Peritarán los Cuadernos luego de 6 años de operaciones mediático-judiciales

Recién ahora, cuando el caso está en juicio oral, se analizarán las fotocopias y unos supuestos originales resucitados de las cenizas, todo aportado al fiscal Stornelli por el auxiliar de fiscalía Diego Cabot en 2018. Ya hay peritajes parciales que revelan adulteraciones y varias plumas en su confección.

16 de agosto, 2024 | 18.27

Luego de 6 años el Poder Judicial ordenó el peritaje completo de los Cuadernos que se utilizaron para una de las mayores operaciones de persecución judicial y mediática que se tengan registro. Esas hojas que el 1° de agosto de 2018 se utilizaron para desatar una razzia contra ex funcionarios y empresarios por su simple aparición en unos Cuadernos atribuidos a un remisero y ex militar, una cacería ordenada por el juez Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli en una maniobra funcional al gobierno de Mauricio Macri, que poco antes había sometido al país a la mayor toma de deuda de su historia con el FMI.

Esos papeles que ni siquiera eran tales, ya que el primer día tuvieron que reconocer que se trataba de Fotocopias, hacerle decir a su presunto autor Oscar Centeno que los quemó pero que el auxiliar de fiscalía con asiento en el diario en La Nación -Diego Cabot- resucitó de las cenizas poco antes de las elecciones de 2019 para reavivar la operación. Y que la cofradía de Comodoro Py, los servicios de inteligencia y las corporaciones mediáticas usaron una y otra vez en estos más de 2.000 días sin cuestionar lo obvio: que nunca se peritaron. Recién ahora, con 6 años y 2 cambios de gobierno de demora, el tribunal a cargo del juicio ordena lo que tenía que hacerse el día 1. El daño está hecho.

La cronología de esta farsa, que ahora se completa con el peritaje 6 años más tarde, es la siguiente:

  1. El auxiliar de fiscalía Cabot le entregó a Stornelli fotocopias de los supuestos Cuadernos de Centeno.
     
  2. Centeno declaró que los tenía guardados, pero el día 1, cuando fueron a buscarlos junto a Stornelli, no estaban.
     
  3. Centeno cambió su declaración y afirmó que quemó los cuadernos.
     
  4. Cabot apareció más de un año después con algunos de los Cuadernos en físico, resucitados de las cenizas.
     
  5. El empresario Armando Loson, uno de los acusados y detenidos, denunció más de 1.600 irregularidades en los Cuadernos para involucrarlo en la causa, que incluye sobreescrituras, uso de liquid paper y varias manos en su redacción.
     
  6. El peritaje sobre las partes donde aparecía Loson confirmó que hubo varios autores de los Cuadernos, entre ellos el ex policía Jorge Bacigalupo, amigo de Centeno y de Cabot.

Los primeros cuatro puntos no sólo fueron realizados por Bonadio y Stornelli. Todo fue convalidado por los camaristas federales Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi, designados a dedo por Mauricio Macri. Y todo, a su vez, confirmado en la Cámara de Casación por Daniel Petrone y Diego Barroetaveña, designados también por el expresidente. Mientras tanto, en todos estos años nunca se peritaron ni las Fotocopias totales de los Cuadernos y los cuadernos fénix que Cabot obtuvo de sus cenizas.

Este demorado peritaje será doble. Por un lado, se completará la revisión del total de las Fotocopias de los Cuadernos con las que Bonadio, Stornelli y Cabot basaron toda la operación, ya que una parte mínima de ese material ya reveló que el chofer Centeno no fue el único redactor y que el ex policía Jorge Bacigalupo, amigo de Cabot, metió mano. Por el otro, por primera vez se analizarán los cuadernos físicos que Cabot hizo resucitar de las cenizas a las que Centeno aseguró que los había reducido. No es ciencia ficción.

La decisión la tomó el Tribunal Oral Federal N° 7. El estudio, que estará a cargo de la Dirección de Criminalística y Estudios Forenses dependiente de la Dirección General de Inteligencia Criminal e Investigaciones de la Gendarmería, será determinante para esta causa emblemática de lawfare ya que evidenciará la manipulación de los cuadernos adjudicados a Centeno.

Tal como se desprende de la resolución de 96 páginas a la que accedió El Destape, el tribunal ordenó que la GNA perite “los seis cuadernos reservados en el Tribunal”, que resucitaron de las cenizas en octubre 2019, en la víspera de las elecciones presidenciales. Cabot acercó el material a Stornelli, pero dos cuadernos supuestamente originales que nunca aparecieron, solo hay fotocopias.

El tribunal que integran los jueces Enrique Méndez Signori, Fernando Canero y Germán Castelli –designado a dedo por Macri y mantenido en ese lugar por la Corte Suprema- dispuso que también se periten las copias digitalizadas de todos los cuadernos, que son las que La Nación dio a conocer en agosto de 2018, en un trabajo que coordinó con Stornelli. En total son 9 archivos. El documento judicial da cuenta que entre el aporte a Comodoro Py y la publicación del caso el 1 de agosto de 2018 en La Nación, cuando se produjo una razzia judicial y mediática, hubo una ventana de 4 meses de tiempo.

