El bloque del Frente de Todos en el Senado respondió a la declaración de guerra que le hizo la Corte Suprema de Justicia a CFK. Este miércoles, en una conferencia de prensa, los senadores adelantaron los pasos a seguir luego de que los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Juan Carlos Maqueda ordenaran quitarle una banca al oficialismo en el Consejo de la Magistratura para dársela a la oposición. Se trató de un mensaje político que da cuenta de que el conflicto de poderes lejos está de terminar.
La Corte provocó un conflicto de poderes al declarar este martes la nulidad de la partición del bloque de senadores del FdT para quitarle una banca al oficialismo en el Consejo de la Magistratura y dársela a Juntos por el Cambio, que festejó la decisión suprema. La senadora nacional Anabel Fernández Sagasti planteó este miércoles en conferencia de prensa que se trata de un fallo "insólito e inaplicable", que "no tiene efecto práctico" y que parece más "una nota de Clarín" que un fallo "por el vocabulario y los improperios" con el que se refieren a la vicepresidenta.
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Fernández Sagasti también indicó que desde el Frente de Todos van a "dar una respuesta política" al fallo cortesano. ¿Cuál es? Volver a presentar a Martín Doñate como consejero cuando se renueven los mandatos de los integrantes del órgano de selección y sanción de jueces, el 18 de noviembre próximo. "Hoy la primera minoría es el Frente Nacional y Popular, la segunda la UCR y la tercera, Unidad Ciudadana. Por lo tanto, vamos a hacer los pasos reglamentarios y proponer los senadores y senadoras que tienen que representarnos porque eso dice la Constitución y el reglamento", sostuvo la senadora. Es decir, se desconocerá el fallo supremo.
Esta decisión ubicará a la Corte en un lugar incómodo: ¿Le tomará juramento a Doñate cuando sea propuesto por el Senado para el Consejo o le impedirá su asunción? Tras la resolución de este martes es difícil pensar que avalará esa designación. Pero si el Tribunal Supremo se inclina por la segunda opción aumentará la tensión interpoderes ya que desconocerá una decisión tomada por el Parlamento. ¿Hasta dónde llegará la Corte con su postura? ¿Desconocería a los 4 senadores elevados por la presidencia del Senado? ¿Aceptaría a los otros 3 senadores propuestos y no a Doñate? A este cuadro debe sumarse que la oposición volverá a la Justicia para reclamar por la banca.
Consultado para esta nota, el senador Martín Doñate sostuvo que “el fallo es inaplicable. Tiene una motivación política, es carente de sustento jurídico y rompe la división de poderes, entrometiéndose en las facultades de otro poder del Estado”. Para el legislador nacional, “no sorprende que la Corte diseñada por el prófugo Fabián ‘Pepín’ Rodríguez Simón, cuyos integrantes aceptaban entrar por decreto a ser magistrados de la máxima instancia, que tomaron por asalto el Consejo de la Magistratura, avasallen al Congreso y quieran definir hasta cómo tienen que componerse los bloques legislativos”. “Estamos frente a una crisis institucional sin precedentes y un evidente conflicto de poderes que pone en riesgo el normal funcionamiento de las instituciones. Hay algunos funcionaros de la Corte que están dispuestos a ir por la suma del poder público”, concluyó.
La respuesta de los senadores del FdT es política porque la resolución suprema fue interpretada como una maniobra más de la Corte en el proceso de persecución de CFK, un ataque que se da justo cuando CFK comienza a tomar envión de cara al 2023.
Este martes, la Corte cuestionó la decisión de otro poder del Estado, básicamente una decisión política no judiciable, y obliga a la Vicepresidenta a dar una respuesta contundente justo cuando el Poder Judicial comienza a “rodearla” con la amenaza de reabrir causas de persecución que están cerradas como las de Dólar Futuro, el Memorándum con Irán y el caso Hotesur - Los Sauces. Y lo hace cuando suenan de fondo también los clarines judiciales en el caso Vialidad, donde los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola pidieron que se condene a Cristina a 12 años de prisión y se la inhabilite a perpetuidad para ejercer cargos públicos. A esto, se suma el retaceo de recursos por parte del máximo tribunal del país a quienes deben investigar el atentado contra CFK.
La banca en disputa
Rosatti, Rosenkrantz y Maqueda anularon la división del bloque de senadores del Frente de Todos que realizó CFK y que en su momento le dio como resultado una banca más al oficialismo en el Consejo de la Magistratura en detrimento de la oposición. Esta había sido una respuesta de la Vicepresidenta a la toma por asalto del Consejo que había realizado el Tribunal Supremo el 16 de diciembre de 2021. Entonces, la Corte Suprema estableció que la conformación del órgano de selección y sanción de jueces que funcionaba desde el 2006, de 13 integrantes, era inconstitucional. Es decir, que funcionó 15 años en contra la Constitución. Así, cambió su estructura, la elevó a 20 miembros, y ubicó como presidente del Consejo al presidente de la Corte.
