Tras la reactivación de los alegatos en el juicio de la Obra Pública Vial en Santa Cruz, el fiscal Diego Luciani, que este lunes a puro show direccionó su acusación contra CFK, se convirtió en el protagonista del debate. Y lo seguirá siendo por las próximas semanas ya que está pautado que desarrolle su exposición final a lo largo de al menos 9 audiencias a través de las cuales buscará convencer al tribunal -no haría falta mucho- para que condene a la actual vicepresidenta de la Nación. ¿Pero quién es este fiscal que sin pruebas pero con frases rimbombantes y gestos ampulosos se lleva los aplausos de la oposición?
Tal como se desprende de su currículum, Luciani se formó en el despacho del entonces juez Juan José Galeano -en pleno armado del caso AMIA- y luego en la reaccionaria justicia federal de San Martín (donde se desempeñaron importantes exponentes del conservadurismo judicial como Romero Victorica y Raúl Plée). En 2013, volvió a Comodoro Py pero para ejercer como fiscal. Llegó por un traslado que definió la entonces procuradora general Alejandra Gils Carbó. Había sido designado en Fiscal General ante los Tribunales Orales en lo Criminal Federal de Rosario pero nunca asumió allí. El macrismo, que cuestionó los traslados de Gils Carbó hoy parece haberse olvidado de aquello.
En el edificio de Retiro, Luciani se reacomodó, acaso rememorando sus días con Galeano. Durante el macrismo registra un ingreso al Ministerio de Justicia comandado por Germán Garavano y hasta una columna en el diario Clarín dos semanas después de que estallara el caso de las Fotocopias de los Cuadernos titulada “La lucha contra la corrupción como política de Estado”.
Por estos días, para la oposición y los medios de comunicación hegemónicos, Luciani, que hoy cuenta con 8 custodios, se convirtió en el fiscal estrella del juicio que puede terminar en la primera condena de la expresidenta.
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Formado por Galeano y la justicia más rancia de San Martín
De acuerdo al currículum de Luciani, hoy al borde de los 50 años, entre agosto de 1993 y noviembre de 1998 cumplió tareas en el juzgado federal N° 9 de Comodoro Py, que estaba a cargo de Juan José Galeano. Galeano fue nombrado juez por Carlos Menem por auspicio de la SIDE y fue uno de los encargados de hacer que la investigación del atentado contra la AMIA quede en la nada. En aquellos años, Luciani ocupó los cargos de auxiliar, escribiente, oficial mayor y finalmente, entre junio del ‘97 y noviembre del ‘98, prosecretario, que no es un cargo menor, es el que está inmediatamente después del cargo de secretario que es la mano derecha del magistrado. Es decir, estuvo en el juzgado en el que se instruyó de forma fraudulenta la causa AMIA, armado por el que en febrero de 2019 Galeano -que había sido destituido en 2005- fue condenado a 6 años de prisión. Según pudo reconstruir este medio, Luciani trabajaba en la secretaría 17, que tenía exclusivamente la causa AMIA, y fue citado como testigo en la causa de encubrimiento del atentado.
En 1998, Luciani pasó del edificio de Retiro a la Fiscalía General de San Isidro, como secretario. Se desempeñó allí hasta febrero de 2004 cuando recaló en la fiscalía federal de secuestros extorsivos, donde estuvo hasta marzo de 2005. Esa unidad, que en 2004 investigaba el caso de Axel Blumberg, estaba comandada por dos fiscales conservadores de San Martín, Pablo Quiroga (fiscal ante la cámara federal de esa jurisdicción) y Jorge Sica. En abril de 2004 ambos fueron removidos de la fiscalía antisecuestros, que quedó comandada por los entonces secretarios Luciani y Marcos Casani. Sica y Quiroga retomaron sus tareas habituales en sus fiscalías.
Entre 2005 y 2007, Luciani se desempeñó como secretario de Cámara en la fiscalía general de San Martín, que comanda el mentado Pablo Quiroga. En una entrevista con Página 12 de 2002, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, dijo que el “doctor Quiroga es conocido por perseguir militantes populares”. Parece que Luciani aprendió de sus superiores. Quiroga también fue recusado por Abuelas en un caso de DDHH. El organismo lo acusó por su actuación como juez subrogante en San Isidro en 1985 y 1986 porque, según indicaron entonces desde Abuelas, habría beneficiado a dos matrimonios en dos apropiaciones. A esto se suma que, tal como mencionaron el abogado Rodolfo Yanzón y la sobreviviente de la ESMA Graciela Daleo en 2008, en una columna en Página 12, Quiroga no recurrió las decisiones de la Cámara Federal de San Martín de declarar constitucionales los indultos y las leyes de Obediencia Debida y de Punto Final. Toda una definición de principios.
