Atentado a CFK: Los puntos clave y las nuevas pruebas en el procesamiento de los atacantes

Para la jueza María Eugenia Capuchetti, Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte armaron un plan delictivo “estudiado” para asesinar a Cristina. Fueron procesados por tentativa de homicidio agravado y se les dictó la prisión preventiva. Los detalles de cómo obtuvieron el arma, su estado, los nuevos chats y si puede haber más actores involucrados.

16 de septiembre, 2022 | 00.05

El procesamiento de Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte como autores de un plan delictivo “acordado, diseñado y estudiado” para asesinar a CFK revela nueva información sobre:

  • El origen del arma, que Uliarte tenía desde el 22 de abril.
     
  • Que el arma fue disparada con anterioridad y estaba apta para disparar de nuevo a pesar de tener falencias.
     
  • Que Uliarte ya hablaba de asesinar a CFK desde julio y había un plan diseñado.
     
  • Que ambos tenían la intención de alquilar un departamento con vista al de CFK que sirviera para atacarla.
     
  • Las fallas en la cadena de custodia del celular de Sabag Montiel en las primeras horas de la investigación, que serán investigadas por Gendarmería.
     
  • La existencia de un primer informe médico de la Policía Federal que daba a Sabag Montiel como un delirante y sin conciencia de situación, luego rectificado por el Cuerpo Médico Forense de la Corte.

El origen del arma

La investigación determinó que Uliarte compró la Bersa calibre .32 modelo Lusber 84 el 22 de abril pasado, o sea, más de 4 meses antes del atentado contra CFK. Se lo contó a dos contactos que tenía agendados como “Serena” y “Fran”.

En los chats con “Serena” se lee: “Si tango un fierro lo compre porque mi ex está jede”.

En los chats con “Fran” le dice: “Tranqui no va a pasar nada”; “No careteo nada”; “Es mio el fierro”; “Lo compre para asustar a un ex que bardio”.

En el procesamiento también consta que el peritaje determinó que el arma fue disparada con anterioridad y que seguía apta para producir disparos. Encontraron una falencia en la “retención de corredera” pero aclararon que eso “no afecta el cicko de disparo del arma” y que estaba apta para disparar.

Asesinato

Brenda Uliarte ya hablaba de asesinar a CFK el 4 de julio pasado. Se lo dijo a Agustina Díaz, otra de las detenidas en este expediente, a quien tenía agendada como “Amor de mi vida”. En los chats que estaban en su celular encontraron el siguiente intercambio entre Uliarte y Díaz:

Uliarte: “voy con el fierro y le pego un tiro a Cristina”.

Díaz: “Otra vez?”

Uliarte: “Me dan los ovarios para hacerlo”.

Díaz: “Por eso te amo”.

Uliarte: “Pero a mí sí mie dan los ovarios el tema es como porque la vieja tiene seguridad”.

Díaz: “Y si”.

Para la jueza María Eugenia Capuchetti “dicha circunstancia pone de relieve que, para esa época, Uliarte ya había tomado la decisión de atentar contra la vida de la Sra. Vicepresidenta, Cristina Elisabet Fernández de Kirchner”.

El 5 de julio Uliarte habló con un contacto agendado como “Nacho”. Le dijo que “para limpiar Argentina hace falta que corra sangre... de poder se puede hay que encontrar la manera ... no necesito pagarlo yo puedo serlo ... se usar un fierro, no soy francotiradora, pero algo es algo... hay que encontrar un hueco ser estratega”. En el procesamiento consta que su interlocutor “le sugirió que no lo hiciera y le refirió que estaba delirando”.

Departamento con vista a CFK

El plan para asesinar a CFK tuvo como opción el alquiler de un departamento en Recoleta. Este punto es importante, ya que indica que tenían acceso al dinero necesario para esa transacción, nada barata en ese barrio.

“¿No te gusta el depto.?”, le escribió Uliarte a Sabag Montiel, que le contestó: “no me gusta el depto, el pelo si. Cristina y la gente está reunida en Recoleta. Para pegarle un corchazo”.

Uliarte le mandó un mensaje de audio, que está desgrabado en el procesamiento, y dice: “No amor, laburamos esta semana y el sábado vamos y le dejamos una seña, ya fue...Alto depto ese de Recoleta amore, si vieras donde vive Cristina entendes, Cristina vive en Recoleta, estamos re cerca de la mina. La podemos hacer pija, eh...Si, hay que ir y pegarle un corchazo ¿Sabes que hace falta? Un francotirador, viste que la mina se pone en el balcón, hace falta ahí y pimba, un tiro en la cabeza, hacerla mierda...”.