Con esta decisión, los supremos trastocaron las relaciones de poder internas del Consejo. Y lo hicieron cuando el oficialismo avanzaba con concursos clave de Comodoro Py, como los correspondientes a los reemplazos de Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi, ambos puestos a dedo por Macri en la Cámara Federal porteña y que siguen en ese cargo porque la Corte ordenó que se los corra una vez que el Consejo designe a sus sucesores. También estaban para votarse los concursos para cubrir tres vacantes de primera instancia de Comodoro Py, entre ellos, el juzgado que ocupaba Claudio Bonadio.
Según la ley derogada que la Corte puso en vigencia para ejecutar el cambio de estructura del Consejo corresponden dos consejeros de la Magistratura al bloque con mayor representación en el Parlamento, uno a la primera minoría y uno a la segunda minoría. En ese entonces el Frente de Todos tenía un bloque de 35 miembros, el radicalismo uno de 18 y el PRO uno de 9. La jugada de Cristina, ante la maniobra ilegal de la Corte, fue dividir en abril de 2022 su bloque en dos, uno de 21 y otro de 14 miembros respectivamente, con lo que se quedó con 2 consejeros por el bloque mayoritario (María Inés Pilatti de Vergara y Mariano Recalde) y uno por la segunda minoría (Martín Doñate). El senador del PRO Luis Juez judicializó esto y ahora la Corte falló en su favor. Pero como el 18 de noviembre caducan los mandatos de los actuales consejeros, el mensaje de la Corte apunta, sobre todo, a los 8 representantes que debe enviar nuevamente el Congreso al Consejo.
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Fernández Sagasti explicó que el propio reglamento de la Cámara de Senadores "invita a asociarnos según nuestras ideologías, conveniencias, amistades y provincia" y que la composición de los bloques es una cuestión "no judiciable". “Hay un Poder, el judicial, que está actuando de una manera tirana, porque se está extralimitando en los poderes que le da la propia Constitución, inmiscuyéndose en decisiones políticas de los señores senadores y senadoras”, añadió. Y la presidenta del bloque Unidad Ciudadana, Juliana Di Tullio, señaló que con este fallo da la impresión de que “la Corte entró por la ventana de este Palacio Legislativo y se llevó nuestras atribuciones, nuestras facultades, nuestros derechos y nuestras obligaciones”. Por eso no harán caso a lo planteado por la Corte en su resolución de este martes.
Si la Corte no tomaba esta decisión, a partir del 18 de noviembre el Consejo de la Magistratura iba a comenzar una nueva etapa con otra conformación sin mayores sobresaltos que las diferencias que existen entre los distintos sectores que conforman el organismo. Al menos, eso es lo que estaba en los cálculos de quienes integran el órgano que selecciona y sanciona jueces, que debe renovarse a partir de esa fecha. Esa renovación se extenderá hasta 2026. Es decir, se está discutiendo cómo se conformará el organismo que puede sellar el futuro del Poder Judicial.
Ya fueron electos 12 de sus nuevos 20 miembros (6 responde a JxC, 3 al FdT y 3 a una nueva corriente, el “moleísmo”, que responde al consejero Diego Molea, quien no renovará a partir del 18N). Solo restan los 8 representantes del Congreso, 4 por el Senado y 4 por Diputados. Según como se repartan esas bancas, Cambiemos podría acercarse a los 14 votos que se requieren para designar y remover jueces. Es en ese nombramiento donde metió bocado el Alto Tribunal este martes. De cumplirse lo que ordenó la Corte, Cambiemos podría nuclear, de mínima, a 10 consejeros.
Para justificar su posición, los ministros cortesanos dijeron que la partición que ideó CFK constituyó “ficticiamente” un bloque en el Senado y “desconoce el principio de buena fe”. Los supremos sostuvieron que el accionar de la Vicepresidenta fue “manipulativo”, que “no debe admitirse su validez” y que se trató de un “artificio o artimaña para simular un hecho falso o disimular uno verdadero con ánimo de obtener un rédito o beneficio ilegítimo”.
Como el mandato de Juez vence en menos de diez días, está claro que el mensaje de los supremos es que la vicepresidenta no repita la jugada política a la hora de enviar los nombres de los nuevos 4 consejeros que representarán al Senado.
Con esta decisión, los supremos violaron la división de poderes y se entrometieron en una decisión parlamentaria al decirle al Congreso cómo debe designar a sus consejeros. Por eso, este miércoles, los senadores del FdT adelantaron que volverán a proponer a Doñate como representante. Una posición que promete sumar nuevos capítulos a este conflicto interpoderes.