Villa Azul: de "caso testigo" de la pandemia a ejemplo de reconstrucción

El barrio fue el caso más paradigmático de la desigualdad de condiciones para aislarse durante los primeros meses de la pandemia. Esta semana, el gobierno nacional anunció un plan de urbanización de emergencia para Villa Azul.

03 de enero, 2021 | 00.05

En Villa Azul se manifestó uno de los focos de coronavirus más preocupantes en la provincia de Buenos Aires. El barrio ubicado entre Avellaneda y Quilmes fue aislado, asistido, y lograron contener una situación sanitaria que corría el riesgo de estallar. Fue el caso más paradigmático de la desigualdad de condiciones para aislarse durante los primeros meses de la pandemia, y dejó al descubierto las necesidades y vulnerabilidades de cientos de barrios populares en todo el país.

La urgencia ante una anunciada segunda ola acelera los tiempos. Esta semana, el gobierno nacional anunció un plan de urbanización de emergencia especialmente para el barrio Azul, además de la construcción de más de 3000 viviendas al sur del conurbano bonaerense. Todo dentro del plan Casa Propia-Construir Futuro que tiene como objetivo desarrollar 264 mil soluciones habitacionales en todo el país.

“Tal vez no lo sepan, pero para mí el barrio Azul es una formidable inspiración para mi Gobierno. No quiero más dividir la suerte de los argentinos según el gobernante que les toque”, dijo Alberto Fernández en el anuncio, en relación a las asimetrías que atravesó el barrio en su urbanización, según su pertenencia a Quilmes y Avellaneda.

Ante esa diferencia que existe dentro del mismo barrio, el presidente reveló la primera tarea que le ordenó a Jorge Ferraresi, ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat y ex intendente de Avellaneda. “Le dije que haga en Quilmes lo que había hecho en la parte de Avellaneda, para que nadie piense que su vida es distinta por una calle. No quiero dividir la suerte de los argentinos según el gobernante, quiero que todos tengan las mismas oportunidades”, contó.

El aislamiento focalizado en Villa Azul fue también objeto de la campaña de ataque de la oposición a las medidas de emergencia sanitaria que definía el gobierno nacional ante el avance de la primera ola de coronavirus. Incluso, la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, llegó a decir que “hicieron un ghetto” en el barrio.

“De un lado de Villa Azul hubo un gobierno que dio un mínimo de igualdad de condiciones, y del otro uno que decía que hagan mérito, que el mercado les iba a resolver el problema, total con la meritocracia todo se puede”, apuntó esta semana Alberto Fernández contra el gobierno Macri.

El plan para urbanizar de emergencia Villa Azul

En principio, comenzarán las obras del tendido de red de agua potable y de alumbrado público junto con la obra de unificación de la traza del Acceso Sudeste. El objetivo es garantizar los servicios básicos al mismo tiempo que se libera terreno para la construcción de futuras viviendas y equipamiento socio comunitario.

Las obras se realizarán para que haya más kilómetros de tierra disponibles, lo cual tendrá un costo de 750 millones de pesos. “Actualmente, el Acceso Sudeste presenta una situación de muchísima inseguridad vial tanto para el tránsito como para los vecinos y vecinas de Villa Azul e Itatí. Las tierras que hoy pertenecen a la Dirección Nacional de Vialidad podrán ser administradas por la gestión municipal para el proyecto de urbanización”, informaron del municipio de Quilmes a El Destape.

Luego se retomarán las obras paralizadas que corresponden a la ejecución de 166 viviendas y su infraestructura urbana. Al igual que otras casi 1800 viviendas en Quilmes, fueron comenzadas en el año 2015, y quedaron desfinanciadas desde el año 2016, durante el primer año de la gestión de María Eugenia Vidal en la gobernación bonaerense y Martiniano Molina en el municipio de Quilmes. Es parte del Programa de Reactivación de Obras de Vivienda del ministerio que conduce Ferraresi.

Las viviendas no tienen hoy instalaciones reglamentarias ni elementos necesarios para el uso de la energía eléctrica domiciliaria, un peligro evidente que genera incendios y accidentes domésticos. También están previstas en el plan las mejoras habitacionales para mejorar la seguridad.

En el barrio se sumarán luminarias led, red de agua potable con una inversión de 30 millones de pesos en convenio con AySA, y un proyecto para la realización de obras tempranas en pasillos y zanjas internas que incluirá las conexiones domiciliarias de agua y desagües pluvio-cloacales.

También junto con la provincia de Buenos Aires, a través del Instituto de Vivienda, se construirán 32 nuevas viviendas en el barrio. El proyecto incorpora además locales comerciales y espacios para la administración municipal. 

Habrá un punto de inclusión, en línea con el ministerio de Desarrollo Social, para la implementación del proyecto “Base operativa social Barrio Azul, área de contención”, que comprendería una dependencia municipal de atención que para articular la atención de otros espacios de gestión estatal como Anses, PAMI y RENAPER, entre otros. También se firmaron acuerdos para realizar obras de equipamiento urbano en el barrio Azul, a través del programa Plan Argentina Construye.

Sobre el brote en Villa Azul en el momento de mayor expansión de la pandemia, Alberto Fernández explicó que “fue una formidable inspiración por el ejemplo de vida que dieron a los argentinos”, y destacó que es necesario “darle un mínimo de igualdad de condiciones a la gente de ese barrio para que pudiera pensar en desarrollarse. Por eso allí debe siempre estar el Estado para terminar con esas desigualdades”.

La intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, destacó que es el primer paso “de un trabajo conjunto entre el municipio, la Provincia y la Nación para que los y las habitantes de Villa Azul tengan condiciones de vida dignas”.