A una semana de las elecciones en Venezuela, con una estela de repercusiones que parece lejos de concluir, la ex presidenta Cristina Kirchner alineó a Unión por la Patria con la estrategia que vienen tejiendo los presidentes Lula, Andrés Manuel López Obrador y Gustavo Petro, y se sumó al reclamo a Nicolás Maduro para que muestren las actas que documenten el triunfo del 51,95% al 43,18% declarado por el Consejo Nacional Electoral (CNE). "Les pido por el pueblo venezolano, por la oposición y por el legado de Chavez que se publiquen las actas", sostuvo. A diferencia del comunicado del bloque de diputados de UP de días atrás que algunos criticaron, CFK enmarcó su reclamo en un amplio contexto en el que elogió el proceso bolivariano, recordó el lazo de Néstor Kirchner con Hugo Chávez y puso mucho énfasis en los perjuicios que ocasiona el bloqueo de Estados Unidos.
"En Venezuela no hay diablos ni ángeles", subrayó la ex presidenta para enfrentar un relato obstinado en pintar la situación de malos malísimos que persiguen a buenos buenísimos, con copyright en Washington. Hizo mención al hackeo que denunció el gobierno de Maduro sobre el CNE, pero agregó que ya había pasado un tiempo prudencial y que compartía totalmente el posicionamiento expresado por los presidentes de Brasil, México y Colombia, que reclamaron transparencia en el conteo y la publicación de las actas.
"Ayer escuché al titular del Consejo Nacional Electoral venezolano leer el resultado total del escrutinio. Habían dicho que el sistema había sido hackeado. Y que no tenía las actas. Pero es evidente que si se ha podido abordar ese escrutinio, que se leyó ayer con precisión de decimales, es porque hay un sistema doble de soporte informático pero de soporte de actas remitidas al CNE. Le pido, por el propio legado de Chávez, que se publiquen las actas. Eso es lo que tenemos que pedir: que se publiquen las actas", exclamó.
Cristina se había mantenido en silencio desde el domingo, pero siguiendo de cerca el desarrollo de la situación. Hubo varios dirigentes de su cercanía que estuvieron el fin de semana en Caracas y siguieron in situ la jornada electoral, pacífica y normal. Una de las pocas reacciones posteriores desde su entorno fue una desmentida de La Cámpora, que figuraba en el listado difundido por el gobierno chavista de los partidos y agrupaciones políticas que habían expresado su respaldo al triunfo de Maduro. Se daba como seguro que utilizaría parte de su presentación en el cierre del curso "Realidad Política y Electoral de América Latina", organizado por el oficialista partido Morena de México, para dar a conocer su posición sobre las elecciones que mantienen en vilo a la región.
En Unión por la Patria había predominado la cautela. En estos días no hubo referencias a lo sucedido en Venezuela, aunque sí criticas al gobierno de Javier Milei por su apresuramiento a posicionarse de manera militante en apoyo del triunfo autoproclamado por la oposición. Hasta el miércoles, cuando el Frente Renovador de Sergio Massa emitió un comunicado instando al gobierno de Maduro a hacer públicas de manera inmediata las actas de la votación y se jactó que desde hacía diez años venían denunciando que en Venezuela no se respetaban los derechos humanos.
Horas después, el bloque de diputados de Unión por la Patria sacó su propio documento, la primera voz oficial de la coalición. Consideró "imprescindible la publicación de las actas" y abogó "por la reconstrucción del diálogo político y la plena vigencia del estado de derecho". Hubo algunos, dentro y fuera del bloque, que -sotto voce- expresaron su disconformidad con ese texto redactado principalmente por Germán Martínez y Cecilia Moreau porque recién al final se expresa por una América Latina "libre de bloqueos". "Le faltó más contexto, a mí ne me gustó", comentaba un integrante de la bancada. Las quejas también eran porque se publicó antes de que todos lo leyeran y dieran su consentimiento. Se trataba de una cuestión delicada.
Una vez más, entonces, fue Cristina Kirchner quien se encargó de expresar la opinión más acabada del asunto. La ex presidenta, antes de ir a la cuestión electoral, hizo un repaso sobre la llegada de los gobiernos progresistas y de izquierda a América Latina a principios de este siglo, una ola iniciada justamente por Chávez. Recordó que en Venezuela se encuentra la primera reserva de petróleo convencional a nivel global. "Nunca nos olvidemos de esto", subrayó para enfatizar el porqué de las presiones internacionales y del interés en su situación interna, incluyendo intentos de golpe y los bloqueos. "Es curioso que sólo dos países, Venezuela y Cuba, estén bloqueados", destacó.
Cuando abordó la cuestión Venezuela, no se privó de ironizar sobre la líder opositora María Corina Machado, quien había declarado su pase a la clandestinidad para resguardar su integridad y pocas horas después apareció encabezando una nueva protesta callejera. "Ayer estaba muy preocupada, porque la principal idea de la oposición estaba en la clandestinidad. Pero hoy la vi que está avanzando una marcha en Caracas, así que afortunadamente ha tenido poco tiempo de clandestinidad, con lo cual es muy bueno, porque la clandestinidad, créanme, es algo muy feo, muy malo. Así que quedamos contentos que ha podido terminar con su periodo de clandestinidad”, dijo CFK.
La ex presidenta llegó el viernes a México y emprenderá el avión de regreso el miércoles. No había información respecto a su agenda de lunes y martes, por lo que no confirmaban una reunión con López Obrador o la presidenta electa Claudia Sheinbaum. Por lo tanto, no se sabía si podría llegar a jugar algún papel en la resolución del conflicto en Venezuela. De esa manera, podría terminar suplantando a quien se suponía que debía participar como veedor que era el ex presidente Alberto Fernández, quien tuvo cruces con la gestión chavista incluso antes del comicio, por lo que optó por no viajar.
Incluso, este sábado, la vicepresidenta Delcy Rodríguez respondió a un tuit de Alberto, quien agradecía a Lula el gesto de hacerse cargo de la embajada argentina en Caracas para "evitar que los violentos ingresen y sustraigan a quienes están allí asilados", en referencia a los seis colaboradores de Corina Machado que permanecen en la representación diplomática. A Rodríguez no le gustó nada la descripción de dónde estaban los.violentos y dónde las supuestas víctimas. "Por lo visto su miopía política alcanzó nuestras fronteras. La violencia está del lado de quienes usted defiende con sus acostumbradas debilidades para afrontar complejidades. ¿Acaso paga la factura al criminal de Milei para no ir a prisión? Dios bendiga a los argentinos", sostuvo la vice. Una situación en desarrollo.