La Corte Suprema de Justicia envió este martes una nueva señal en clave de Lawfare a Comodoro Py. Una semana después de desplazar a una camarista de Casación que no votaba en sintonía con los intereses macristas y debía resolver si reabría o no las causas de persecución contra CFK, los ministros cortesanos rechazaron un planteo de una defensa en el caso Hotesur -Los Sauces que ya es absolutamente abstracto. Lo hicieron mientras crecen las operaciones mediáticas de que es inminente una reapertura de esa causa en la que la actual vicepresidenta fue sobreseída.
En lo que fue el acto formal, los cuatro jueces de la Corte, Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti, aplicaron el artículo 280 y dejaron firme la decisión de la sala I de la Cámara de Casación según la cual el caso Hotesur-Los Sauces debe seguir tramitando ante el Tribunal Oral Federal (TOF) Nº 5 y no debe unificarse por conexidad con Vialidad, que tramitaba en el TOF 2. Se trata de un planteo de incompetencia que llegó a la Corte por un recurso de la defensa del exgobernador de Santa Cruz, Carlos Alberto Sancho. El planteo de unificar ambos casos había sido realizado en su momento por la defensa de CFK y llegó hasta la Cámara de Casación Penal, que finalmente el 22 de abril de 2019 decidió que ambos corran por separado.
¿Qué habían esgrimido los abogados de la actual vicepresidenta, Carlos Beraldi y Ary Llernovoy? Que tanto la causa Vialidad como Hotesur-Los Sauces debían tramitar de manera conjunta y no por separado por la vinculación de los objetos procesales. Sin ir más lejos, el fiscal Diego Luciani terminó acusando a imputados de la causa de Vialidad en función de los contratos de alquiler firmados por Hotesur y Los Sauces.
La Corte decidió abordar este planteo sumamente tarde, cuando ya es abstracto. Por un lado, el TOF 2 ya condenó a los imputados en la causa Vialidad, entre ellos, a CFK (fue el caso que se usó para proscribir a Cristina) y el TOF 5 ya consideró que no había delito en Hotesur-Los Sauces y sobreseyó a todos los acusados. “La Corte decide resolver algo cuando ya es absolutamente abstracto. Cuando el planteo era procedente lo dejó cajoneado más de 3 años. Y cuando ya no tiene ningún sentido resolverlo y la arbitrariedad ya se cristalizó y no hay manera de volver atrás aplica el artículo 280”, analizaron fuentes judiciales.
¿Por qué Comodoro Py había resuelto que estas causas tramitaran de manera separada? Por una cuestión electoral, es decir, de ejecución del Lawfare. Es que el juicio de Vialidad estaba por arrancar en 2019, en la previa de las elecciones presidenciales, y para esa fecha Hotesur-Los Sauces recién había sido elevada a debate oral y público. Si se hubieran unificado, el juicio de Vialidad no hubiera podido hacerse durante la campaña electoral porque la acumulación del otro expediente hubiera demorado el proceso.
Ahora, tanto Vialidad como Hotesur deberán ser revisadas por la Cámara de Casación Penal. En la primera intervendrán los camaristas que se reunían a escondidas con Mauricio Macri en la quinta de Olivos y la Casa Rosada, Mariano Borinsky y Gustavo Hornos. Y en el caso Hotesur-Los Sauces, la Corte hizo un movimiento la semana pasada que provocó todo tipo de suspicacias. Los ministros cortesanos resolvieron el miércoles pasado desplazar de la Casación a la camarista Ana Figueroa, quien no votaba en sintonía con los intereses del macrismo y debía intervenir en las causas Hotesur-Los Sauces, Memorándum con Irán y Oil Combustibles, casos emblemáticos del Lawfare. La Corte la corrió con la excusa de que Figueroa había cumplido los 75 años y el trámite para extenderle el mandato 5 años más si bien estaba muy avanzado no se había completado en el Senado.
Seis días después de correr a Figueroa, la Corte envía una nueva señal en clave de Lawfare. Y lo hace cuando se multiplican las operaciones mediáticas en torno a la “inminente” reapertura de Hotesur-Los Sauces.
La Nación este sábado: “Hotesur-Los Sauces: la Justicia se encamina a anular el sobreseimiento de Cristina Kirchner y podría ir a juicio”. En la misma línea, Clarín difundió el domingo: “Comienza una semana negra para Cristina en la justicia: será juzgada por lavado de dinero”. En esa nota, se dice que “la Casación Federal resolverá reabrir el caso Hotesur” y que “la salida de la jueza Figueroa despejó el camino para que sus colegas firmen la resolución”.
Detrás de esos títulos lo que se esconde es la interna en Casación sobre quiénes deben intervenir en las causas en las que intervenía Figueroa. Mientras algunos se inclinan para que si coinciden en sus votos resuelvan solo Daniel Petrone y Diego Barroetaveña (quienes integraron el tribunal de esas causas con Figueroa) otros plantean que eso podría dar pie a planteos de nulidad ya que el tribunal que intervino en esos expedientes tenía tres integrantes y de lo que se trata es de una sentencia definitiva.
La pulseada en Casación
La tradición inveterada de la Casación es que el tribunal que está a cargo de una causa queda conformado a partir de la fijación de la audiencia de informes. Allí queda consolidada su composición. Hay distintos documentos del máximo tribunal penal del país en esa línea, como la Resolución 1007/12 del 19 de diciembre de 2012 o la resolución 361/17 del expediente 220/95-I del 22 de junio de 2017. Esta última hace referencia a la Acordada 5/2016 y explicita que “el tribunal integrado al momento de fijar la audiencia de informes prevista en el artículo 465 CPPN (…) debe resolver (…) cualquiera fuese la subsiguiente composición”.
En las causas Memorándum con Irán, Hotesur-Los Sauces y Oil Combustibles el tribunal quedó conformado por los jueces Petrone, Barroetaveña y Figueroa, que era titular de la vocalía 10. Los tres entonces integraban la sala I de Casación. Corrida Figueroa –que ya había dejado sus votos en esos expedientes-, la batalla que se abre ahora es quién debe resolver en su lugar en esas y otras 13 causas más. Este interrogante se da luego de que, por sorteo, la vocalía que ella encabezaba fuese ocupada por el camarista Alejandro Slokar, otro de los pocos jueces de la Casación que no se alinea con la voluntad de Juntos por el Cambio. La oposición y sus aliados presionan para que intervengan otros magistrados, entre ellos, uno que viajó a Lago Escondido invitado por Clarín: Carlos Mahiques (que está excusado en Hotesur porque su hijo Ignacio fue uno de los fiscales que hizo la instrucción de la causa).
El punto en cuestión es que como este año Figueroa fue presidenta de la Casación, en la sala I ahora está Carlos Mahiques, un juez nombrado a dedo por el macrismo en el máximo tribunal penal del país, que fue ministro de María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires y que viajó a la mansión de Joe Lewis en Lago Escondido con ejecutivos del Grupo Clarín. A esto se suma que tras la cesantía de la camarista, la vocalía 10 que ella ocupaba y en la que ahora está Slokar fue trasladada a la sala III.
Como nunca se dio una situación así producto de una cesantía hay una zona gris que la oposición y sus aliados buscan explotar para perjudicar a CFK. Es decir, para seguir con la persecución. En ese contexto se dio el desplazamiento de Figueroa, que pedía Juntos por el Cambio y los medios hegemónicos y ejecutó la Corte, que este martes volvió a enviar gestos en clave de Lawfare.