Desconcierto, enojos y 188 petardos: qué dejó los cambios en el dictamen y qué pasará en Diputados

Los gobernadores están molestos porque no se respetó el acuerdo. Sin embargo, JxC y Casa Rosada admiten que todavía hay margen para más modificaciones a la ley ómnibus. Hay consenso para que se apruebe en general, pero se discutirán más de 180 artículos.

25 de enero, 2024 | 10.54

La obtención del dictamen de mayoría con disidencias para llevar al recinto de la Cámara de Diputados la ley ómnibus fue un triunfo para el oficialismo, pero dejó abierta una tensión con el sector dialoguista de la oposición. Los gobernadores de Juntos por el Cambio están enojados con el Gobierno porque no respetó el acuerdo que buscó atender su reclamo por recorte de fondos. Tras una jornada en la que reinó el desconcierto, prima la sensación de que el proyecto se aprobará en general aunque hay más de 180 artículos que podrían sufrir más modificaciones. Duras críticas a las figuras del oficialismo, de propios y opositores, que encabezan las negociaciones.

Como adelantó El Destape, los diez gobernadores de JxC habían dado a conocer seis puntos de acuerdo alcanzados con la Casa Rosada para conseguir el dictamen de mayoría que impulsó La Libertad Avanza, pero con disidencias. Sin embargo, entre la madrugada y la tarde del miércoles y la redacción del dictamen cambió y dos de esos puntos no figuraban.

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El primero de ellos y que despertó mayor enojo en los mandatarios es el traspaso del Fondo del Fondo de Garantía de Sustentabilidad a cambio de saldar deudas de las provincias con el propio FGS y cubrir el déficit por las cajas jubilatorias no transferidas. Tampoco se eliminó la desgravación de retenciones impositivas a los cobros electrónicos en pequeños contribuyentes.

Quienes están al frente de la negociación explican que el punto del FGS era el más complicado de implementar en tan poco tiempo por lo complejo de su redacción. De todos modos, el acuerdo al que llegó el diputado de Hacemos Nicolás Massot con el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, y los Caputo (el ministro Luis y el asesor Santiago) es que el legislador Gabriel Bornoroni, como miembro informante, lea en el recinto los cambios que hasta acá no llegaron a plasmarse.

“El acuerdo está y van a seguir negociando en el recinto”, se escuchó en el oficialismo y en la oposición. En el Gobierno entienden que todavía hay reclamos pendientes, pero desde la UCR ya avisaron: “Lo que no cumplan se les va a caer porque no tienen el número”. No está confirmado oficialmente, pero se apunta a sesionar el martes y se espera que sea un debate que supere las 24 horas.

Los temas más complicados para aprobarse así como están son jubilaciones, retenciones, privatizaciones, FGS, entre otros. Hay 188 disidencias que informaron el PRO y parte de UCR y Hacemos en el dictamen. “Los vamos a torpedear mucho en cada uno de esos artículos”, desafió un diputado dialoguista convencido de que habrá correcciones el día de la sesión y a sabiendas de la debilidad legislativa del oficialismo. Es decir, de los 552 artículos que tiene el proyecto, JxC pretende que 188 no salgan así como están redactados.

Desconcierto y enojo en JxC

Durante toda la mañana del miércoles tanto en la oposición como en el oficialismo reinó el desconcierto y nadie se animaba a confirmar cuál era el dictamen final. Con el correr de las horas tanto los legisladores como funcionarios sentados en la mesa de negociación para acordar cambios a la ley Bases transmitieron a este medio que esos puntos mencionados anteriormente se corregirán en el recinto.

La idea de un “dictamen blue” sobrevoló ayer y como los gobernadores no tenían certeza de que se respete lo hablado, desde el entorno de uno de los mandatarios de JxC llegaron a advertir que corría riesgo la media sanción. “Es todo muy desprolijo”, protestaron.

Ocurre que Rogelio Frigerio, en representación de los mandatarios, había cerrado el acuerdo con Francos el martes por la mañana y los diputados Cristian Ritondo, Diego Santilli y Nicolás Massot se encargaron de garantizar el respaldo al dictamen. Los legisladores y mandatarios venían de debatir por Zoom el domingo por la mañana y ya habían conseguido concesiones por parte del gobierno ya que el proyecto original sufrió el recorte de 139 artículos.

El enojo por la marcha atrás en los dos puntos mencionados disparó críticas a los principales interlocutores del oficialismo, en especial al ministro del Interior Guillermo Francos. “Está pintado”, soltaron desde el despacho de un mandatario a este medio. Pero no fue el único apuntado por los gobernadores. También criticaron el “amateurismo” de Menem, quien sufre cuestionamientos desde un despacho en Casa Rosada por no acelerar acuerdos. El bloque de 38 libertarios conducido por Oscar Zago tampoco se salva de los cuestionamientos que dejan trascender del Poder Ejecutivo. “A este gobierno le cuesta tener articuladores que cierren acuerdos. Nuestros diputados no defienden la ley”, lanzaron. 

Francos fue objeto de operaciones semanas atrás que vinieron del propio Gabinete, según creen desde esa cartera porque apuntaron a segundas y terceras líneas de los ministerio de Seguridad y Economía como de Jefatura de Gabinete, aunque corrieron de la crítica a Nicolás Posse a quien Francos conoce de la época de Corporación América. Los cuestionamientos se aplacaron después del férreo respaldo de Milei al regreso del viaje de la Antártida. “Es un gran jugador y tiene la difícil misión de lidiar con la política”, dijo el Presidente para cortar la interna.

En medio del desconcierto y los enojos apareció Luis Caputo con una amenaza a los gobernadores. El ministro prometió meterse con la billetera de las provincias si cambian la parte de la ley ómnibus que afecta a su plan económico. "Las partidas provinciales se recortarán inmediatamente si alguno de los artículos económicos es rechazado", lanzó. Inmediatamente recibió los cruces de los presidentes de los bloques de la UCR y Hacemos, Rodrigo de Loredo y Miguel Ángel Pichetto. Ni lento ni perezoso, Germán Martínez aprovechó y salió a solidarizarse con sus colegas en busca de un guiño a su campaña para que Caputo vaya a Diputados a defender las desregulaciones. "Agéndese el lunes, porque queremos que venga a explicar a lo que todavía no explicó", afirmó.

El apoyo de los gobernadores es clave para un Gobierno que solo tiene 38 diputados, que puede extenderse a 42 si se suman otras bancas de sectores de derecha. A ellos se les pliega el PRO, que nunca puso en duda su adhesión al dictamen. Una diputada de ese espacio aclaró que la negociación de los gobernadores no condiciona el voto afirmativo los 37 legisladores amarillos. “Nosotros íbamos a acompañar igual, con disidencias. No participamos del acuerdo de gobernadores”, expresó una diputada de ese bloque.

Los teléfonos siguen abiertos y habrá más reuniones de acá a la semana que viene, cuando espera el Gobierno tener media sanción al proyecto que sienta las bases de las desregulaciones y transformación del Estado que quiere Milei. Un poroteo que conoció El Destape arroja que el oficialismo podría cosechar alrededor de 125 votos para aprobarla en general, pero la puja y el éxito del resultado será medido por lo que suceda con cada artículo.