Con el peritaje que dispuso este jueves, que se realizará en un plazo de 90 días, el tribunal de juicio pretender establecer:

En la causa que se abrió por una denuncia de Loson, en 2022, los peritajes oficiales que se realizaron sobre solo 3 cuadernos fueron contundentes. Determinaron, y por eso los spoiler de lo que se viene en este tardío peritaje completo, que:

  • El ex policía Jorge Bacigalupo intervino en la adulteración de los cuadernos.
     
  • Hay diferencias notables en la forma de escribir entre el cuaderno de 2008/2009 y los cuadernos de 2013 y 2015, los únicos tres analizados hasta ahora en la pesquisa que hace foco en la manipulación de los anotadores.
     
  • "En los tres cuadernos se observan procesos de edición, de distinto orden y peso para el desarrollo del texto: agregados, supresiones, tachaduras, sobreescrituras. Estos fenómenos ponen en cuestión que el destinatario sea el mismo sujeto de la escritura, o sea, que se trate de un texto autorreferencial. El nivel de conciencia y el control sobre el contenido y la forma de los cuadernos sólo se justifican si este va dirigido a un tercero".
     
  • "No es posible definir un perfil autoral uniforme de los cuadernos, porque los tres evidencian, el menos, dos tipos de intervenciones: las realizadas a posteriori y las que afectaron el proceso de escritura".
     
  • Había "espacios en blanco vacíos o completados posteriormente de manera forzada con palabras o frases".
     
  • Se registraron "préstamos de discurso ajeno" en muchos pasajes, lo que indica que a Centeno le dictaron o copió información.
     
  • Los peritos se encontraron con una escritura continua, realizada en pocas etapas, y no de forma diaria como sería el diario de un remisero.
     
  • Por otro lado, resaltaron que ya en el cuaderno del período 2008/2009 hay un cambio de destinatario del texto.

Para poder llevar adelante el peritaje, el tribunal “invitó” al “imputado Oscar Bernardo Centeno a confeccionar un cuerpo de escritura, recordándosele los derechos que lo asisten y debiéndose convocar al efecto a los peritos que participarán del peritaje ordenado precedentemente”. Si se el exchofer y exmilitar se opone “deberán obtenerse elementos indubitables”, señaló el TOF 7.

A la luz de lo que surgió de la causa que llevó Martínez de Giorgi, el peritaje de los cuadernos “originales” y sus copias digitalizadas debería provocar el derrumbe de la causa Cuadernos.

Este escándalo comienza desde las primeras páginas del expediente. Las versiones contradictorias de Centeno respecto a los cuadernos constan en las primeras hojas del expediente que manipularon Bonadio y Stornelli.

En su primera declaración ante Stornelli, el 2 de agosto de 2018, Centeno dijo:

  • Los cuadernos originales los tengo yo y se encuentran en mi domicilio”. Agregó que estaban “guardados en el armario de mi habitación, tapados con carpetas. Creo que aún siguen ahí, pero en el caso de que mi mujer los haya sacado, los mismos podrían estar eventualmente en la casa de mi suegra”.

En su segunda declaración, Centeno cambió el relato. Contó de una reunión con su amigo Miguel Córdoba y dijo:

  • Me levanté, busqué la caja con los cuadernos y me fui al fondo donde está el quincho y en la parrilla los rompí uno por uno, los amontoné y los quemé. Me quedé atizando el fuego hasta que se terminaron de quemar”. Como justificación de este cambio de versión, agregó: “Al momento de mi anterior declaración yo pensé que los cuadernos todavía estaban en mi casa o en una de las viviendas de Bella Vista porque eso había querido hacer. La confusión en relación al destino de los cuadernos fue por la situación que estaba viviendo, estaba detenido hacía dos días y no había podido dormir”.

El relato no cierra. Por un lado, hay que recordar que cuando Centeno fue detenido su abogado Norberto Frontini se acercó hasta el despacho de Bonadio pero no lo dejaron entrar. Luego de unas horas un empleado del juzgado le comunicó que Centeno había decidido cambiar de abogado, que se apoyaría en el defensor oficial Gustavo Kollmann. Por otro, que la primera declaración de Centeno está plagada de detalles muy puntillosos. ¿El único dato que dijo mal fue el destino de sus cuadernos, la pieza clave de toda la historia? Porque no es que se equivocó de armario donde los tenía guardados, sino que omitió que los había destruido. Muy poco creíble.

Lo más notorio fue el nuevo aporte del auxiliar de fiscalía Cabot que, calendario electoral en mano, le llevó a Stornelli algunos de los cuadernos originales resucitados de las cenizas cual ave fénix. Lo hizo 4 días antes de las elecciones presidenciales de 2019. Era (son) tan impunes que La Nación publicó la foto de la operación.

Recién ahora se peritará todo.