la alianza Juntos por el cambio busca que Córdoba, el bastión de la derecha que le dio 61% de los votos a Mauricio Macri en octubre de 2019 -donde gobierna el cordobesismo de Juan Schiaretti-, sea el dique de contención “para frenar el avance de Cristina contra las instituciones”. Pero en las últimas horas hubo movimientos que amenazan con romper el frente macrista: los diputados Luis Juez y Héctor “La Coneja” Baldassi podrían irse de la coalición y afectar la racha ganadora en las legislativas nacionales desde 2015 a esta parte.
Las movidas subterráneas para lograr su cuarta victoria legislativa consecutiva limaron las asperezas puertas adentro de dos de los socios de Juntos por el Cambio, el radicalismo y el PRO. El diputado nacional y líder del Frente Cívico, Luis Juez, picó en punta y amenaza con jugar con boleta propia por fuera del macrismo cordobés. “Yo soy el dirigente opositor a Juan Schiaretti que llega mejor posicionado al 2023, quiero ser gobernador. Pero para jugar en 2023 vamos a jugar en 2021, voy a ser candidato a senador. Disputaremos en las PASO, si hay, o en una interna entre partidos. Y si no nos abren el juego, voy a ser candidato a senador por el Frente Cívico, donde ganamos las dos bancas en 2009 y el peronismo de Schiaretti y De la Sota quedaron terceros. En 2015 encabecé la boleta de senadores y también ganamos las dos bancas; por eso, cuando sea el tiempo de discusión de candidaturas, vamos a plantear nuestras inquietudes y propuestas”, declaró Juez a El Destape.
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En las últimas horas circuló un documento del Frente Cívico con la firma de Juez, en el que advierte: “Aquí estamos. Para ratificar nuestra vocación frentista, la que se deberá expresar con firmeza y sinceridad para disputarle el poder en esta provincia al PJ y no para hacer como éstos últimos 20 años en los que siempre hubo una excusa para no hacerse cargo de administrar los problemas de la gente y una voracidad extrema para garantizarse privilegios personales. Somos conscientes que, de continuar esas prácticas, y no llegar a una construcción más amplia a nivel provincial, no descartamos ir a las elecciones legislativas con nuestro Frente Cívico a disputar esa esperanza latente en el corazón de cada cordobés decente”.
El otro convidado de piedra de Juntos por el Cambio que conoció la realpolitik con el desprecio de sus socios cordobeses del PRO es Héctor “La Coneja” Baldassi, ex árbitro de fútbol, amigo de Mauricio Macri en su época de mandamás de Boca Juniors. “Ocho años como diputado, está más que bien pagado. La política es dinámica”, asegura el oficialismo del PRO, que conduce el ex diputado Javier Pretto, quien responde a Germán Kammerath, hombre fuerte de la Unión del Centro Democrático (UCeDe) de Álvaro Alsogaray, vicegobernador con José de la Sota, ex intendente de la ciudad de Córdoba y ex funcionario de telecomunicaciones durante el menemato.
Baldassi, que viene del fútbol y la gente no lo ve como un político tradicional pese a que es diputado desde 2013, siempre tuvo una relación distante –por no decir mala- con el PRO cordobés ligado a la dictadura cívico militar y a la UCeDe de Germán Kammerath: “Yo no soy autoridad del PRO, soy diputado de la Nación. Hoy estamos muy lejos para hablar de candidaturas, si hay PASO se va a organizar todo con todos los jugadores; y si no hay primarias la cosa será distinta. Todavía no decidí si voy a seguir actuando en política o me voy a la actividad privada. Yo hablo con todo el mundo”, contó Baldassi a El Destape. El diputado del PRO fue candidato a vicegobernador de Oscar Aguad en 2015 y de Mario Negri en 2019.
“Todo el mundo” es todo el mundo: Eduardo, el hermano de “La Coneja”, es el intendente schiarettista de Río Ceballos; y el PJ cordobés ya está hablando con el ex árbitro, sabiendo de sus diferencias con el oficialismo del PRO. También vienen conversando Baldassi y Juez, ambos compañeros de bancada en Diputados, y con recelos con el kammerathismo y los radicales. En su última visita a Córdoba, el economista de ultraderecha Javier Milei le habló por teléfono a Baldassi y lo invitó a sumarse a su espacio.
