La Corte Suprema de Justicia participó este jueves de una cumbre antinarco en Rosario que organizaron jueces federales y envió diversos mensajes, en especial, al Gobierno. Uno de los objetivos visibles del encuentro “El juzgamiento del narcotráfico” fue dar apoyo a los funcionarios judiciales federales que combaten el crimen organizado y el narcotráfico. Pero no fue el único. La foto de familia (judicial) del evento buscó mostrar una Corte unida y dar una señal de que el statu quo no va a modificarse en el tercer poder del Estado. Fue una demostración de poder en medio de los cruces que mantiene con un sector del oficialismo, que impulsa una reestructuración del Alto Tribunal y cuestiona el desembarco cortesano en el Consejo de la Magistratura.
La puesta en escena suprema incluyó críticas al ministro de Justicia de la Nación, Martín Soria, quien contestó con reproches a los supremos por el silencio que guardaron durante el macrismo sobre la problemática del narcotráfico. El funcionario les recordó a los cortesanos que nada dijeron de la suspensión de la aplicación del nuevo Código Procesal Penal, clave en las investigaciones criminales, y de las presiones a quien era la Procuradora General de la Nación para que dejara el cargo. "¿Dónde estaban cuando Macri perseguía a la procuradora Alejandra Gils Carbó e investigaba a sus hijas con espionaje ilegal? ¿Dónde estaban estos jueces de la Corte en 2017 cuando Clarín publicaba que 9 de cada 10 asesinatos en Rosario eran por un conflicto narco?", se preguntó.
Una muestra de poder
La foto del encuentro, que se desarrolló en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario, grafica el cierre de filas de la corporación judicial. Y la relegitimación de los jueces del Lawfare. En tribunales no recuerdan antecedentes de una fotografía semejante. En primera fila se puede ver a los cuatro ministros supremos, Horacio Rosatti, Ricardo Lorenzetti, Carlos Rosenkrantz y Juan Carlos Maqueda, y al procurador interino Eduardo Casal, entre otros. Todos cuestionados por el kirchnerismo por su accionar durante la persecución judicial que se desató con el macirsmo. Detrás, a la mayoría de los integrantes de los Cámara Federal de Casación Penal –entre ellos, los visitantes de Macri en la Quinta de Olivos, Marano Borinsky y Gustavo Hornos-; más otros jueces también del Lawfare y de diversos juzgados y cámaras del país y consejeros de la magistratura. El mensaje de unidad que se pretendió dar con la fotografía es claro y contrasta con la actualidad de los principales partidos políticos donde se están dando fuertes discusiones internas.
Pero por si quedaban dudas, Lorenzetti lo expresó en una entrevista minutos antes de posar para la foto de familia (judicial). “Hoy dijimos: ‘Hay que terminar con esto, con las divisiones políticas absurdas, con la idea de que es una disputa de vanidades o de poderes o de espacios o electorales’. Hay un problema que está por encima de las vanidades personales o las disputas de poder y es el beneficio de la población. Hoy propusimos que se trabaje coordinadamente”, afirmó quien fue parte de la Corte del Lawfare, está enfrentado a Rosatti y en plena avanzada judicial macrista se fotografió con Claudio Bonadío y el juez brasileño Sergio Moro, quien condenó a Lula Da Silva y luego asumió como funcionario de Jair Bolsonaro.
En tribunales, quienes no concurrieron al evento, afirman que el armado del encuentro contó con el impulso de Lorenzetti y que al anoticiarse de esto, Rosatti decidió sumarse, lo que derivó en la concurrencia del pleno de la Corte. Interpretan el encuentro como “una demostración de poder” de la Corte y de los jueces del Lawfare (que si bien no fueron todos los presentes sí figuraron entre los impulsores de la reunión).
Alimenta esa versión que la actividad –de la que participaron alrededor de 100 jueces federales- fue motorizada por la Asociación de Jueces Federales (AJUFE), entidad de lobby creada por los jueces más vinculados al Lawfare, que como publicó Ari Lijalad en este medio no tiene sus papeles en regla. AJUFE siempre se vinculó a Lorenzetti ya que estuvo comandada por jueces que tenían relación con él.
