantizar ocho votos en favor de los enfermeros porteños en la Legislatura. En una reunión privada, Lousteau pudo comprometer los votos de los suyos, pero no los del angelicismo. El jefe del Comité nacional mantiene una buena relación con los históricos radicales capitalinos que comandan las agrupaciones más importantes, pero quiere algo nuevo, más alejado de las caras de siempre.
El armado bonaerense
El pedido de lugares en las listas por parte del “brazo armado” de La Libertad Avanza no complicó el trabajo mileísta con el PRO bullrichista en la provincia de Buenos Aires. Pese a que cada vez más actores quieren desembarcar en los renglones de la boleta que disputará bancas de diputados el año que viene, los dos espacios, que ya funcionan en alianza dentro del territorio bonaerense, trabajan de manera coordinada. La cautela, sin embargo, es un condimento siempre presente sobre la mesa.
Los libertarios tienen, de manera simplificada, dos formas de construir en la provincia. De un lado, la pata más tradicional en manos de Sebastián Pareja y, por el otro, una más nativa de las redes sociales comandada por Agustín Romo, con terminal en Santiago Caputo. Este es el sector que pidió pista en las listas, saliendo del ámbito virtual.
Pareja avanza sobre los municipios donde gobierna el PRO de Mauricio Macri y mantiene charlas constantes con Diego Valenzuela, referente del sector bullrichista en la provincia, con quien Javier Milei tiene una excelente relación desde hace años. El intendente de Tres de Febrero ya se anotó para la elección del 2027, con la intención de disputar la gobernación.
En ese municipio, el coordinador libertario, Daniel Mollo, ya coordinó con Pareja para seguir de cerca el trabajo en San Martín. El ex relator de Boca tiene una buena relación con Valenzuela y mantuvo encuentros con su equipo para empaparse del trabajo distrital. Seguramente, el intendente haga una actividad en esa localidad en breve.
La Libertad Avanza no tiene intenciones de esperar la definición final del PRO, por eso empezó a construir o caminar en distritos en los que, por ahora, juega de visitante. Entre ellos están Vicente López y Junín. El primer caso, particularmente, está íntimamente ligado al resultado de las negociaciones de la CABA. Soledad Martínez, alcaldesa de ese municipio, es leal a Jorge Macri, complicado en la Ciudad por la gestión y el ascenso libertario que podría asestarle la primera derrota al macrismo en la Capital Federal.
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Bullrichistas y libertarios trabajan en un repaso, sección electoral por sección electoral, en forma permanente con reuniones con referentes y candidatos de La Libertad Avanza, a quienes escuchan y forman. Valenzuela, que se destacó por sus políticas fiscales e impositivas dentro del municipio, comandó esta semana una reunión virtual con concejales libertarios de la tercera sección electoral, acompañados por el mileísta Carlos Curestis.
Fue junto a su secretaria de Finanzas, Josefina Curra, y sirvió para explicarles cómo leer un presupuesto, debatir el orden fiscal impositivo y llevar un buen control municipal, todo desde la experiencia de lo hecho en Tres de Febrero.
Valenzuela es una pieza clave para el armado bullrichista libertario en la provincia. Según el último ránking de intendentes de la consultora CB, es el segundo alcalde municipal más ponderado por los bonaerenses y hace tiempo se sostiene en el podio de ese listado. Con su gestión de austeridad, baja de impuestos municipales y promoción del sector privado, el cacique exporta experiencia no sólo a otras localidades, sino también provincias.
El armado federal
Celebró una política de habilitaciones gratuitas en Neuquén y expuso en Mendoza, junto al radical halcón Alfredo Cornejo, el modelo tributario de Tres de Febrero referido a baja de impuestos, las habilitaciones gratuitas y el incentivo a la inversión y generación de empleo.
No fue su única foto con un referente de la UCR, ya que también mostró lazos con los radicales peluca que tienen una pata dentro de las filas libertarias. Por lógica, según explicó un dirigente amarillo del interior, el 2025 debería darle paso a acuerdos provinciales entre el PRO (incluso el de Macri), los centenarios aliados a Javier Milei y La Libertad Avanza.
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A diferencia de lo que sucede con LLA, partidos como el PRO mostrarán en 2025 una mayor autonomía, definiendo, provincia por provincia, la mejor alianza posible o la competencia total. No quieren que Buenos Aires se meta en las decisiones locales pero, para los libertarios, eso será imposible así que su margen de negociación estará más acotado.
En el año electoral seguramente se vean varias contradicciones. Así como los radicales no descartan una coalición con libertarios en Mendoza y Córdoba, la rechazan de plano en la Ciudad de Buenos Aires. Con los amarillos seguramente pase algo similar.
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