El gobernador cordobés Juan Schiaretti y el diputado Florencio Randazzo relanzarán este miércoles su alicaída fórmula con un acto en la Rural en el que buscará posicionarse de nuevo en la avenida del centro de un escenario cada vez más polarizado. En el estrecho margen de votos que quedaron comprimidas las tres principales fórmulas en las PASO, el 3,7% obtenido por Hacemos por Nuestro País se convirtió en importante. La candidata de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, sostuvo ayer que "no sería malo" que Schiaretti se bajara, una opinión que Randazzo calificó como "antidemocrática". En tanto, la legisladora delasotista Tania Kyshakevych, que viene trabajando para la campaña de Sergio Massa, salió a plantear que el gobernador debería definir de una vez si salta a Juntos por el Cambio y que "deje en libertad al peronismo de Córdoba". Estos posicionamientos anticipan la discusión de cara al posible ballotage.
Lo de Schiaretti en las PASO quedó muy desdibujado. Luego del intento fallido de Horacio Rodríguez Larreta de incoporarlo a la coalición opositora, Schiaretti siguió adelante con su una postulación que no levantó entusiasmos. Sumó en total 900 mil votos y ni siquiera se impuso en Córdoba, donde ganó Javier Milei. En provincia de Buenos Aires y CABA sus postulantes ni siquiera superaron el piso. El cordobés afirmó entonces que mantendría su candidatura hasta el 22 de octubre y que luego dialogaría con quien apoyara su propuesta de federalismo, producción y trabajo. Sin embargo, la semana pasada se generaron suspicacias cuando su ministro de Finanzas, Osvaldo Giordano, apareció sentado en primera fila durante la presentación de Carlos Melconian como referente económico de Bullrich en la cordobesa Fundación Mediterránea.
Ese gesto generó múltiples repercusiones. Aparentemente, fue sólo una señal de acompañamiento a la influyente Fundación Mediterránea y no a la candidata, que ayer reaccionó de manera impensada. "No sería malo que Schiaretti deje de ser candidato y piense en otra instancia. No seria malo, sería una buena idea", opinó Bullrich, un día antes del relanzamiento del cordobés. Curiosamente, Bullrich actuó en su momento como el principal obstáculo a la incorporación de Schiaretti a Juntos por el Cambio. "Espero que Bullrich reflexione y admita que se equivocó. No sólo el más votado puede competir", le salió al cruce Randazzo. Pero mal arranca una campaña cuando debe comenzar a descartar pedidos para que se baje y favorezca el "voto útil".
La sorpresiva aparición de Giordano en la presentación de Melconian también disparó la reacción del sector del peronismo cordobés más afín a Massa. "Schiaretti se da cuenta que el peronismo no tolera más su coqueteo con Juntos por el Cambio y obliga a Giordano a estar en la foto de Buenos Aires mañana. ¡No nos engañan más!", tuiteó Kyshakevych, que es vicepresidenta del bloque de legisladores de Hacemos por Córdoba e impulsa una rebelión de los legisladores que se reivindican delasotistas contra los guiños al macrismo. Uno de los argumentos que esgrimen es que consideran inaceptable que Schiaretti haya mandado un representante al acto de Bullrich y no hubo ninguno de sus ministros en la inauguración de la obra de la reversión del Gasoducto Norte que encabezó Massa en Villa María, evaluada como una de las obras públicas más importantes para la provincia en los últimos años.
No fue inocente que el ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria haya elegido Córdoba como su primera incursión al interior posterior a las PASO. Massa apenas obtuvo el 8,6% en la provincia y cree que tiene mucho para crecer allí. "Aspiro contar con Martín Llaryora y todos los cordobeses a que participen en la mesa de decisión de nuestro gobierno", lanzó el ministro. Pero el gobernador electo de Córdoba no hizo caso al llamado y ratificó su respaldo a Schiaretti. De hecho, será uno de los oradores del acto de esta tarde en la Rural. Para el oficialismo cordobés es importante mantener el minibloque de diputados nacionales en el Congreso, para lo que necesita sostener el porcentaje de votos en la provincia.
"El mejor escenario para Llaryora y para el intendente Daniel Passerini es que gane Massa", sostuvo el ex senador y vicepresidente Carlos Caserio en una entrevista con Letra P. “En un escenario en el que Milei y Bullrich se pelean para ver quién es más liberal, los gobiernos provinciales van a tener que empezar a pensar cómo se las van a arreglar en soledad porque ellos piensan que lo problemas de las provincias, son problemas de las provincias”, evaluó Caserio, quien supo presidir el PJ cordobés. Algo así es lo que vienen evaluando todos los gobernadores, no sólo los del peronismo. El Destape reveló el acuerdo de los gobernadores del Norte Grande -que integran dos radicales- para frenar el ascenso de los candidatos libertarios, imaginando que eso significaría una catástrofe para sus provincias.
Luego de las PASO, dos diputados que integran el interbloque Federal junto a los schiarettistas -Natalia de la Sota y Alejandro "Topo" Rodríguez- formaron parte de la delegación que acompañó a Massa a Brasilia para acordar con Lula un mecanismo de financiamiento de las importaciones. "Hasta octubre nosotros apoyamos a Schiaretti, pero un posible ballotage no vamos a ser indiferentes", adelantó Topo Rodríguez, quien aseguró compartir posición con Natalia de la Sota. "No vamos a apoyar ni a Bullrich, ni a Milei, que son lo mismo", aseguró. Rodríguez y De la Sota participaron ayer de la misa que el padre Pepe ofreció en desagravio al papa Francisco junto a varios dirigentes del oficialismo. La defensa de la dictadura militar ensayada por la candidata a vice de Milei, Victoria Villarruel, agregó una nueva complicación para los que querían mantener su neutralidad.