¿Quiénes integran AJUFE? Según publicó Lijalad, en el acta de constitución de la sociedad se destacan:
- Jorge Morán, presidente de la asociación.
- Ariel Lijo, el armador.
- Martin “Doctrina” Irurzun, creador de la teoría del poder residual por la que durante el macrismo todo dirigente kirchnerista investigado judicialmente debía ser encarcelado.
- Javier Leal de Ibarra, presidente de la Junta de Cámaras Nacionales y directivo de la oficina de escuchas de la Corte.
- Sergio Fernández, poderoso operador del fuero Contencioso Administrativo.
- Julián Ercolini, uno de los jueces emblemáticos del Lawfare.
- Pablo Bertuzzi, otro de los jueces del Lawfare, designado a dedo por Macri a dedo en la Cámara Federal porteña.
- Leopoldo Bruglia, también designado a dedo por Macri en la instancia revisora de Comodoro Py.
- Mariano Borinsky, que se juntó al menos 16 veces con Macri en Olivos mientras resolvía causas clave contra CFK y otros ex funcionarios. En la previa al encuentro en Rosario, el 11 de mayo, votó por reabrir una causa contra el procurador del Tesoro Carlos Zaninni, la fiscal Gabriela Boquín, y el titular de la Inspección General de Justicia (IGJ), Ricardo Nissen, por sus intervenciones en la causa de la quiebra de Correo Argentino. Es decir, votó a favor de los intereses de Macri.
- Jorge Gorini, uno de los jueces que sigue adelante con la farsa de la causa Obra Pública vial en Santa Cruz contra CFK.
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Críticas al oficialismo
Fueron parte del evento en Rosario también el gobernador santafesino Omar Perotti, el intendente de Rosario, Pablo Javkin, y senadores nacionales por Santa Fe de Cambiemos como Carolina Losada y Dionisio Scarpín.
A su vez, estuvieron presentes consejeros de la magistratura. La mayoría de la oposición. Pero también dijeron presente el representante del Ejecutivo, Gerónimo Ustarroz, y la diputada peronista Graciela Camaño.
Lorenzetti, en contraste con Rosatti, dio una serie de entrevistas antes y después del evento. Desde el micrófono criticó al gobierno nacional. Por ejemplo, al ser consultado sobre la existencia de diálogo entre la Corte y el Poder Ejecutivo, señaló: “No hay una política judicial concreta que habilite al diálogo. El diálogo debería ser con el Congreso ahora que está tratando leyes”. Y sobre el ministro de Justicia Soria, precisó: “No hemos tenido más que una visita, que fue pública. Después no hemos tenido ninguna relación”.
También se refirió a los intentos que impulsa un sector del Frente de Todos para modificar la estructura de la Corte, que hoy funciona con solo 4 miembros: “No se puede cambiar a cada rato la cantidad de miembros de una Corte como la del Congreso o como la de la presidencia. Hay que tratar de dar tranquilidad, serenidad. Eso creo que es muy importante. Los ciudadanos, lo que quieren y necesitan urgentemente, es tranquilidad y que las instituciones los protejan. Entonces, si los cambiamos constantemente, generamos un alto nivel de incertidumbre”, criticó los proyectos del oficialismo.
Por otro lado, defendió la disolución del Consejo de la Magistratura de 13 miembros, que estuvo vigente los últimos 15 años. “Lo que la Corte dijo es muy claro: primero, que la ley (sobre la composición de 13 integrantes) fue declarada inconstitucional; segundo, todos los ministros coincidimos que el Congreso tiene que dictar una nueva ley; tercero, restituir la ley anterior y ahí yo no compartí. Es el criterio de la mayoría y es lo que corresponde aplicar”. Es que Lorenzetti quedó en minoría en ese último punto.
