Luego del contundente paro general y de la multitudinaria movilización al Congreso, replicada en varios puntos del país, desde Unión por la Patria redoblaron la ofensiva contra la ley ómnibus -cuyo debate el oficialismo postergó para la semana que viene- y también contra el DNU, que ayer recibió un nuevo traspié judicial. El interbloque de UxP en el Senado resolvió pedir una sesión especial para el jueves 1 de febrero, cuando buscará obtener los 37 votos necesarios para el rechazo. Aunque sea una media reprobación -para que sea nulo deben rechazarlo las dos cámaras-, sería una primera derrota política para un Ejecutivo que empieza a percibir un clima social que se caldea y una oposición que se reacomoda.
La coincidencia general en Unión por la Patria fue que el paro y movilización había sido un gran acierto. La masividad de las movilizaciones y el hecho de que se hubieran realizado sin incidentes -de hecho, los videos que circularon mostraron a los policías de Patricia Bullrich en actitud patoteril y a la gente sin reaccionar-, sirvió para marcarle un límite al Gobierno. Además, a dos meses de una derrota electoral dolorosa, exhibió al peronismo y aliados acompañando a las centrales obreras en unidad y con músculo militante, algo que desde otros sectores dudaban. Fue importante para eso la reunión realizada días atrás, organizada por Axel Kicillof, en la que gobernadores, intendentes, bloques legislativos, sindicalistas y dirigentes sociales hicieron coincidir sus puntos de vista respecto a la avanzada del oficialismo.
“Las medidas del Gobierno nacional ponen en riesgo el trabajo y la producción, complicándole la vida a millones de argentinos”, subrayó Kicillof. El gobernador bonaerense, día a día, se va transformando en la contracara de la gestión de Javier Milei, que a su vez lo visualiza como su principal opositor y le dedica tuits de manera periódica. También hay otros gobernadores como el riojano Ricardo Quintela y el formoseño Gildo Insfrán que se ubican en la primera fila del rechazo a las medidas de ajuste brutal a trabajadores y jubilados que el Ejecutivo plantea como única salida a la crisis. El gobernador bonaerense marchó ayer junto a buena parte de su gabinete, intendentes y sindicalistas dotando de volumen político a la movilización convocada por las centrales obreras.
"Una expresión tan masiva y tan fuerte como la que vimos hoy no tiene ninguna otra posibilidad que generar un marco sobre muchas de las discusiones que se están dando en el Congreso", evaluó el ministro de Infraestructura bonaerense, Gabriel Katopodis, en diálogo con El Destape Radio. En principio, el tratamiento del dictamen de la ley ómnibus aprobado en la madrugada del miércoles quedó para la semana que viene, dadas las dificultades del oficialismo en reunir los apoyos necesarios para la media sanción sin necesidad de hacer nuevas concesiones. La tensión se notó en los cruces que sostuvo por las redes sociales el ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, con los jefes de los bloques dialoguistas Miguel Angel Pichetto y Rodrigo de Loredo, luego de una nueva amenaza a los gobernadores de cerrarle el grifo de los recursos nacionales si no votan el proyecto.
Las bancadas de la UCR y Hacemos Coalición Federal, en sintonía con lo que reclaman los mandatarios provinciales, insisten en eliminar toda suba de retenciones y buscar alguna forma de mantener el poder adquisitivo de las jubilaciones por la inflación de estos meses, dos reclamos que van contra el objetivo de Caputo de alcanzar el déficit cero. De ahí el enojo del ministro, poco dado a las reacciones públicas. En el bloque de Unión por la Patria buscarán sacar provecho de estas diferencias y apuntarán a convencer a las bancadas amigables de la inconveniencia de sostener las políticas antipopulares del Ejecutivo, que para colmo no deja de agredirlos.
Mientras se desarrollaba el paro, se conoció un nuevo fallo de la justicia laboral contra el DNU. En esta ocasión fue la jueza Liliana Rodríguez Fernández quien declaró inválidos seis artículos de la reforma laboral del decreto en un nuevo aval a la presentación realizada por la CGT, que reclama la inconstitucionalidad de todo el capítulo. Poco después, el interbloque de senadores de Unión por la Patria pidió una sesión especial para el jueves que viene, a las 14. "Las necesidades y urgencias las tiene nuestro pueblo, no los cuatro vivos de siempre", sostuvieron para acompañar el escrito que firmaron José Mayans, Juliana Di Tullio, Anabel Fernández Sagasti, Sergio Leavy y Juan Manzur.
La firma de Manzur fue leída como una respuesta a la decisión del gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, de separar sus tres diputados del bloque de UxP y conformar la bancada Independencia, que todo indica que acompañarán la ley ómnibus. Los otros dos diputados tucumanos -Pablo Yedlin y Carlos Cisneros-, que responden a Manzur, continuarán alineados con la conducción que encabeza Germán Martínez. En cuanto al Senado, el interbloque de UxP cuenta con 33 integrantes y necesita sólo otros cuatro para llegar el quórum y votar el rechazo al decreto.
En el medio hay una cuestión reglamentaria porque la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo que debía reunirse para emitir dictamen sobre el DNU nunca se conformó. En UxP interpretan que ya se cumplieron los plazos y que ahora el decreto puede ser tratado directamente en el recinto por el pleno de los legisladores. Hay varios senadores que no integran el interbloque de Unión por la Patria y podrían sumarse para el quórum y el rechazo. Los provinciales de Río Negro y Misiones y los peronistas disidentes de Unidad Federal -el entrerriano Edgardo Kueider, el correntino Camau Espínola y la cordobesa Alejandra Vigo- en su momento rechazaron el DNU. Habrá que esperar si al momento de levantar la mano mantienen las convicciones. Lo mismo vale para el presidente de la UCR nacional, el senador Martín Lousteau.
Lo cierto es que Unión por la Patria, que venía golpeada y fragmentada, se organizó de manera de realizar una movilización que hacía tiempo no se veía en el país y ahora apuesta a capitalizar esa demostración de fuerza en el Congreso, con una conducción política renovada y con argumentos para plantear un modelo diferente a la lógica del mega ajuste imperante. Dependerá mucho de la certeza de sus próximos pasos.