Ivana Bohdziewicz y Carolina Gómez Mónaco, las asesoras del diputado PRO Gerardo Milman, manipularon una prueba clave para la investigación del atentado contra Cristina Kirchner: sus celulares. Recién este martes, al declarar por segunda vez como testigos, los entregaron a la Justicia, pero Bohdziewicz borró todo su contenido y dijo que lo hizo asesorada mientras que Gómez Mónaco cambió de celular y entregó uno nuevo. La maniobra confirma las denuncias de los abogados de CFK: que la jueza María Eugenia Capuchetti dejó escapar una prueba fundamental y boicoteó de esa forma la línea de investigación que apunta a la fuerza política que comandan Mauricio Macri y Patricia Bullrich.
¿Se puede recuperar la información de los celulares? Es posible aunque no con certeza. Hay sistemas informáticos que logran recuperar mensajes borrados de Whatsapp y otras aplicaciones. Pero las asesoras de Milman tuvieron más de un mes para manipular sus celulares y lograr borrados efectivos. Será clave también si ahora se solicita información a Google, Whatsapp y otras redes sociales sobre las actividades y mensajes de ambas asesoras de Milman.
Los abogados de CFK, Marcos Aldazábal y José Manuel Ubeira, habían pedido hace más de un mes que las asesoras de Milman entregaran sus celulares. Buscaban a través de esos elementos intentar corroborar si Milman dijo, tal como lo escuchó un testigo, que “cuando la maten yo voy a estar camino a la costa”. La jueza Capuchetti se negó y les dio tiempo para destruir alguna prueba que pudiera comprometerlas. Hace unos días los camaristas Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Mariano Llorens, los 3 designados por Mauricio Macri (dos a dedo), frenaron el secuestro de los celulares, otro aporte al encubrimiento de este atentado. Ahora las dueñas de los celulares confirman las sospechas al revelar que los manipularon previo a su entrega a la Justicia. Entre otras cosas, por no haber ordenado el secuestro de los celulares, la querella recusó a Capuchetti, que antes de que la cámara la respalde en el caso delegó la investigación del atentado en el fiscal Carlos Rívolo.
Al concluir la audiencia, el abogado de CFK Marcos Aldazábal aseguró a los periodistas: “Como dijimos desde la primera audiencia, si no le secuestraban los celulares ahí se iba a perder todo el contenido. Entendemos que el contenido se habrá perdido. Confiamos en que los peritos podrán recuperar lo más posible”.
Desde el ingreso de los tribunales de Comodoro Py, Aldazábal explicó que Gómez Mónaco dijo que cambió su celular hace una semana y que Bohdziewicz borró todo su contenido. “La segunda asesora dijo que se asesoró y le dijeron que lo mejor era borrar todo el celular”, comentó. Ante la repregunta de uno de los periodistas, el abogado de CFK, precisó: “Le preguntaron si había borrado solo las conversaciones con Milman o todas las conversaciones. Dijo que se había asesorado y que le dijeron que lo mejor era borrar todo”.
En esa línea, el letrado querellante consideró que puede ser muy difícil recuperar el contenido de ese aparato telefónico: “Si se asesoró para borrarlo no sabemos cuan reversible será el borrado. Confiamos en los peritos para recuperar lo más posible”.
Aldazábal dijo que estaba conforme con “las formalidades” de la audiencia de este martes, que fue comandada por Rívolo. Pero fue contundente respecto a lo dañino que fue para la pesquisa no haber secuestrado los celulares al inicio de todo el proceso. Es decir, volvió a apuntar contra la jueza Capuchetti: “Lo que se hizo en la audiencia de hoy y en los últimos días es lo que debería haberse hecho hace más de un mes. Y es lo que dije en la primera audiencia. Si se las deja ir con esos celulares ya no se puede confiar en la información que haya. Ahora que confesaron que los borraron nos dan la razón”.
La línea Milman
“Cuando la maten yo voy a estar en la costa", dijo Milman según un testigo. Estaba en el bar Casablanca, frente al Congreso, acompañado por sus asesoras Bohdziewicz y Gómez Mónaco. Fue dos días antes del atentado y, efectivamente, Milman viajó a Pinamar, por lo que se abrió una línea de investigación para saber si el ex número 2 de Bullrich (que aún no repudió el atentado) sabía con anterioridad del plan para asesinar a CFK. No es la única pista que apunta a Milman. Dos semanas antes del atentado presentó un escrito en Diputados donde hablaba de un falso atentado; el mismo día del ataque a CFK reclamaba información sobre su custodia. Milman aún no fue citado a declarar, ni como testigo ni como imputado.
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Ambas asesoras de Milman ya declararon como testigos y este martes lo hicieron por segunda vez. Al ser testigos lo hacen bajo juramento de decir verdad. La primera declaración fue ante la jueza Capuchetti y enseguida entraron en contradicciones e incluso mintieron: en un primer momento negaron su presencia en la reunión con Milman, pero luego tuvieron que reconocerla cuando les mostraron videos de cámaras de seguridad que las ubicaban en el lugar. Dato aparte: la jueza Capuchetti no había encontrado a Milman y sus asesoras en los videos, lo hicieron los abogados de CFK. Parece que la jueza no quería mirar mucho.
En esa primera declaración, donde las asesoras de Milman le mintieron a la jueza Capuchetti, los abogados de CFK pidieron que se retuvieran sus celulares como medida de prueba. La jueza Capuchetti se negó. Los abogados de CFK reclamaron que ponía en riesgo esa línea de investigación. Ahora las asesoras de Milman confesaron: una borró todo el contenido y otra cambió de aparato.
Quien les tomó declaración este martes fue el fiscal Carlos Rívolo, a quien la jueza Capuchetti le delegó la investigación luego de ser recusada por CFK. Rívolo les pidió a las asesoras de Milman que entregaran los celulares, pero todo indica que ya es tarde. En el caso de Gómez Mónaco entregó un aparato nuevo, no el que usaba en el momento que se investiga. Según consignó Télam, “dijo al fiscal que el aparato anterior que usaba al momento del episodio en la confitería Casablanca el 30 de agosto pasado, lo tiene una hermana suya y lo puso también a disposición en caso de ser necesario”.
“Si no actuamos con celeridad, los casos terminan en esto: no saber nunca lo que realmente pasó”, sentenció el abogado Aldazábal al dejar Comodoro Py. Y adelantó: “Vamos a pedir todas las medidas de prueba que sean pertinentes. Pero si se borra un celular tiene que ver con una cuestión fáctica que quizás sea irreversible".