Atentado, primero intento

El intento de asesinar a CFK el 1 de septiembre no fue el primer intento de la pareja Sabag Montiel-Uliarte. El 27 de agosto, el día que Horacio Rodríguez Larreta colocó el vallado que sitió a CFK en su departamento, iniciaron el plan pero luego lo abortaron.

La secuencia completa del dialogo entre ambos, que consta en el expediente, es la siguiente:

Sabag Montiel: “No, ya se me... metió adentro y el escenario y el anfiteatro lo sacaron, y estuvo... le toqué la espalda a Axel Kicillof y se metió a un Toyota Etios eh y se fue, un quilombo, y ella está ahí metida arriba, pero no creo que salga así que ya fue, deja, voy para allá, no traigas nada”.

Uliarte: “Estoy llegando a casa”.

Sabag Montiel: “Al pedo q vengas...No va a salir...Ya se metió adentro”.

Uliarte: “Que hija de puta la Cristi...Se da cuenta”.

Sabag Montiel: “No, no es que se da cuenta, el tema es que hay una cámara de C5N y hay poca gente, y la gente ya se está yendo, y el momento era ese, ahora ya es tarde, o sea ya son las 12 y ella salió a esa hora, y era a esa hora, o sea el escenario era con ella porque la habrán seguido ¿Entendes? Después vamos a ver en la tele a ver qué pasó porque cuando ella se metió acá, la siguieron y ahí tendría que haber sido”.

Sabag Montiel: “Que gracia me dan todos esos putitos ahí sacándose fotos, cholulos, haciéndose los peronistas con la ‘V’ vos llegas a tirar con el fierro ahí y llegas a arrancar a los tiros ¿Vos sabes cómo salen todos corriendo? Pánico, el caos que se genera. O sea, es muy difícil... O sea, si yo disparo, después de los tiros van a saber que yo tengo el fierro, voy a tener que sacar el cargador y me van a tener que sacar el fierro, pero no van a tener las balas, entonces eh me van a cagar a piñas, pero más de uno, a ver, me pueden agarrar entre varios, pero otros van a correr y va a ser muy difícil que se yo”.

Uliarte: “Ya llegué amor... ¿Vos decís que no te van a agarrar? La onda es que metas el corchazo y te escapes”.

Estos chats indican que Sabag Montiel ya estaba en las inmediaciones del edificio de CFK y que Uliarte tenía que acecarse con el arma cuando escribe “Voy para allá, no traigas nada”. También es claro el final de la conversación: el plan era asesinarla y escapar. Pero ese día abortaron. Minutos despúes CFK bajó y dio un discurso en un escenario improvisado, totalmente expuesta a un ataque como el que sufriría 5 días después.

Por el contenido de esos chats Uliarte no llegó a ir el sábado 27. Lo que sí hizo fue chatear con el contacto “Amor de mi vida”. Esto figura en el expediente:

Uliarte: “Hoy me convierto en San Martín, voy a mandar a matar a Cristina...Me re pudrí que hablen y no hagan nada. Yo si voy a hacer. Se me metió el espíritu de San Martin en el cuerpo... Que hija de puta se metió adentro antes de que le meta el tiro”.

Amor de mi vida: “¿Qué pasó? ¿De qué me perdí?".

Uliarte: “Mandé a matar a la vice Cristina. No salió porque se metió para adentro. Una bronca te juro la tenía ahí. Los liberales ya me tienen re podrida yendo a hacerse los revolucionarios con antorchas en Plaza de Mayo basta de hablar hay que actuar. Mandé un tipo para que la mate a Cristi”.

Amor de mi vida: “Bank. Buena idea igual. ¿Cuánto te cobró?”

Uliarte: “No me cobró lo hizo porque también está re caliente con lo que está pasando. Te juro que a esa la voy a bajar. Me tiene re podrida que ande robando y quedé impune.”

Amor de mi vida: “Te das cuenta del quilombo en el que te vas a meter, ¿no? Te van a buscar por todos lados si se enteran de que sos complice de la muerte de la Vicepresidenta”.

Uliarte: “Por eso mandé a alguien”.

Amor de mi vida: “Aunque si, pero quien no va a querer meterle un tiro a esa vieja chorea”.

Uliarte: “Si llega a pasar me voy a otro país y hasta cambio de identidad. La tengo re pensada”.

Amor de mi vida: “¿Sabes cuanta guita necesitas para eso? No es mando a matar y me mudo del país. Te van a buscar de todas formas y la guita que necesites para todos los trámites”.

Uliarte: “Tengo algo de money, conocidos. Me voy pero antes quiero hacer algo por el país”.

Peritaje del Celular

El manejo del celular de Sabag  Montiel fue uno de los puntos cuestionados de la investigación, ya que hubo fallas en su cadena de custodia entre que fue encontrado en la calle tras el intento de asesinato de CFK, fue revisado primero por la Policía Federal y luego llegó a manos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) para su análisis.