Calma radicales
En el radicalismo, que fue dividido en los comicios provinciales de mayo de 2019, con el ex intendente capitalino Ramón Javier Mestre candidato de la histórica Lista 3 de la UCR, y el diputado Mario Negri con el sello Juntos por Córdoba; la necesidad de 2020 llevó a sus principales dirigentes a sellar la paz. “No voy a hablar de candidaturas; no me parece lógico en este contexto”, aseguró Mestre. El ex intendente capitalino es presidente de la UCR y en 2009, cuando Juez ganó esa elección, Mestre se quedó con la tercera banca cordobesa en el Senado. Y ahora quiere volver a ocupar ese escaño.
Por la pandemia del COVID-19, las elecciones para renovar autoridades en el Comité Provincia de la UCR que preside Mestre se pospusieron hasta marzo de 2020 y no se sabe si habrá elecciones o le prorrogarán el mandato si en el país se desata una segunda ola de infectados, como ocurrió en Europa. Además, Mestre cuenta con el apoyo del Foro de Intendentes Radicales (FIR), una estructura territorial de más de 100 ciudades y pueblos del interior, organismo que preside Oscar Saliba, intendente de la sureña Huinca Renancó.
El 15 de diciembre se realizó el cambio de autoridades del FIR, donde Ariel Grich (Monte de los Gauchos) le cedió la presidencia a Saliba. En la cena de fin de año del Foro, el mestrista Grich logró reunir públicamente a Mestre y Negri.
Mario Negri, jefe del interbloque de Juntos por el Cambio en Diputados tiene hasta 2023 su banca asegurada; por eso quiere saltar al Senado. “Mario es una de las espadas republicanas que tenemos y en el Senado, donde está Cristina acrecentando su poder, su actuación va a tratar de poner freno a los atropellos de las instituciones”, confió a El Destape uno de los integrantes de la mesa chica de Negri, confiado en que Mestre le allanará el camino y encabezará la boleta de diputados. Pero con los radicales nunca se sabe y lo demostraron el año pasado cuando fueron en listas separadas, beneficiando a Juan Schiaretti, el socio estratégico de los poderes fácticos cordobeses y de Mauricio Macri.
La senadora del PRO Laura Rodríguez Machado, que llegó a la banca con Juez en 2015; se aferra a la posibilidad de ser compañera de fórmula de Negri. Rodríguez Machado protagonizó un escándalo el 8 de noviembre pasado cuando organizó un raquítico banderazo en Córdoba, al que la presidenta del PRO Patricia Bullrich llegó utilizando pasajes de avión del Estado pese a no ser funcionaria. En ese acto, militantes neofascistas colgaron en horcas unos muñecos con los rostros del presidente Alberto Fernández y de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Como sostiene la derecha cordobesa que “la política es dinámica”, en la boleta de diputados, el PRO llevaría a Gustavo Santos, quien pasó de militar en el radicalismo con el fallecido intendente Rubén Américo Martí (1991-1999); con Julio Cobos en 2007 se sumó a la transversalidad kirchnerista; ese mismo año se convirtió en presidente de la Agencia Córdoba Turismo durante el primer mandato del gobernador Juan Schiaretti, siguió en el cargo con José de la Sota en 2011 y Macri lo llevó a Turismo de la Nación por sugerencia de su amigo y empresario de medios, el fallecido Mario Pereyra. Durante su paso por la Casa Rosada, Santos nombró a su hijo Matías Santos Crocsel como funcionario.
En otro caso de nepotismo derechista, el radical macrista Oscar Aguad -ex ministro de Comunicaciones y de Defensa de Cambiemos, investigado por la Causa Correo Argentino y por la muerte de los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan- pretende colar en la boleta de diputados a su hija Sofía.
Y a Juez lo quieren contentar con una candidatura entre los primeros cinco casilleros; por eso el líder del Frente Cívico amenaza con ir con lista propia. “Yendo solos con el Frente Cívico, metemos un diputado”, asegura.
Con una Elisa Carrió que se acerca y aleja de Mauricio Macri según sus estados de ánimo, las chances de la inexistente Coalición Cívica cordobesa de meter un candidato, son mínimas. La diputada Leonor Martínez Villada no presentó ni un solo proyecto en el Congreso y los cordobeses no saben quién es, pese a que desde diciembre de 2015 cobra una abultada dieta como diputada.
Faltando casi un año para las elecciones legislativas de medio término, en Córdoba, Juntos por el Cambio está en plena ebullición. Y como están dadas las cosas, parece que una vez más, repitiendo la experiencia provincial de 2019, la hoguera de las vanidades dinamitará al frente derechista.