El presidente Alberto Fernández está viajando a Bruselas, capital de Bélgica, donde el lunes 17 y martes 18 de julio tendrá lugar la Cumbre de Jefas y Jefes de Estado de la Unión Europea (UE) y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). La transición verde, uno de los temas que se discutirá en el evento, genera polémica entre los bloques, aunque no es el único tópico problemático en la previa: la cumbre del Mercosur, realizada en Iguazú días atrás, amplió las diferencias dentro de los países del bloque sudamericano y generó pocos consensos de cara a al encuentro con la UE.
El pasado 4 de julio en Iguazú se esperaba que el Mercosur tuviera un documento unificado de respuesta para presentar ante la UE de cara a la ratificación del Tratado de Libre Comercio pero por el contrario tanto Fernández como su par en Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, apuntaron contra el bloque europeo por las políticas proteccionistas. Durante el encuentro de jefes de Estado del Mercosur, el presidente de Brasil también cuestionó los pedidos europeos en materia ambiental. "Eso es inaceptable, uno no puede imaginar que un socio comercial tuyo pueda imponer condiciones", sostuvo respecto al acuerdo de libre comercio que buscan los líderes del bloque sudamericano y la UE.
Semanas antes, Da Silva ya había rechazado con énfasis las condiciones impuestas por la Unión Europea, que amenazó con sanciones comerciales a los países sudamericanos que no cumplan los estándares ambientales requeridos. "Necesitamos tener un poco más de sensibilidad, un poco de humildad. Estamos preparando nuestra respuesta a la UE y vamos a ver si nos ponemos de acuerdo para hacer algo que favorezca a ambos continentes", había expresado, poniendo el foco en la cumbre del Mercosur en la que, finalmente, no se llegó a una postura unificada.
La reincorporación de Venezuela al Mercosur, suspendido en 2017, fue otro de los temas que expuso las diferencias hacia adentro del bloque durante la cumbre. Mientras Fernández y Lula se mostraron abiertos al retorno, el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, y el presidente de Paraguay hasta mediados de agosto, Mario Abdo Benítez, se opusieron. "De Venezuela no va a salir una democracia sana", exclamó Lacalle Pou en medio de la polémica por la inhabilitación de la dirigente opositora María Corina Machado, que planeaba participar de las elecciones internas del 22 de octubre, mientras que Abdo Benítez añadió: "El único límite razonable debe ser el respeto a la democracia y a los derechos humanos. Con mucha preocupación estoy siguiendo los eventos de los últimos sucesos en Venezuela".
Otro de los temas que causan tensión entre la Celac y la UE en la previa de la cumbre es la guerra entre Rusia y Ucrania, ya que el bloque europeo quería que el evento tuviera una posición marcada respecto al conflicto, con una condena explícita al país presidido por Vladimir Putin. El bloque americano, sin embargo, no llegó a un acuerdo en este tema.
No obstante, la Argentina, en la voz de Fernández, sí condenó la invasión rusa en Ucrania. "La invasión de Rusia no midió las consecuencias que iba a tener en todo el mundo. No estamos haciendo un planteo ideológico, acá en el norte vuelan misiles pero en el sur se desarrolla el hambre", dijo en noviembre de 2022, en el marco del Foro de Paris por la Paz, y agregó: "Vergüenza debería darnos que después de haber perdido nueve millones de vidas en la pandemia, el mundo se anime a llevar adelante una confrontación bélica como esta. ¿Dónde está la ética política que ve semenjante desastre y no reacciona?".