El procurador interino Eduardo Casal designó a Alberto Adrián María Gentili al frente de la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin). A Gentili se lo recuerda como el número 2 de Alberto Nisman, al que de hecho reemplazó por un tiempo en la UFI AMIA luego de su muerte. Pero en su trayectoria judicial acumula una serie de denuncias incompatibles con su nueva función. Fiestas con abogados de narcotraficantes mientras comandaba una unidad antidrogas, investigaciones fraguadas contra Adolfo Pérez Esquivel, Hebe de Bonafini y organismos de derechos humanos, nepotismo e incluso la negación de derechos a un menor condenado por el caso Blumberg. Reemplaza a Andrés Heim, que se va de juez a Pehuajó luego de vaciar la dependencia.
La Procuvin fue creada por la ex procuradora Alejandra Gils Carbó en 2013. Su objetivo era investigar los casos de corrupción dentro de las fuerzas de seguridad y la violencia institucional en la calle y dentro de las cárceles. Su primer titular fue Abel Córdoba; el último que la hizo funcionar fue Félix Crous, desplazado por el propio Casal en diciembre de 2017 en pleno caso Santiago Maldonado. A partir de allí quedó Heim, que ahora deja su cargo en manos de Gentili. Todo cuesta abajo.
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La llegada del fiscal Gentili a la Procuvin ya despertó varias alarmas. Organismos de derechos humanos recuerdan su paso por la Unidad de Apoyo Fiscal para la Investigación de Delitos Complejos en materia de Drogas y Crimen Organizado (Ufidro). No era una procuraduría especializada sino un área creada por un convenio entre la Procuración y el Ministerio del Interior en 2005, con la firma de los entonces procurador Esteban Righi y ministro Aníbal Fernández. Designaron a cargo a la fiscala Mónica Cuñarro, pero renunció al poco tiempo y fue reemplazada por Gentili.
En la Ufidro, cuya tarea originaria era apoyar las investigaciones sobre drogas, Gentili hizo todo lo contrario. No sólo se dedicó al chiquitaje, a perseguir consumidores de marihuana, sino que además la utilizó para espionaje político. Un caso paradigmático fue el que denunciaron el premio nobel de la Paz Pérez Esquivel y la presidenta de Madres de Plaza de Mayo Hebe de Bonafini. El fiscal Gentili usó la Ufidro para investigarlos a partir de una denuncia anónima sobre drogas y una supuesta vinculación con las FARC colombianas.
El periodista Horacio Verbitsky reveló que Gentili participó de una fiesta con el abogado de narcos Julio Virgolini mientras era fiscal antidrogas. Todo fue publicado en Página 12 en el 2008. Por esos meses se discutía el rol de las fiscalías temáticas, un tema en el que intervenían el entonces jefe de Gabinete Alberto Fernández y el procurador general (y mentor del actual presidente) Esteban Righi. Una de esas fiscalías era la Ufidro, a cargo de Gentili.
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Verbitsky contó en una primera nota que el fiscal Gentili estuvo con uno de sus secretarios de la Ufidro en una fiesta ofrecida por el defensor de narcotraficantes Virgolini. También que Hebe y Pérez Esquivel informaron al ex presidente Néstor Kirchner de que habían sido víctimas de espionaje político por parte del fiscal Gentili. El premio nobel de la Paz incluso presentó una denuncia penal contra Gentili que quedó a cargo del juez Claudio Bonadio. También publicó que practicaba el nepotismo en las designaciones mientras “nunca actuó en ninguna investigación compleja y se limitó a la persecución de pequeños consumidores de marihuana, en actuaciones anuladas por varios jueces en razón de su manifiesta ilegalidad”.
El fiscal Gentili criticó la publicación y envió un descargo, lo que motivó una segunda nota de Verbitsky con más información. Allí, reveló que:
- El 21 de septiembre de 2006, el fiscal Gentili estuvo en una fiesta en el dúplex del abogado de narcos Virgolini
- Gentili fue a la fiesta con 4 de los 6 secretarios de su fiscalía. Estos son Horacio García, luego director de Migraciones durante el macrismo; Sergio Mola, que ahora participa de la persecución a CFK en el caso Vialidad; Santiago Marquevich; y Marcelo Alonso.
- Hubo karaoke del que participaron tanto Gentili como Virgolini
- “No fue la única fiesta realizada allí. Viernes de por medio, en horario de trabajo, Gentili y sus colaboradores se reúnen para cantar, en el duplex de Virgolini o en quintas del Gran Buenos Aires”.
- Eran asiduas las reuniones de la fiscalía de Gentili con fuerzas de seguridad de todos el país que consistían en realidad en viajes de lujo a Buenos Aires
- El fiscal Gentili dijo que Virgolini sólo había defendido al peruano Marco Antonio Estrada González, conocido como Marcos y capo de la villa 1.11.14, “en una causa por un delito común, de violencia física, no por narcotráfico” pero que en realidad “las causas por violencia física, que según Gentili no tienen relación con el comercio ilegal de sustancias psicotrópicas, son homicidios cometidos durante la disputa por el control del territorio y la aparición de cadáveres de mulas evisceradas para rescatar la sustancia que transportan en su intestino”.
- Marcos no era el único cliente narco de Virgolini. “El próspero Virgolini -escribió Verbitsky- también fue el defensor de Enrique Piana en la causa por lavado con exportaciones de oro y de uno de los serbios imputados en la causa ‘Viñas blancas’, de exportación de cocaína en botellas de vino”.
- El fiscal Gentili designó a un buen número de personas vinculadas a la familia judicial, entre ellas a la esposa del actual procurador interino Eduardo Casal.
Tras estas publicaciones Gentili renunció a su cargo en la unidad antidrogas. “El ex Zar Antidrogas -publicó Verbitsky- adujo en su nota de renuncia que atender la fiscalía de San Isidro le absorbía demasiado tiempo como para seguir al mando de la Ufidro, sobre todo a partir de su intervención en la muerte por envenenamiento del prefecto Héctor Febres”, sin hacer mención a las denuncias en su contra.
Gentili es actualmente Fiscal General ante los Tribunales Orales de San Martín. Cuando estaba por lograr ese ascenso la Liga Argentina por los Derechos Humanos recordó varias de sus irregularidades. Incluso los diputados Nélida Belous, Graciela Iturraspe, Mónica Fein, Miguel Ángel Barrios y Claudio Lozano presentaron un proyecto de preocupación en el Congreso por la designación de Gentini como fiscal general donde hicieron una reseña del espionaje político contra Pérez Esquivel, los abusos contra empleados de su fiscalía, el nepotismo y el karaoke con el abogado narco Virgolini.
Fue también fiscal en San Isidro, donde interactuaba con la jueza Sandra Arroyo Salgado. Su ex marido, Nisman, lo dejaba a cargo de la UFI AMIA cuando se ausentaba. Todo en familia.
Gentili ahora estará a cargo de la Procuvin, que interviene en causas de violencia institucional, en especial de la policía. Quienes lo conocen, sin embargo, lo catalogan como “pro policía” y que sobreactúa la mano dura. Recuerdan su intervención en el caso de Axel Blumberg, donde se negó sistemáticamente a respetar los derechos de uno de los condenados, que era menor al momento del asesinato, que siempre se arrepintió y tuvo buena conducta en prisión y que le impusieron una condena por la que el país es cuestionado en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y cuyo régimen de cumplimiento es analizado por Naciones Unidas.