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A Quiroga se lo vincula con Raúl Plee, hombre fuerte de Comodoro Py, que es fiscal ante la Cámara Federal de Casación Penal y muy cercano a Mauricio Macri. El líder del PRO había contemplado a Plée como posible Procurador General y, como reveló El Destape, se reunió con él en la Quinta de Olivos junto al entonces jefe de la AFI, Gustavo Arribas. Plee también hizo carrera en San Martín antes de recalar en el edificio de Retiro.
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En 2007, Luciani fue designado fiscal federal subrogante de Mercedes, cargo que ejerce hasta 2010 cuando vuelve a la fiscalía de cámara comandada por Quiroga. Permanece allí hasta marzo de 2013. Entonces pasa a cumplir funciones en la Procuraduría de Delitos Económicos y Lavado de Activos (PROCELAC) pero por apenas 6 meses: se mantiene en ese puesto, secundando a Gonella, hasta septiembre de aquel año. A partir de esa fecha se comienza a preparar su aterrizaje en Comodoro Py.
En septiembre de 2013, tras el acuerdo que le dio el Senado, la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner firma el decreto por el que se lo nombra Fiscal General ante los Tribunales Orales en lo Criminal Federal de Rosario. Pero Luciani no recala allí sino que por decisión de Gils Carbó fue trasladado a Comodoro Py: se lo ubica en la Fiscalía Nº 1 ante los Tribunales Orales en lo Criminal Federal de la Capital Federal. Desde aquel cargo, factiblemente el caso de corrupción más resonante que tuvo fue el de la recuperación del predio de Tandanor.
Entre otras cosas, Luciani formó parte del consejo evaluador dentro del Ministerio Público Fiscal que envió a jury al fiscal José María Campagnoli. ¿Y por qué motivo se avanzó contra Campagnoli? Paradojas del destino judicial: por la forma en que investigó a Lázaro Báez después de las declaraciones de Federico Elaskar y Leonardo Fariña. Luciani consideró que su colega debía enfrentar el juicio político. El consejo suspendió a Campagnoli pero el jury no se concretó.
En el dictamen que firmó Luciani junto a otros integrantes del consejo evaluador se afirma que Campagnoli pudo haber incurrido en la “posible tergiversación del objeto de una causa con el propósito de crear las condiciones para ejercer su función respecto de hechos y personas que no le correspondían”. Y que se debería analizar si su “desempeño no fue temerario o sobreactuado”. Bien podrían hoy las defensas del caso Vialidad achacarle ambos puntos al propio Luciani.
Desde que está al frente de la acusación en la causa de la Obra Pública Vial en Santa Cruz, Luciani decidió elevar su perfil. No solo ahora armó un show mediático sino que cuando el presidente Alberto Fernández declaró como testigo en este juicio mantuvo un fuerte cruce con él. Ante la insistencia de preguntas sobre temas que ya había respondido, el Presidente, indignado, le preguntó si tenía problemas de comprensión. “No me falte el respeto”, le terminó espetando Luciani al primer mandatario.
Este lunes, en la primera audiencia de su extenso alegato -se extenderá al menos 3 semanas-, Luciani volvió a hacer su show, levantando el tono de voz, haciendo gestos ampulosos y utilizando frases rimbombantes. Lo que no hizo fue presentar pruebas que comprometan a CFK en este proceso.
Ingreso a ministerio macrista y columna en Clarín
Durante el macrismo, Luciani registra al menos una visita al Ministerio de Justicia que comandaba Germán Garavano. De acuerdo a los registros de ingreso a los que accedió este medio por un pedido de Acceso a la Información Pública, Luciani concurrió al ministerio el 16 de mayo de 2016. No hay precisiones de a quién fue a ver porque los registros que dejó el macrismo están incompletos.
A su vez, dos semanas dos semanas después de que estallara el caso de las Fotocopias de los Cuadernos, el fiscal con asiento en Comodoro Py publicó una columna en el diario Clarín titulada “La lucha contra la corrupción como política de Estado”. El slogan “lucha contra la corrupción” fue el que utilizó el macrismo para desatar la persecución de opositores.
En aquella nota, publicada el 16 de agosto de 2018 e ilustrada con los manuscritos fotocopiados del chofer Oscar Centeno y fotos de Néstor Kirchner y CFK, Luciani respaldó el “nuevo régimen de responsabilidad penal de las personas jurídicas por delitos vinculados a actos de corrupción”. El momento y el medio donde decidió publicar su columna reflejan su posicionamiento político: Clarín entonces era -y lo sigue siendo hoy- una de las usinas desde las que se impulsa el Lawfare.
Mola y sus visitas a la Rosada y la embajada de EEUU
A esto se suma que Sergio Mola, el fiscal coadyuvante de Luciani en la causa Vialidad, tal como denunció el ministro Martín Soria, registra visitas a la Casa Rosada. Tal como se desprende de los registros de ingreso a los que accedió este medio, Mola ingresó a Casa de Gobierno el 16 de junio de 2016. Se dirigió a ver a Pablo Clusellas, el secretario de Legal y Técnica de Macri.
Mola colabora en este caso por pedido de Luciani.