La jueza Capuchetti escribió que “se encomendó a la Gendarmería Nacional la realización de un estudio pericial a fin de establecer lo acontecido en torno al peritaje del teléfono en cuestión, cuyo resultado se encuentra pendiente a la fecha”.

El ministerio de Seguridad informó que la Policía Federal entregó el teléfono al juzgado “con la cadena de seguridad intacta”, en un sobre y apagado. Eso fue el viernes 2 de septiembre por la tarde. La jueza Capuchetti le pidió colaboración a la PSA. El celular llegó a manos de la PSA a las 23 horas del viernes 2 de septiembre. Según pudo reconstruir El Destape, llegó en un sobre abierto, prendido, con una leyenda de error en la pantalla y con la tarjeta SIM y la memoria extena extraídas. Y con un defecto clave: sin la planilla donde consta la cadena de custodia. La jueza ordenó que la PSA continuara con el trabajo de análisis del celular de Sabag  Montiel.

Habrá que esperar la pericia de Gendarmería, otra vez.

El plan

Para la jueza no hay dudas: hubo una planificación para “intentar dar muerte” a Cristina, que se comenzó a gestar en abril, es decir, cinco meses atrás.

“Los sucesos del 1° de septiembre fueron el capítulo final del plan delictivo que previamente habían acordado, diseñado y estudiado Brenda Elizabeth Uliarte y Fernando André Sabag Montiel, el cual pudo ser reconstruido a partir del análisis que realizó la Policía de Seguridad Aeroportuaria de la información contenida en los teléfonos celulares secuestrados a ambos imputados”, señaló Capcuhetti. “Aquel curso de acción tuvo su inicio el 22 de abril del año en curso, fecha en la cual Brenda Uliarte habría adquirido la pistola semiautomática, de acción simple, calibre .32 auto, marca Bersa”, añadió. El arma, tal como se comprobó, era “apta para el disparo, de funcionamiento anormal” pero que “no afecta el ciclo de disparo del arma”. Es decir, podía matar.

Cuando se hizo del arma, Brenda se lo hizo saber a algunos contactos. La razón que esgrimió fue sus ex “la jodía”.  Tres meses después, el 4 de julio, Brenda Uliarte se comunica con Agustina Díaz –hoy detenida- y le dice: “Voy con el fierro y le pego un tiro a Cristina… me dan los ovarios para hacerlo … el tema es como porque la vieja tiene seguridad”.

“Para esa época, Uliarte ya había tomado la decisión de atentar contra la vida de la Sra. Vicepresidenta, Cristina Elisabet Fernández de Kirchner, iniciando así el curso del plan al cual solo le bastaba definir las circunstancias de modo, tiempo y lugar de su ejecución, lo cual ocurrió posteriormente a partir de la inteligencia que tanto ella como Sabag Montiel realizaron en días previos al atentado”, remarcó la jueza.

Capuchetti, por ejemplo, resaltó que “del informe remitido por la PSA se advierten numerosas fotografías de la imputada manipulando la misma pistola que posteriormente fuera secuestrada”.

En otro chat mantiene con un contacto identificado como “Nacho”, la joven de 23 años afirma que “para limpiar Argentina hace falta que corra sangre… de poder se puede hay que encontrar la manera”.

En otro pasaje de la resolución, la magistrada enfatizó que el plan contempló diversas alternativas: “Del análisis de las conversaciones antes descriptas queda en evidencia la existencia de un plan para ejecutar el hecho en el cual se intercambiaban distintas alternativas evaluando la posibilidad de cada una de ellas y la que mejor asegure el resultado teniendo en cuenta los movimientos de la víctima y todo lo relativo a su custodia.” Por ejemplo, se contempló alquilar un departamento en Recoleta para estar cerca de su objetivo.

El plan constó de:

  • Tener el arma de fuego con anterioridad que iban a utilizar y saber utilizarla. Además del “cabal conocimiento de su adecuado funcionamiento”.
     
  • La “llevaron cargada con municiones del mismo calibre a inmediaciones del domicilio de la víctima”.
     
  • “Ya sabían, de acuerdo a las tareas de inteligencia que ambos realizaron en el lugar, que la Sra. Vicepresidenta se detenía un tiempo prologando a saludar al público”.
     
  • “Dicha situación fue detalladamente estudiada por ambos para elegir el momento oportuno del ataque, a fin de poder lograr su cometido”.
     
