Faltaban unos minutos para que el avión tocara tierra en Buenos Aires cuando el canciller Santiago Cafiero recorrió el pasillo que separaba el sector delantero de la nave, donde viajaron, lógicamente, los funcionarios, y la parte de atrás, destinada a la prensa. No era la primera vez en esos días que tomaba el rol de portavoz del gobierno durante la gira europea, una reminiscencia de sus días como jefe de gabinete, que ya parecen remotos.
“La voz de la Argentina se escucha en el mundo”, resume a la hora de hacer un balance de cuatro días en los que el país recogió el apoyo del G20 sobre dos propuestas clave para la renegociación de la deuda con el FMI, anunció la inversión privada extranjera más grande del siglo para producir energía ecológica en el marco de la COP26 e hilvanó una docena de bilaterales de primer nivel, otra vez como interlocutor de la región ante el mundo.
“Eso es muy importante: cosas que la Argentina venía planteando hace tiempo en diferentes foros internacionales y negociaciones terminaron siendo parte del documento final del G20. Nuestra voz no sólo expresa el caso argentino sino también a los países de renta media que están en una situación similar y habla de la necesidad de que efectivamente haya un cambio en la arquitectura financiera”, explica Cafiero a los periodistas de los medios que viajaron a Europa a cubrir la gira y entre los que estuvo El Destape.
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¿Cuál es el balance de los encuentros con otros jefes de Estado?
Han sido de gran importancia, sobre todo relacionadas al vínculo que quiere tener Argentina con Europa. Con Merkel fue un encuentro muy emotivo porque se está despidiendo, así que la deferencia de la canciller de recibir al presidente argentino y le presente a su sucesor habla a las claras de una política de continuidad en la relación entre Argentina y Alemania, es algo potente e importante.
Por otro lado el presidente mostrando muy buena sintonía con Macron, con Pedro Sánchez, dos líderes europeos que entienden los desafíos que está transitando la Argentina y miran también a las economías similares a la de Argentina, lo toman al presidente como un portavoz de muchas cuestiones latinoamericanas y lo consultan, confían en sus palabras y en su diagnóstico, y eso es importante.
¿En qué consiste la posición que llevó la Argentina a la COP26?
Hay un consenso generalizado de que hay una crisis climática que tiene que ser abordada, pero el presidente Fernández plantea a su vez la necesidad de que exista un financiamiento concreto de parte de los organismos y de las economías más poderosas que acompañen esa transición energética, productiva, porque sino se va a reproducir la inequidad que ya existe.
Muchos países fueron a hablar con nuestro presidente luego para decirle que ellos suscribían esta posición. La responsabilidad en esta crisis climática es desigual, porque los países desarrollados han tenido mucho más que ver con llegar a este punto. Tenemos que lograr que la salida sea más equitativa, que no sean ellos los que terminan poniendo los marcos normativos, la tecnología, que no sirvan tampoco como barreas para el comercio argentino o de los mercados emergentes.
Hubo un breve encuentro con Bolsonaro...
Uno de los desafíos que me puso el presidente apenas asumí fue el de revincularnos con los tres países del bloque, naturalmente con Brasil, y por eso fue el primer viaje que hicimos con el equipo, fue a Itamaraty. Es cierto que no hubo una reunión bilateral con el presidente de Brasil pero sí hubo un saludo y quedó proyectada la cumbre del Mercosur en diciembre. Alberto Fernández se comprometió a ir a Brasil para participar en forma presencial.
¿Creen que en diciembre el board del FMI va a tratar el tema de los sobrecargos?
No tenemos fechas pero sí pensamos que los pasos que uno tiene que ir dando se fueron dando, que son generar un entendimiento mayoritario de qué es lo que está sucediendo, generar de alguna manera una comprensión de cuál es la trayectoria que se tiene que seguir, y son pasos que se dan acumulando, no tienen una fecha específica.
Consideramos que las reuniones de alto nivel del FMI o de los distintos organismos multilaterales de crédito son el ámbito, en esas circunstancias es cuando se permite la posibilidad de que hagan esos cambios de arquitectura, no tenemos fecha pero Argentina seguirá insistiendo en su posición. Lo que el presidente reclama es la modificación de una cuestión sistémica, no sólo para la Argentina.
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¿Qué se habló con Biden cuando se saludaron en Roma?
Fueron saludos cálidos, solamente eso. Obviamente para la Argentina siempre es importante tener una relación madura y una relación a partir de sus capacidades con Estados Unidos. Tenemos que tener relaciones maduras, inteligentes, defendiendo la soberanía nacional, y apoyada y apalancada en las capacidades que tiene la Argentina.
¿Se habló de un viaje a Estados Unidos?
Todavía no.