Piden indagar a Etchevehere por extorsión y violencia económica contra su hermana

El fiscal Federico Delgado emitió un dictamen el que requiere la indagatoria de distintos familiares de Dolores, entre ellos el exministro macrista, y solicita que la causa pase a Entre Ríos.

10 de marzo, 2021 | 21.06

El fiscal federal Federico Delgado, a cargo de la investigación en la causa por extorsión y violencia económica ejercida contra Dolores Etchevehere, emitió un dictamen en el que pide la declaración indagatoria de Luis Miguel, Sebastián, Juan Diego Etchevehere y Leonor Barbero Marcial, hermanos y madre de la denunciante. Asimismo, requiere que la justicia federal porteña se declare incompetente y la causa pase a Entre Ríos.

Además, Delgado ratifica el encuadre jurídico de violencia de género, derriba con pruebas los argumentos esgrimidos públicamente por los acusados y explica la utilización del “prestigio social y capital simbólico” de la familia Etchevehere, es decir su red de poder y vinculaciones político judiciales, para afectar el desenvolvimiento de instituciones provinciales y torcer la voluntad de Dolores Etchevehere.

El dictamen elaborado por el Ministerio Público Fiscal se encuentra a la espera de la resolución del juez Rafecas, a cargo del Juzgado Criminal y Correccional Federal Nº 3 de Capital Federal. De aceptar las peticiones del fiscal, el expediente pasaría a la justicia federal de Entre Ríos donde deberán tomarse las declaraciones indagatorias.

“Desde la perspectiva del Ministerio Público Fiscal, existe el grado de sospecha que exige el artículo 294 del CPPN para requerir explicaciones a Luis Miguel, Juan Diego y Sebastián Arturo Etchevehere y Leonor Barbero Marcial porque la situación de asfixia económica a la que es sometida Dolores infringe las previsiones contenidas en el artículo 168 del Código Penal, en función de la ley 26485 de protección integral de la mujer”, aseguró Delgado en su dictamen y agregó: “En pocas palabras, es sometida a un mecanismo de intimación derivado del uso particular del sistema institucional, para torcer su voluntad y que, en consecuencia, producto de la asfixia económica suscribió un acuerdo privado de división de bienes independientemente de las previsiones del Código Civil y Comercial en materia sucesoria”.

El acuerdo privado de división de bienes al que hace referencia Delgado fue uno de los argumentos utilizados públicamente por la familia Etchevehere contra su hermana Dolores, y también los argumentos utilizados por la jueza Castagno para ordenar el desalojo de Dolores Etchevehere y los integrantes del Proyecto Artigas de la estancia Casa Nueva, el 29 de octubre de 2020. 

El  dictamen del fiscal federal echa por tierra dichos argumentos. Sobre el acuerdo privado de división de bienes, sostuvo que “no surtió efectos jurídicos” y agregó que “es decisivo tener en cuenta que el objetivo de todas las maniobras es conseguir una actuación de Dolores Etchevehere en ese expediente “a medida” de sus hermanos y su mamá. En ese sentido, el dictamen incluye pruebas que demuestran los elementos de violencia. Asimismo, a partir del análisis del expediente sucesorio asegura que “la sucesión de Luis Félix Etchevehere aún se encuentra indivisa” y que fue el propio magistrado a cargo el que informó que ”no se han librado fondos en favor de ninguno de los herederos declarados” y por lo tanto Dolores Etchevehere no recibió dinero y no integra el grupo de personas que administra los bienes sucesorios que aún no se distribuyeron”.

Sobre la cesión de derechos a Mirus S.A., el fiscal Delgado logró probar que el documento carece de validez porque Dolores Etchevehere no se encontraba en la ciudad de Paraná –donde habría sido firmado- en esa fecha, sino que se encontraba en Buenos Aires. La prueba la aportó la compañía telefónica Claro que rastreó la localización del celular de Dolores.

Delgado ratifica el encuadre jurídico del caso en una situación de violencia económica tal como la define la ley 26.485 de protección integral a las mujeres y cita los argumentos desarrollados por las profesionales de la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM) y la Dirección General de Acompañamiento, Orientación y Protección a las Víctimas (DOVIC), ambos organismos intervinientes en la causa por pedido del propio fiscal.

Según Delgado, el fracaso de Dolores a la hora de reclamar protección institucional radica en que algunas oficinas del Estado “por un lado acoge formalmente las peticiones de la denunciante, paralelamente despliega mecanismos de persuasión para disuadirla de sus propias peticiones y se traducen en una asfixia económica capaz de cercenar la chance de auto determinarse de Dolores Etchevehere”. Ese movimiento doble “impactaba en la capacidad de Dolores Etchevehere tomar decisiones por sí misma y le impedía/de vivir sin pedir permiso, como lo garantiza nuestra constitución”.

Delgado identificó a las instituciones estatales y sus funcionarios como artífices de la violencia contra Dolores: “El termómetro adecuado que edifica la intimidación está dado por las respuestas informales de las autoridades provinciales a las que recurrió. Todas ellas trataron de disuadir su reclamo invocando el prestigio social y el capital político y simbólico de su familia. Ello prolongó su asfixia económica y se tradujo en un poder asimétrico dirigido a conseguir un acuerdo sucesorio a medida de los imputados. En esas prácticas que, en otras palabras, significan el uso particular de las instituciones públicas para la madre y los hermanos de Dolores Etchevehere yace la intimidación que cercena su voluntad y que se traduce en una situación de angustia económica”. Vale destacar que Delgado define como “intimidación capaz de torcer la voluntad” en el sentido penal contemplada en el artículo 168 del Código Penal.

Finalmente, el dictamen da cuenta de todas las causas abiertas en las distintas jurisdicciones y su estado procesal. “Todos aquellos conflictos judicializados están atravesados por un rasgo común, ya que terminaron rápidamente o se prolongaron indefinidamente en el tiempo. Además, aparecen envueltos en mediaciones informales entre los actores directos de los juicios y determinadas autoridades institucionales de la provincia de Entre Ríos”, en otras palabras lo que Dolores Etchevehere, sus abogados Facundo Taboada y Juan Grabois y el Proyecto Artigas definen como “pactos de poder”.

Desde el hecho político protagonizado por Dolores Etchevehere y Proyecto Artigas en la Estancia Casa Nueva, se trata del segundo pedido de indagatoria a la familia Etchevehere. La primera fue en el marco de la causa por estafa y vaciamiento de El Diario de Paraná. El próximo viernes 12 de marzo será indagada la madre, Leonor Barbero Marcial. Luego, el juez Carlos Ríos estará en condiciones de dictar el procesamiento.

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