Y dejó una idea respecto a la función que busca tener la Corte en el actual contexto y con el tema narco en especial: “El problema es que no funciona nada, hay una ineficiencia generalizada. Cada uno hace una parte y se pelea con el otro. Esas divisiones, el no tener en cuenta que hay un interés superior, que es necesario unirnos, es lo que fracasa, es lo que hace que el pueblo vea el fracaso de las instituciones. Entonces nosotros vinimos con esa idea, convocarlos a todos para que trabajen juntos coordinadamente. Se puede hacer. En eso estamos”, señaló. Por ejemplo, propuso la creación de una agencia federal permanente de lucha contra el narcotráfico que se reúna con periodicidad e incluya a representantes del Gobierno local, provincial, la UIF, la AFIP, Puertos, Justicia Federal, Justicia Provincial y fiscales.
Rosatti, quien no quiso perder protagonismo y abrió el evento, también lanzó cuestionamientos al mundo político. Por cierto, su presencia en la universidad valió el rechazo por parte de estudiantes. Según indicaron fuentes judiciales, el rechazo se retrotrae a su voto a favor del 2x1 para genocidas.
¿Qué dijo Rosatti en la apertura del encuentro? Que “no se puede declamar que se combata al narcotráfico y no cubrir las vacantes existentes” en el Poder Judicial. Dijo que cerca del 50 por ciento de los cargos de la justicia federal de Santa Fe -encargada de investigar el narcotráfico- está vacante.
La cobertura de esos cargos es potestad del Consejo de la Magistratura, que recientemente la Corte tomó por asalto. Los supremos declararon a fines de diciembre pasado la inconstitucional de una ley de integración que estuvo vigente por 15 años para reflotar una composición de 20 integrantes con presidencia de la Corte. Durante el macrismo, el Alto Tribunal dejó que funcionase el órgano de selección y sanción de jueces con 13 integrantes. En aquel entonces, Cambiemos tenía una mayoría automática en el organismo.
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La muestra de poder de la Corte se da mientras un sector del oficialismo impulsa desde el Congreso una reestructuración del Alto Tribunal y critica la toma por asalto que hicieron los supremos del Consejo de la Magistratura, que ahora es presidido por Rosatti.
La respuesta de Soria
Por la noche del jueves, tras el evento, Soria respondió los cuestionamientos de los supremos. Lo hizo desde el estudio de C5N, donde contraatacó: “A mí me llama muchísimo la atención la falta de autocrítica (de los supremos). Hay dos santafesinos (en la Corte). Y tardaron tanto tiempo en hacer una reunión para resolver el crimen organizado y el narcotráfico en Santa Fe. ¿Dónde estaban estos jueces de la Corte y Casal cuando el gobierno de Macri en 2015 suspendió la aplicación del nuevo Código Procesal Penal que permitía darle poder a los fiscales para combatir el narcotráfico? ¿Dónde estaban cuando Macri perseguía a la procuradora Alejandra Gils Carbó e investigaba a sus hijas con espionaje ilegal? ¿Dónde estaban estos jueces de la Corte en 2017 cuando Clarín publicaba que 9 de cada 10 asesinatos en Rosario eran por un conflicto narco? ¿Dónde estaban cuando el presidente Alberto Fernández presentaba el proyecto de reforma de la Justicia en 2022 en el que se planeaba crear justamente en Santa Fe 7 fiscalías y 8 juzgado federales para darle más profundización al combate contra el crimen organizado y el narcotráfico? Sería bueno que en lugar de hacer estos seminarios y de gastar tantas millas se pongan a trabajar”, concluyó.
Al día siguiente, tuiteó: “Aunque la mona se vista de seda, mona queda. La Corte salió de su Palacio porteño para demostrar federalismo. Fueron a la provincia de origen de 2 de sus 4 jueces, se sacaron una foto y volvieron. Necesitamos una Corte con una composición y funcionamiento realmente federal”.
Con sus dichos, el ministro buscó dejar en evidencia que detrás del encuentro hubo una jugada política. Y nada ingenua. Fue una demostración de poder. La visión es compartida por aquellos jueces y fiscales que no concurrieron al encuentro en Rosario.