Luego de dejar la residencia presidencial de Olivos, Mauricio Macri no volvió a vivir en un cuarto piso de la Avenida del Libertador. Lejos quedó ese lugar ubicado frente a Plaza Alemania, donde vivió desde 2011 hasta 2015 (antes de asumir la presidencia para suceder a Cristina Fernández de Kirchner). Después de fracasar en su intento de reelección, fruto de cuatro años paupérrimos que dejaron a la Argentina con respirador artificial, Mauricio Macri se mudó a una lujosa quinta ubicada en la localidad bonaerense de Acassuso. Y allí pasa sus días en cuarentena mientras la Justicia lo investiga por espionaje ilegal.
Acompañado de su esposa Juliana Awada y de su hija menor, Antonia, el dirigente parece estar abstraído de los problemas que sucumben a la República Argentina. Lejos de preocuparse por colaborar con el gobierno de Alberto Fernández, sin ir más lejos hace pocos días compartió una imagen junto a Elisa Carrió en la que se ve "preocupado" por los "atropellos institucionales" que está observando.
Mauricio Macri reposa en la tranquilidad del espacio verde que ha alquilado para no utilizar la residencia de 'Los abrojos', aquella ubicada en la localidad de Malvinas Argentinas que fue adquirida por su padre Franco (y a la cual ha visitado con vehemencia durante sus tiempos de presidente). Se distiende observando el sol y el río, que conforman un paisaje similar al que le prometió al pueblo antes de asumir el mandato al frente de la República, según consignó el diario Perfil. Y estuvo muy lejos de eso, por cierto.
Con la economía agonizando después de su fracasada gestión (o, en realidad, luego de jugar fuerte y a favor de sus intereses personales y de aledaños) Macri gasta aproximadamente 600.000 pesos mensuales para alquilar su nuevo aposento. Al menos, según informa Perfil, esa es la cifra que figuraba en el último aviso publicitario que promocionaba esta quinta: 10.000 dólares. Pesificados, nos encontramos con un monto atroz, que muchos trabajadores de clase media/baja no lograría conseguir ni en años de servicio.
Con 1.200 metros cuadrados de terreno, un espacio cubierto de 620 m2 y un sitio que le sienta realmente cómodo y familiar, Macri cumple a la perfección con el aislamiento. En el hall de entrada, se pueden encontrar pisos de mármol Travertino con detalles de mármol Portoro.
Dentro de la planta baja, se pueden encontrar una chimenea y boiserie, el comedor, y pisos de roble de Eslavonia. La cocina da a un patio interno y luego llega el momento de toparse con la antesala al espacioso jardín: una galería minimalista, adornada con cuatro columnas. Así pasa su lujosa y millonaria cuarentena quien fue uno de los responsables máximos de que la economía ya estuviese golpeada inclusive antes de la pandemia.