  • Para la jueza, ambos llegaron al 1 de septiembre con “una adecuada preparación”. Aquel dia, “encontraron la oportunidad de acercarse a la víctima, escondidos entre la gente para no ser advertidos por la custodia de Fernández de Kirchner, y disimulado entre las personas, Sabag Montiel apuntó con el arma de fuego a corta distancia hacia el rostro de la nombrada, tirando de la cola del disparador y logrando accionar adecuadamente el mecanismo del disparo”.

Qué dijeron los copitos

Uno de los cuatro detenidos que tiene el caso es Nicolás Gabriel Carrizo, el jefe del supuesto emprendimiento de venta de copos de azúcar. Carrizo aparece como el líder de ese grupo al que también pertenecían Sabag Montiel y Brenda. Su casa fue allanada el miércoles. Había declarado como testigo junto al resto del grupo el 5 de septiembre. ¿Qué habían dicho entonces estos jóvenes? ¿Tras la caída de Carrizo su situación puede complicarse? Por lo pronto, Carrizo fue imputado así que la Justicia no le creyó lo que dijo en sus testimonial. Hay prueba nueva que lo incrimina.

¿Qué habían dicho los copitos?

Lucas Acevedo: Dijo que conoció a Sabag Montiel y Uliarte hacía unos meses, por trabajo, en la casa de Sergio Orozco. Dijo que quien informó al grupo fue Castro Riglos, que fue quien se enteró. Acto seguido, dijo, Volpintesta llamó a Brenda pero ella no le contestó. “Luego atendió al llamado de Gabriel. Ahí Uliarte refirió estar en San Miguel en la casa de un amigo”. Agregó que la vio a Brenda al día siguiente en lo de Checho. ¿Cuándo fue la última vez que conversó con Sabag Montiel o Brenda? El día previo al atentado. Como todos, dijo que no sabía que Fernando tenía un arma.

Leonardo Volpintesta: Brindó un testimonio similar al de Acevedo. Dijo “que él llamó a Brenda el día de los hechos, como así también lo hizo Gabriel, siendo que a él si lo atendió. Manifestó que puso la llamada en alta voz y Brenda les refirió que no sabía que le había pasado por la cabeza a Fernando, que ella no sabía nada”. Dijo que se enteró de lo que había pasado por un mensaje de Whatsapp enviado por una amiga en común con Brenda.

Miguel Ángel Castro Riglos: “Refirió que Brenda tenía convicción contraria al kirchnerismo y que Fernando no tenía convicciones políticas, ni tenía intención de agredir a nadie, menos a Cristina Fernández. Por su parte, dijo que Uliarte sí tenía una idea radical contraria al peronismo; sin decir que mataría a Cristina refería su deseo de que la nombrada muriera”. También “relató que Fernando tenía aires de grandeza ya que siempre quería el puesto de líder y dar órdenes. Que quería ser famoso y por eso hizo notas con Crónica TV”. Esa explicación no parece muy convincente.

Al día siguiente de la conversación todos concurrieron a Telefé y brindaron una entrevista. Aquel 2 de septiembre se dieron a conocer públicamente. ¿Por qué lo hicieron? Entonces dijeron que porque estaban siendo amenazados. ¿Por quiénes si no eran conocidos? No se descarta que otro de los integrantes de este grupo pueda ser apresado.

Falso delirio

El procesamiento dictado por la jueza Capuchetti indica que en un primer momento el informe médico legal de la Policía Federal describió  que Sabag Montiel poseía “asociación de ideas anormal, observándose disgregación del pensamiento moderado que vuelve el discurso confuso y poco inteligible. En el pensamiento predominan ideas de tipo delirante con temas hipocondriacos (arterioesclerosis por fumar tabaco armado) y de perjuicio (se describe como víctima de múltiples robos y otras acciones por parte de allegados a los cuales ‘habría’ denunciado varias veces) presencia de ideación mística con tendencia a la megalomanía. Al presente acto no se detectan alteraciones de la impulsividad, niega ideación auto / heterolítica ni tanática. Sin conciencia de situación ni de enfermedad (‘Yo no entiendo nada, fue un flash como si apagaran la luz’) niega consumo de sustancias psicoactivas ni alcohol. Juicio impresiona desviado”. En síntesis, que no sabía lo que había hecho, casi un loco y, por ende, inimputable.

Un segundo informe médico, realizado por el Cuerpo Médico Forense de la Corte, corrigió esa línea inicial. Concluyó que el atacante de CFK “no presenta síntomas ni signos de alteraciones psicopatológicas que configuren un tipo de trastorno mental psicótico, orgánico, ni de déficit cognitivo” y que “desde el punto de vista médico legal y psicojurídico” las facultades mentales de Sabag Montiel “se encuentran conservadas y compensadas encuadrando dentro de las consideraciones del Art. 78 del CPPN con aptitud psíquica para prestar declaración indagatoria”. Por eso se le tomó declaración indagatoria y terminó procesado.